Daniel Capítulo 7

Dios, Nuestro Señor que está en los Cielos se nos manifiesta a nosotros, sus hijos, y esto lo hace mediante la Sagrada Biblia. En la Sagrada Biblia podemos encontrar escrita su palabra y sus lecciones para la humanidad. Nosotros somos quienes decidimos si leerla y asimilar toda la bondad y sabiduría que se halla en sus palabras. En el capítulo 7 del Daniel del Nuevo Testamento de la Biblia se hallan resguardadas perlas de sabiduría que Dios entregó a sus hijos con el objetivo de que ellos llegaran a estar al lado de Él.

El Daniel del Nuevo Testamento se compone de 12 capítulos. Aquí te ofrecemos la posibilidad de leer e interiorizar lo que Dios quiso enseñarnos en el capítulo 7. Para que la lectura y la comprensión sean más fáciles el capítulo 7 del Daniel está fraccionado en 28 versículos. De esta forma es más sencillo leer y aprender de memoria la palabra del Señor, para que así te acompañe siempre y te sirva como un faro para orientarte.

Dios Nuestro Señor está siempre con nosotros, es un padre justo que nos guía. Ese fue el motivo por el cual nos obsequió con su palabra que nos ilumina y sirve de fanal en los trances más oscuros. En el capítulo 7 del Daniel del Nuevo Testamento podrás encontrar sin dudarlo la solución a muchas de las preguntas que te puedan surgir durante la vida. Al principio de tu diálogo con el Creador, haber leído su palabra escrita en los textos que componen la Biblia, y comprender en profundidad los 28 versículos del capítulo 7 del Daniel te será de gran ayuda. De este modo tendrás siempre presente en tus rezos cuál es la verdadera palabra de Nuestro Señor.

Versículos del capítulo 7 del libro Daniel

En el primer año de Belsasar rey de Babilonia, vio Daniel un sueño y visiones de su cabeza en su cama: luego escribió el sueño, y notó la suma de los negocios..

Habló Daniel y dijo: Veía yo en mi visión de noche, y he aquí que los cuatro vientos del cielo combatían en la gran mar..

Y cuatro bestias grandes, diferentes la una de la otra, subían de la mar..

La primera era como león, y tenía alas de águila. Yo estaba mirando hasta tanto que sus alas fueron arrancadas, y fue quitada de la tierra; y púsose enhiesta sobre los pies a manera de hombre, y fuele dado corazón de hombre..

Y he aquí otra segunda bestia, semejante a un oso, la cual se puso al un lado, y tenía en su boca tres costillas entre sus dientes; y fuele dicho así: Levántate, traga carne mucha..

Después de esto yo miraba, y he aquí otra, semejante a un tigre, y tenía cuatro alas de ave en sus espaldas: tenía también esta bestia cuatro cabezas; y fuele dada potestad..

Después de esto miraba yo en las visiones de la noche, y he aquí la cuarta bestia, espantosa y terrible, y en grande manera fuerte; la cual tenía unos dientes grandes de hierro: devoraba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus pies: y era muy diferente de todas las bestias que habían sido antes de ella, y tenía diez cuernos..

Estando yo contemplando los cuernos, he aquí que otro cuerno pequeño subía entre ellos, y delante de él fueron arrancados tres cuernos de los primeros; y he aquí, en este cuerno había ojos como ojos de hombre, y una boca que hablaba grandezas..

Estuve mirando hasta que fueron puestas sillas: y un Anciano de grande edad se sentó, cuyo vestido era blanco como la nieve, y el pelo de su cabeza como lana limpia; su silla llama de fuego, sus ruedas fuego ardiente..

Un río de fuego procedía y salía de delante de él: millares de millares le servían, y millones de millones asistían delante de él: el Juez se sentó, y los libros se abrieron..

Yo entonces miraba a causa de la voz de las grandes palabras que hablaba el cuerno; miraba hasta tanto que mataron la bestia, y su cuerpo fue deshecho, y entregado para ser quemado en el fuego..

Habían también quitado a las otras bestias su señorío, y les había sido dada prolongación de vida hasta cierto tiempo..

Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí en las nubes del cielo como un hijo de hombre que venía, y llegó hasta el Anciano de grande edad, e hiciéronle llegar delante de él..

Y fuele dado señorío, y gloria, y reino; y todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieron; su señorío, señorío eterno, que no será transitorio, y su reino que no se corromperá..

Mi espíritu fue turbado, yo Daniel, en medio de mi cuerpo, y las visiones de mi cabeza me asombraron..

Llegueme a uno de los que asistían, y preguntele la verdad acerca de todo esto. Y hablome, y declarome la interpretación de las cosas..

Estas grandes bestias, las cuales son cuatro, cuatro reyes son, que se levantarán en la tierra..

Después tomarán el reino los santos del Altísimo, y poseerán el reino hasta el siglo, y hasta el siglo de los siglos..

Entonces tuve deseo de saber la verdad acerca de la cuarta bestia, que tan diferente era de todas las otras, espantosa en gran manera, que tenía dientes de hierro, y sus uñas de metal, que devoraba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus pies:.

Asimismo acerca de los diez cuernos que tenía en su cabeza, y del otro que había subido, de delante del cual habían caído tres: y este mismo cuerno tenía ojos, y boca que hablaba grandezas, y su parecer mayor que el de sus compañeros..

Y veía yo que este cuerno hacía guerra contra los santos, y los vencía,.

Hasta tanto que vino el Anciano de grande edad, y se dio el juicio a los santos del Altísimo; y vino el tiempo, y los santos poseyeron el reino..

Dijo así: La cuarta bestia será un cuarto reino en la tierra, el cual será más grande que todos los otros reinos, y a toda la tierra devorará, y la hollará, y la despedazará..

Y los diez cuernos significan que de aquel reino se levantarán diez reyes; y tras ellos se levantará otro, el cual será mayor que los primeros, y a tres reyes derribará..

Y hablará palabras contra el Altísimo, y a los santos del Altísimo quebrantará, y pensará en mudar los tiempos y la ley: y entregados serán en su mano hasta tiempo, y tiempos, y el medio de un tiempo..

Empero se sentará el juez, y quitaranle su señorío, para que sea destruido y arruinado hasta el extremo;.

Y que el reino, y el señorío, y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al pueblo de los santos del Altísimo; cuyo reino es reino eterno, y todos los señoríos le servirán y obedecerán..

Hasta aquí fue el fin de la plática. Yo Daniel, mucho me turbaron mis pensamientos, y mi rostro se me mudó: mas guardé en mi corazón el negocio..