Eclesiastés Capítulo 11

Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo habla con nosotros, sus hijos, y lo hace a través de los textos sagrados recogidos en La Biblia. En la Sagrada Biblia está escrita su palabra y sus lecciones para la humanidad. De nosotros, sus hijos, depende leerla y comprender toda la sapiencia que reside en sus palabras. En el capítulo 11 del Eclesiastés del Nuevo Testamento de la Biblia es posible hallar encerradas intensas dosis de sabiduría y conocimiento que el Padre proporcionó a los seres humanos con el objetivo de que ellos pudieran aproximarse a Él.

El Eclesiastés del Nuevo Testamento está compuesto por 12 capítulos. En cristianismo.info puedes leer y aprehender aquello que Dios Nuestro Señor deseó enseñarnos en el capítulo 11. Para facilitar su lectura y comprensión el capítulo 11 del Eclesiastés se halla fraccionado en 10 versículos. Así es más fácil leer y memorizar la palabra del Señor, para que esté a tu lado siempre y te sirva para guiarte.

Nuestro Amado Padre Celestial no nos deja nunca solos, es un padre bondadoso que nos orienta. Por ese motivo nos proporcionó su palabra que nos inspira y sirve de Estrella Polar en los periodos más oscuros. En el capítulo 11 del Eclesiastés del Nuevo Testamento hallarás sin lugar a dudas la respuesta a muchas de las cuestiones que se puedan manifestar en la vida. Al principio de tu diálogo con Dios, haber leído su palabra escrita en los textos que componen la Biblia, y conocer profundamente los 10 versículos del capítulo 11 del Eclesiastés te será de gran utilidad. Así podrás tener siempre presente en tus oraciones en qué consiste la palabra de Dios.

Versículos del capítulo 11 del libro Eclesiastés

Echa tu pan sobre las aguas; que después de muchos días lo hallarás..

Reparte a siete, y aun a ocho: porque no sabes el mal que vendrá sobre la tierra..

Si las nubes fueren llenas de agua, sobre la tierra la derramarán: y si el árbol cayere al mediodía, o al norte, al lugar que el árbol cayere, allí quedará..

El que al viento mira, no sembrará; y el que mira a las nubes, no segará..

Como tú no sabes cuál es el camino del viento, o como se crían los huesos en el vientre de la mujer preñada, así ignoras la obra de Dios, el cual hace todas las cosas..

Por la mañana siembra tu simiente, y a la tarde no dejes reposar tu mano: porque tú no sabes cuál es lo mejor, si esto o lo otro, o si ambas a dos cosas son buenas..

Suave ciertamente es la luz, y agradable a los ojos ver el sol:.

Mas si el hombre viviere muchos años, y en todos ellos hubiere gozado alegría; si después trajere a la memoria los días de las tinieblas, que serán muchos, todo lo que le habrá pasado, dirá haber sido vanidad..

Alégrate, mancebo, en tu mocedad, y tome placer tu corazón en los días de tu juventud; y anda en los caminos de tu corazón, y en la vista de tus ojos: mas sabe, que sobre todas estas cosas te traerá Dios a juicio..

Quita pues el enojo de tu corazón, y aparta el mal de tu carne: porque la mocedad y la juventud son vainidad..