Eclesiastés Capítulo 5

Dios, Nuestro Señor se comunica con nosotros, que somos sus hijos, y lo hace a través de la Sagrada Biblia. En la Biblia es el lugar en donde se escribió su doctrina y sus lecciones para la humanidad. De nosotros, sus hijos, depende leerla y tratar de captar toda la sapiencia que reside en sus palabras. En el capítulo 5 del Eclesiastés del Nuevo Testamento de las Sagradas Escrituras es posible hallar escondidas píldoras de conocimiento que Dios otorgó a sus hijos para que así ellos llegaran a estar al lado de Él.

El Eclesiastés del Nuevo Testamento consta de 12 capítulos. En nuestra web puedes leer y aprender aquello que Dios Todopoderoso quiso revelarnos en el capítulo 5. Para que lo puedas leer y comprender mejor el capítulo 5 del Eclesiastés está dividido en 20 versículos. De esta manera es más sencillo leer y recordar la palabra Dios Todopoderoso, de modo que esté contigo siempre y te sirva para guiarte.

Nuestro Padre Bondadoso nunca nos abandona, es un padre bondadoso que nos orienta. Ese fue el motivo por el cual nos dió su palabra que nos inspira y sirve de faro en los trances más tenebrosos. En el capítulo 5 del Eclesiastés del Nuevo Testamento encontrarás sin dudarlo la respuesta a gran cantidad de dilemas que te puedan surgir durante la vida. Cuando vas a dar inicio a tu diálogo con el Creador, leer su palabra escrita en las Sagradas Escrituras, y conocer en profundidad los 20 versículos del capítulo 5 del Eclesiastés te será de gran utilidad. De esta manera podrás tener siempre presente en tus plegarias en qué consiste la verdadera palabra de Dios Padre que está en los Cielos.

Versículos del capítulo 5 del libro Eclesiastés

Cuando fueres a la casa de Dios, guarda tu pie; y acércate más para oír que para dar el sacrificio de los necios: porque no saben que hacen mal..

No te des priesa con tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra: por tanto, sean pocas tus palabras..

Porque de la mucha ocupación viene el sueño, y de la multitud de las palabras la voz del necio..

Cuando a Dios hicieres promesa, no tardes en pagarla; porque no se agrada de los insensatos. Paga lo que prometieres..

Mejor es que no prometas, que no que prometas y no pagues..

No sueltes tu boca para hacer pecar a tu carne; ni digas delante del ángel, que fue ignorancia. ¿Por qué harás que Dios se aire a causa de tu voz, y que destruya la obra de tus manos?.

Donde los sueños son en multitud, también lo son las vanidades y muchas las palabras; mas tú teme a Dios..

Si violencias de pobres, y extorsión de derecho y de justicia vieres en la provincia, no te maravilles de esta licencia; porque alto está mirando sobre alto, y uno más alto está sobre ellos..

Además el provecho de la tierra es para todos: el rey mismo está sujeto a los campos..

El que ama el dinero, no se hartará de dinero; y el que ama el mucho tener, no sacará fruto. También esto es vanidad..

Cuando los bienes se aumentan, también se aumentan sus comedores. ¿Qué bien, pues, tendrá su dueño, sino ver los con sus ojos?.

Dulce es el sueño del trabajador, ora coma mucho o poco; mas al rico no le deja dormir la hartura..

Hay una trabajosa enfermedad que he visto debajo del sol: las riquezas guardadas de sus dueños para su mal;.

Las cuales se pierden en malas ocupaciones, y a los hijos que engendraron nada les queda en la mano..

Como salió del vientre de su madre, desnudo, así se vuelve, tornando como vino; y nada tuvo de su trabajo para llevar en su mano..

Este también es un gran mal, que como vino, así haya de volver. ¿Y de qué le aprovechó trabajar al viento?.

Demás de esto, todos los días de su vida comerá en tinieblas, con mucho enojo y dolor y miseria..

He aquí pues el bien que yo he visto: Que lo bueno es comer y beber, y gozar uno del bien de todo su trabajo con que se fatiga debajo del sol, todos los días de su vida que Dios le ha dado; porque esta es su parte..

Asimismo, a todo hombre a quien Dios dio riquezas y hacienda, y le dio también facultad para que coma de ellas, y tome su parte, y goce su trabajo; esto es don de Dios..

Porque no se acordará mucho de los días de su vida; pues Dios le responderá con alegría de su corazón..