Dios nos habla a nosotros, creados a su imagen y semejanza, y esto lo hace por medio de los textos sagrados recogidos en La Biblia. En la Sagrada Biblia es donde se encuentra escrita su palabra y sus lecciones para la humanidad. Nosotros somos quienes decidimos si leerla y captar toda la bondad y sabiduría que se halla en sus palabras. En el capítulo 18 del Apocalipsis del Nuevo Testamento de las Sagradas Escrituras están resguardadas perlas de sabiduría que Dios Nuestro Señor obsequió a sus hijos para que ellos tuvieran la capacidad de estar junto a Él.
El Apocalipsis del Nuevo Testamento tiene 22 capítulos. Aquí puedes leer y estudiar lo que Dios deseó enseñarnos en el capítulo 18. Para facilitar su lectura y comprensión el capítulo 18 del Apocalipsis se encuentra dividido en 24 versículos. De este modo es más sencillo leer y memorizar la palabra de Dios, para que esté contigo siempre y te sirva para no perder el rumbo de tu vida.
Nuestro Amado Padre Celestial siempre está a nuestro lado, es un padre bueno que nos aconseja. Por eso nos proporcionó su palabra que nos alumbra y sirve de fanal en los instantes más oscuros. En el capítulo 18 del Apocalipsis del Nuevo Testamento descubrirás sin lugar a dudas la respuesta a gran cantidad de dilemas que a menudo se manifiestan en la vida. En el inicio de tu diálogo con el Padre, haber leído su palabra escrita en las Sagradas Escrituras, y dominar profundamente los 24 versículos del capítulo 18 del Apocalipsis te será de gran utilidad. De este modo te será posible tener siempre presente en tus oraciones en qué consiste la palabra de Dios Padre que está en los Cielos.
Y después de estas cosas vi otro ángel descender del cielo teniendo grande potencia; y la tierra fue alumbrada de su gloria..
Y clamó con fortaleza en alta voz, diciendo: Caída es, caída es la grande Babilonia, y es hecha habitación de demonios, y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de todas aves sucias y aborrecibles..
Porque todas las gentes han bebido del vino del furor de su fornicación; y los reyes de la tierra han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido de la potencia de sus deleites..
Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, porque no seáis participantes de sus pecados, y que no recibáis de sus plagas;.
Porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades..
Tornadle a dar como ella os ha dado, y pagadle al doble según sus obras; en el cáliz que ella os dio a beber, dadle a beber doblado..
Cuanto ella se ha glorificado, y ha estado en deleites, tanto dadle de tormento y llanto; porque dice en su corazón: Yo estoy sentada reina, y no soy viuda, y no veré llanto..
Por lo cual en un día vendrán sus plagas, muerte, llanto y hambre, y será quemada con fuego; porque el Señor Dios es fuerte, que la juzgará..
Y llorarán y se lamentarán sobre ella los reyes de la tierra, los cuales han fornicado con ella y han vivido en deleites, cuando ellos vieren el humo de su incendio,.
Estando lejos por el temor de su tormento, diciendo: ¡Ay, ay, de aquella gran ciudad de Babilonia, aquella fuerte ciudad; porque en una hora vino tu juicio!.
Y los mercaderes de la tierra lloran y se lamentan sobre ella, porque ninguno compra más sus mercaderías:.
Mercadería de oro, y de plata, y de piedras preciosas, y de margaritas, y de lino fino, y de escarlata, y de seda, y de grana, y de toda madera olorosa, y de todo vaso de marfil, y de todo vaso de madera preciosa, y de cobre, y de hierro, y de mármol;.
Y canela, y olores, y ungüentos, y de incienso, y de vino, y de aceite; y flor de harina y trigo, y de bestias, y de ovejas; y de caballos, y de carros, y de siervos, y de almas de hombres..
Y los frutos del deseo de tu alma se apartaron de ti; y todas las cosas gruesas y excelentes te han faltado, y nunca más las hallarás..
Los mercaderes de estas cosas, que se han enriquecido, se pondrán lejos de ella por el temor de su tormento, llorando y lamentando,.
Y diciendo: ¡Ay, ay, aquella gran ciudad, que estaba vestida de lino fino, y de escarlata, y de grana, y estaba dorada con oro, y adornada de piedras preciosas y de perlas!.
Porque en una hora han sido desoladas tantas riquezas. Y todo patrón, y todos los que viajan en naves, y marineros, y todos los que trabajan en el mar, se estuvieron lejos;.
Y viendo el humo de su incendio, dieron voces, diciendo: ¿Qué ciudad era semejante a esta gran ciudad?.
Y echaron polvo sobre sus cabezas; y dieron voces, llorando y lamentando, diciendo: ¡Ay, ay, de aquella gran ciudad, en la cual todos los que tenían navíos en la mar se habían enriquecido de sus riquezas; que en una hora ha sido desolada!.
Alégrate sobre ella, cielo, y vosotros, santos, apóstoles, y profetas; porque Dios ha vengado vuestra causa en ella..
Y un ángel fuerte tomó una piedra como una grande piedra de molino, y la echó en la mar, diciendo: Con tanto ímpetu será derribada Babilonia, aquella grande ciudad, y nunca jamás será hallada..
Y voz de tañedores de arpas, y de músicos, y de tañedores de flautas y de trompetas, no será más oída en ti; y todo artífice de cualquier oficio, no será más hallado en ti; y el sonido de muela no será más en ti oído:.
Y luz de antorcha no alumbrará más en ti; y voz de esposo ni de esposa no será más en ti oída; porque tus mercaderes eran los magnates de la tierra; porque en tus hechicerías todas las gentes han errado..
Y en ella fue hallada la sangre de los profetas y de los santos, y de todos los que han sido muertos en la tierra..