Dios se comunica con nosotros, sus hijos creados a su imagen y semejanza, y nos habla gracias a los textos sagrados recogidos en La Biblia. En ella podemos encontrar escrita su palabra y sus enseñanzas para la humanidad. En nuestra mano está leerla y aprehender toda la sapiencia que hay en sus palabras. En el capítulo 9 del Deuteronomio del Nuevo Testamento de la Biblia es posible hallar escondidas píldoras de conocimiento que Dios Creador proporcionó a los seres humanos para que ellos llegaran a acercarse a Él.
El Deuteronomio del Nuevo Testamento consta de 34 capítulos. Aquí es posible leer y aprender lo que Dios Nuestro Señor deseó mostrarnos en el capítulo 9. Para que lo puedas leer y comprender mejor el capítulo 9 del Deuteronomio se encuentra dividido en 29 versículos. De esta manera es más fácil leer y aprender de memoria la palabra Dios que está en los Cielos, para que así esté a tu lado siempre y te sirva para trazar tu rumbo.
Nuestro Padre que todo lo puede está siempre con nosotros, es un padre bueno que nos orienta. Ese fue el motivo por el cual nos obsequió con su palabra que nos orienta y sirve de Estrella Polar en los momentos más sombríos. En el capítulo 9 del Deuteronomio del Nuevo Testamento podrás encontrar sin lugar a dudas la clave a gran cantidad de dilemas que puedan aparecer a lo largo de la vida. En el inicio de tu diálogo con el Padre, leer su palabra escrita en los textos que componen la Biblia, y conocer en profundidad los 29 versículos del capítulo 9 del Deuteronomio te será muy útil. Así podrás tener siempre presente en tus rezos cuál es la palabra de Nuestro Señor.
Oye, Israel: tú estás hoy para pasar el Jordán, para entrar a poseer gentes más numerosas y más fuertes que tú, ciudades grandes y encastilladas hasta el cielo,.
Un pueblo grande y alto, hijos de gigantes, de los cuales tienes tú conocimiento, y has oído decir: ¿Quién se sostendrá delante de los hijos del gigante?.
Sabe, pues, hoy que Jehová tu Dios es el que pasa delante de ti, fuego consumidor, que los destruirá y humillará delante de ti: y tú los echarás, y los destruirás luego, como Jehová te ha dicho..
No discurras en tu corazón cuando Jehová tu Dios los habrá echado de delante de ti, diciendo: Por mi justicia me ha metido Jehová a poseer esta tierra; pues por la impiedad de estas gentes Jehová las echa de delante de ti..
No por tu justicia, ni por la rectitud de tu corazón entras a poseer la tierra de ellos; mas por la impiedad de estas gentes Jehová tu Dios las echa de delante de ti, y por confirmar la palabra que Jehová juró a tus padres Abraham, Isaac, y Jacob..
Por tanto, sabe que no por tu justicia Jehová tu Dios te da esta buena tierra para poseerla; que pueblo duro de cerviz eres tú..
Acuérdate, no te olvides que has provocado a ira a Jehová tu Dios en el desierto: desde el día que saliste de la tierra de Egipto, hasta que entrasteis en este lugar, habéis sido rebeldes a Jehová..
Y en Horeb provocasteis a ira a Jehová, y enojose Jehová contra vosotros para destruiros..
Cuando yo subí al monte para recibir las tablas de piedra, las tablas del pacto que Jehová hizo con vosotros, estuve entonces en el monte cuarenta días y cuarenta noches, sin comer pan ni beber agua:.
Y diome Jehová las dos tablas de piedra escritas con el dedo de Dios; y en ellas estaba escrito conforme a todas las palabras que os habló Jehová en el monte de en medio del fuego, el día de la asamblea..
Y fue al cabo de los cuarenta días y cuarenta noches, que Jehová me dio dos las tablas de piedra, las tablas del pacto..
Y díjome Jehová: Levántate, desciende presto de aquí; que tu pueblo que sacaste de Egipto se ha corrompido: pronto se han apartado del camino que yo les mandé: hanse hecho una efigie de fundición..
Y hablome Jehová, diciendo: He visto ese pueblo, y he aquí, que él es pueblo duro de cerviz:.
Déjame que los destruya, y raiga su nombre de debajo del cielo; que yo te pondré sobre gente fuerte y mucha más que ellos..
Y volví y descendí del monte, el cual ardía en fuego, con las tablas del pacto en mis dos manos..
Y miré, y he aquí habíais pecado contra Jehová vuestro Dios: os habíais hecho un becerro de fundición, apartándoos presto del camino que Jehová os había mandado..
Entonces tomé las dos tablas, y arrojelas de mis dos manos, y quebrelas delante de vuestros ojos..
Y postreme delante de Jehová, como antes, cuarenta días y cuarenta noches: no comí pan ni bebí agua, a causa de todo vuestro pecado que habíais cometido haciendo mal en ojos de Jehová para enojarlo..
Porque temí a causa del furor y de la ira con que Jehová estaba enojado contra vosotros para destruiros. Pero Jehová me oyó aún esta vez..
Contra Aarón también se enojó Jehová en gran manera para destruirlo: y también oré por Aarón entonces..
Y tomé vuestro pecado, el becerro que habíais hecho, y quemelo en el fuego, y lo desmenucé moliéndole muy bien, hasta que fue reducido a polvo: y eché el polvo de él en el arroyo que descendía del monte..
También en Tabera, y en Massa, y en Kibroth-hataavah, enojasteis a Jehová..
Y cuando Jehová os envió desde Cades-barnea, diciendo: Subid y poseed la tierra que yo os he dado; también fuisteis rebeldes al dicho de Jehová vuestro Dios, y no lo creísteis, ni obedecisteis a su voz..
Rebeldes habéis sido a Jehová desde el día que yo os conozco..
Postreme, pues, delante de Jehová cuarenta días y cuarenta noches que estuve postrado; porque Jehová dijo que os había de destruir..
Y oré a Jehová, diciendo: Oh Señor Jehová, no destruyas tu pueblo y tu heredad que has redimido con tu grandeza, al cual sacaste de Egipto con mano fuerte..
Acuérdate de tus siervos Abraham, Isaac, y Jacob; no mires a la dureza de este pueblo, ni a su impiedad, ni a su pecado:.
Porque no digan los de la tierra de donde nos sacaste: Por cuanto no pudo Jehová introducirlos en la tierra que les había dicho, o porque los aborrecía, los sacó para matarlos en el desierto..
Y ellos son tu pueblo y tu heredad, que sacaste con tu gran fortaleza y con tu brazo extendido..