Eclesiastés, 12:10 Versículo Bíblico

El versiculo Eclesiastés, 12:10 de La Santa Biblia es algo que es muy recomendable tener siempre presente de manera que podamos hacer una reflexión acerca de él.Probablemente sería adecuado preguntarse ¿Qué quiso proponernos Dios Nuestro Señor con el versículo Eclesiastés, 12:10? ¿Cuáles serán las coyunturas de nuestra vida diaria en que seremos capaces de aplicar lo que hemos aprendido gracias al versículo Eclesiastés, 12:10 de La Biblia?

Discurrir y recapacitar en torno a lo que se refiere el versículo Eclesiastés, 12:10 nos es de gran ayuda a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, por eso es aconsejable servirse del versículo Eclesiastés, 12:10 siempre que pueda servirnos de guía para saber cómo proceder o para traer el sosiego a nuestras almas.

Procuró el Predicador hallar palabras agradables, y escritura recta, palabras de verdad.

Opiniones de nuestros usuarios

Eva Maria Gimenez Vidal

Hay que confiar en Dios siempre. Él nos ama y nos cuida. Quienes no comprenden el versículo Eclesiastés, 12:10 es porque no han abierto su corazón a Dios.

Maria Rosario Rivas Lozano

Diosito me hizo llegar hasta este versículo Eclesiastés, 12:10 por algún motivo. Me gustaría que alguien que sepa más que yo de la Biblia me explicara porque…

Fernando Cortes Peña

Siento que el Señor me ha hablado directamente a mi corazón con este versículo de la Biblia. Pareciera como que sabía que hoy necesitaba leer el versículo Eclesiastés, 12:10 para lograr la inspiración y la calma en mi corazón. Dios siempre cuida de sus hijos y nunca nos abandona. Gracias Señor.

Cesar Roca Murillo

Esto de los versículos son como frases cortas que se sacan de la Biblia para que queden bien si te las quieres tatuar? Porque yo creo que un tatoo del versiculo Eclesiastés, 12:10 podria ser un buen modo de decirle a Dios que lo amo.

Juan Miguel Nieto Crespo

En Eclesiastés, 12:10 se nota el amor y la inspiración de Dios en cada palabra y cada silencio. Amén.