Cantar de los Cantares Capítulo 7

Dios, Nuestro Señor que está en los Cielos se nos manifiesta a nosotros, sus hijos e hijas, y lo hace mediante las Sagradas Escrituras que componen la Biblia. En ella es el lugar en donde se escribió su doctrina y sus lecciones para la humanidad. En nuestra mano está leerla y tratar de captar toda la sabiduría que reside en sus palabras. En el capítulo 7 del Cantar de los Cantares del Nuevo Testamento de la Biblia se hallan escondidas porciones de bondad y sabiduría que Dios Creador regaló a los seres humanos con el objetivo de que ellos tuvieran la capacidad de acercarse a Él.

El Cantar de los Cantares del Nuevo Testamento consta de 8 capítulos. Ahora en nuestra web puedes leer y estudiar aquello que Dios Nuestro Señor quiso enseñarnos en el capítulo 7. De modo que sea más fácil leerlo, analizarlo y comprenderlo el capítulo 7 del Cantar de los Cantares está fraccionado en 13 versículos. Así es más sencillo leer y retener en la memoria la palabra Dios Todopoderoso, para que así vaya contigo siempre y te sirva de guía.

Nuestro Amado Padre Celestial no nos deja nunca solos, es un padre justo que nos aconseja. Por ese motivo nos regaló su palabra que nos alumbra y sirve de linterna en los periodos más tenebrosos. En el capítulo 7 del Cantar de los Cantares del Nuevo Testamento descubrirás sin duda la clave a muchas de las preguntas que se puedan manifestar durante la vida. En el inicio de tu diálogo con el Altísimo, haber leído su palabra escrita en la Sagrada Biblia, y conocer en profundidad los 13 versículos del capítulo 7 del Cantar de los Cantares te será de gran ayuda. De esta forma podrás tener siempre presente en tus plegarias cuál es el mandato de Dios Todopoderoso.

Versículos del capítulo 7 del libro Cantar de los Cantares

¡Cuán hermosos son tus pies en los calzados, oh hija de príncipe! Los contornos de tus muslos son como joyas, Obra de mano de excelente maestro..

Tu ombligo, como una taza redonda, Que no le falta bebida. Tu vientre, como montón de trigo, Cercado de lirios..

Tus dos pechos, como dos cabritos Mellizos de gama..

Tu cuello, como torre de marfil; Tus ojos, como las pesqueras de Hesbón junto a la puerta de Bat-rabbim; Tu nariz, como la torre del Líbano, Que mira hacia Damasco..

Tu cabeza encima de ti, como el Carmelo; Y el cabello de tu cabeza, como la púrpura del rey Ligada en los corredores..

¡Qué hermosa eres, y cuán suave, Oh amor deleitoso!.

Y tu estatura es semejante a la palma, Y tus pechos a los racimos!.

Yo dije: Subiré a la palma, Asiré sus ramos: Y tus pechos serán ahora como racimos de vid, Y el olor de tu boca como de manzanas;.

Y tu paladar como el buen vino, Que se entra a mi amado suavemente, Y hace hablar los labios de los viejos..

Yo soy de mi amado, Y conmigo tiene su contentamiento..

Ven, oh amado mío, salgamos al campo, Moremos en las aldeas..

Levantémonos de mañana a las viñas; Veamos si brotan las vides, si se abre el cierne, Si han florecido los granados; Allí te daré mis amores..

Las mandrágoras han dado olor, Y a nuestras puertas hay toda suerte de dulces frutas, nuevas y añejas. Que para ti, oh amado mío, he guardado..