Dios, Nuestro Señor que está en los Cielos habla con nosotros, que somos sus hijos, y lo hace mediante la Sagrada Biblia. En la Sagrada Biblia es el lugar en donde se escribió su doctrina y sus lecciones para la humanidad. En nuestra mano está leerla y recibir toda la sabiduría que reside en sus palabras. En el capítulo 24 del Deuteronomio del Nuevo Testamento de los textos de las Biblia están escondidas intensas dosis de sabiduría y conocimiento que Dios proporcionó a los seres humanos para que ellos llegaran a acercarse a Él.
El Deuteronomio del Nuevo Testamento está compuesto por 34 capítulos. Ahora en nuestra web te ofrecemos la posibilidad de leer y aprender lo que Dios Nuestro Señor se propuso enseñarnos en el capítulo 24. Para que la lectura y la comprensión sean más fáciles el capítulo 24 del Deuteronomio se encuentra dividido en 22 versículos. De esta forma es más sencillo leer y retener en la memoria la palabra de Dios Nuestro Señor, de forma que esté contigo siempre y te sirva de orientación y guía.
Nuestro Amado Padre Celestial está siempre con nosotros, es un padre bueno que nos guía. Por ese motivo nos dió su palabra que nos ilumina y sirve de faro en los momentos más sombríos. En el capítulo 24 del Deuteronomio del Nuevo Testamento hallarás con toda seguridad la solución a muchas de las dudas que puedan aparecer durante la vida. Cuando vas a dar inicio a tu diálogo con Nuestro Señor, haber leído su palabra escrita en las Sagradas Escrituras, y entender en profundidad los 22 versículos del capítulo 24 del Deuteronomio te será de mucha ayuda. De esta manera podrás tener siempre presente en tus plegarias en qué consiste el mandato de Dios Padre que está en los Cielos.
Cuando alguno tomare mujer y se casare con ella, si no le agradare por haber hallado en ella alguna cosa torpe, le escribirá carta de repudio, y se la entregará en su mano, y despedirala de su casa..
Y salida de su casa, podrá ir y casarse con otro hombre..
Y si la aborreciere aqueste último, y le escribiere carta de repudio, y se la entregare en su mano, y la despidiere de su casa; o si muriere el postrer hombre que la tomó para sí por mujer,.
No podrá su primer marido, que la despidió, volverla a tomar para que sea su mujer, después que fue amancillada; porque es abominación delante de Jehová, y no has de pervertir la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad..
Cuando tomare alguno mujer nueva, no saldrá a la guerra, ni en ninguna cosa se le ocupará; libre estará en su casa por un año, para alegrar a su mujer que tomó..
No tomarás en prenda la muela de molino, ni la de abajo ni la de arriba: porque sería prendar la vida..
Cuando fuere hallado alguno que haya hurtado persona de sus hermanos los hijos de Israel, y hubiere mercadeado con ella, o la hubiere vendido, el tal ladrón morirá, y quitarás el mal de en medio de ti..
Guárdate de llaga de lepra, observando diligentemente, y haciendo según todo lo que os enseñaren los sacerdotes Levitas: cuidaréis de hacer como les he mandado..
Acuérdate de lo que hizo Jehová tu Dios a María en el camino, después que salisteis de Egipto..
Cuando dieres a tu prójimo alguna cosa emprestada, no entrarás en su casa para tomarle prenda:.
Fuera estarás, y el hombre a quien prestaste, te sacará afuera la prenda..
Y si fuere hombre pobre, no duermas con su prenda:.
Precisamente le devolverás la prenda cuando el sol se ponga, para que duerma en su ropa, y te bendiga: y te será justicia delante de Jehová tu Dios..
No hagas agravio al jornalero pobre y menesteroso, así de tus hermanos como de tus extranjeros que están en tu tierra en tus ciudades:.
En su día le darás su jornal, y no se pondrá el sol sin dárselo: pues es pobre, y con él sustenta su vida: porque no clame contra ti a Jehová, y sea en ti pecado..
Los padres no morirán por los hijos, ni los hijos por los padres; cada uno morirá por su pecado..
No torcerás el derecho del peregrino y del huérfano; ni tomarás por prenda la ropa de la viuda:.
Mas acuérdate que fuiste siervo en Egipto, y de allí te rescató Jehová tu Dios: por tanto, yo te mando que hagas esto..
Cuando segares tu mies en tu campo, y olvidares alguna gavilla en el campo, no volverás a tomarla: para el extranjero, para el huérfano, y para la viuda será; porque te bendiga Jehová tu Dios en toda obra de tus manos..
Cuando sacudieres tus olivas, no recorrerás las ramas tras ti: para el extranjero, para el huérfano, y para la viuda será..
Cuando vendimiares tu viña, no rebuscarás tras ti: para el extranjero, para el huérfano, y para la viuda será..
Y acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto: por tanto, yo te mando que hagas esto..