Deuteronomio, 26:5 Versículo Bíblico

Es preciso tomar siempre en consideración el versículo Deuteronomio, 26:5 de La Biblia con el propósito de hacer una reflexión en torno a él.Quizás deberíamos hacernos la pregunta ¿Qué pretendía manifestarnos Dios con el versículo Deuteronomio, 26:5? ¿Cuáles son los momentos de nuestra vida diaria en que tenemos la oportunidad de hacer valer lo que hemos alcanzado a saber gracias al versículo Deuteronomio, 26:5 de La Sagrada Biblia?

Reflexionar acerca de el versículo Deuteronomio, 26:5 nos es de gran ayuda a ser capaces de acercarnos más al mensaje de Nuestro Señor y a aproximarnos más a Dios, por esa razón es conveniente recurrir al versículo Deuteronomio, 26:5 todas las veces que necesitemos palabras que nos inspiren y guíen de modo que podamos saber cómo actuar o para traer la paz a nuestras almas.

Entonces hablarás y dirás delante de Jehová tu Dios: Un Siro a punto de perecer fue mi padre, el cual descendió a Egipto y peregrinó allá con pocos hombres, y allí creció en gente grande, fuerte y numerosa:

Opiniones de nuestros usuarios

Irene Moya Cabello

El versículo Deuteronomio, 26:5 es la palabra de Dios. Amén.

Jaume Fernandez Hernandez

No entendí nada de toda esta pendejada. El versículo Deuteronomio, 26:5 no lo entiende nadie, así que los que escriben su opinión aquí, no se hagan, ustedes tampoco lo entendieron.

Borja Benitez Guerra

Siempre que me siento triste vengo aquí y escojo versículos aleatorios porque sé que un ángel guía mi mouse para que Dios me hable. Hoy me ha tocado el versículo Deuteronomio, 26:5. Gracias Señor por tus palabras. Amén.

Mercedes Barrera Crespo

Este versículo Deuteronomio, 26:5 se lo voy a mandar a mi mamá, pues ella siempre anda diciendo cosas de Diosito y pues en esto se contradice y no es verdad lo que ella dice, y creo yo que la Biblia sabe mas de Diosito que mi mama pues los que la escribieron conocieron a Diosito y mi mama pues si está mayor pero no tanto.

Juan Manuel Gil Santamaria

Cada versículo de la Santa Biblia es una joya para el alma, y el versículo Deuteronomio, 26:5 es de mis favoritas.