Apocalipsis Capítulo 4

Dios habla con nosotros, que somos sus hijos, y lo hace a través de la Sagrada Biblia. En la Biblia está escrita su doctrina y sus lecciones para la humanidad. De nosotros, sus hijos, depende leerla y tratar de captar toda la bondad y sabiduría que hay en sus palabras. En el capítulo 4 del Apocalipsis del Nuevo Testamento de la Sagrada Biblia están encerradas perlas de sabiduría que el Padre otorgó a los seres humanos para que así ellos tuvieran la capacidad de estar al lado de Él.

El Apocalipsis del Nuevo Testamento tiene 22 capítulos. Ahora tienes la posibilidad de leer y aprender lo que Nuestro Señor deseó revelarnos en el capítulo 4. Para facilitar su lectura y comprensión el capítulo 4 del Apocalipsis se encuentra fraccionado en 11 versículos. Así es más sencillo leer y aprender de memoria la palabra del Padre, de modo que esté a tu lado siempre y te sirva de guía.

Dios Nuestro Señor no nos deja nunca solos, es un padre justo que nos aconseja. Ese fue el motivo por el cual nos regaló su palabra que nos alumbra y sirve de linterna en los trances más oscuros. En el capítulo 4 del Apocalipsis del Nuevo Testamento podrás encontrar sin dudarlo la solución a muchos de los interrogantes que de pronto aparecen en la vida. En el inicio de tu diálogo con el Altísimo, leer su palabra escrita en la Biblia, y conocer en profundidad los 11 versículos del capítulo 4 del Apocalipsis te será de gran ayuda. De este modo te será posible tener siempre presente en tus plegarias en qué consiste el mandato de Dios.

Versículos del capítulo 4 del libro Apocalipsis

Después de estas cosas miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo: y la primera voz que oí, era como de trompeta que hablaba conmigo, diciendo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que han de ser después de éstas..

Y luego yo fui en Espíritu: y he aquí, un trono que estaba puesto en el cielo, y sobre el trono estaba uno sentado..

Y el que estaba sentado, era al parecer semejante a una piedra de jaspe y de sardio: y un arco celeste había alrededor del trono, semejante en el aspecto a la esmeralda..

Y alrededor del trono había veinticuatro sillas: y vi sobre las sillas veinticuatro ancianos sentados, vestidos de ropas blancas; y tenían sobre sus cabezas coronas de oro..

Y del trono salían relámpagos y truenos y voces: y siete lámparas de fuego estaban ardiendo delante del trono, las cuales son los siete Espíritus de Dios..

Y delante del trono había como un mar de vidrio semejante al cristal; y en medio del trono, y alrededor del trono, cuatro animales llenos de ojos delante y detrás..

Y el primer animal era semejante a un león; y el segundo animal, semejante a un becerro; y el tercer animal tenía la cara como de hombre; y el cuarto animal, semejante a un águila volando..

Y los cuatro animales tenían cada uno por sí seis alas alrededor, y de dentro estaban llenos de ojos; y no tenían reposo día ni noche, diciendo: Santo, santo, santo el Señor Dios Todopoderoso, que era, y que es, y que ha de venir..

Y cuando aquellos animales daban gloria y honra y alabanza al que estaba sentado en el trono, al que vive para siempre jamás,.

Los veinticuatro ancianos se postraban delante del que estaba sentado en el trono, y adoraban al que vive para siempre jamás, y echaban sus coronas delante del trono, diciendo:.

Señor, digno eres de recibir gloria y honra y virtud: porque tú criaste todas las cosas, y por tu voluntad tienen ser y fueron criadas..