Eclesiastés Capítulo 6

Dios, Nuestro Señor que está en los Cielos se dirige a nosotros, que somos fruto de su Creación, y esto lo hace por mediación de la Biblia. En la Sagrada Biblia es donde se encuentra escrita su palabra y sus lecciones para la humanidad. De nosotros, sus hijos, depende leerla y aprehender toda la bondad y sabiduría que reside en sus palabras. En el capítulo 6 del Eclesiastés del Nuevo Testamento de la Biblia es posible hallar resguardadas perlas de sabiduría que Dios Padre obsequió a los hombres con el objetivo de que ellos llegaran a estar cerca de Él.

El Eclesiastés del Nuevo Testamento está formado por 12 capítulos. Ahora en nuestra web es posible leer e interiorizar lo que Dios Nuestro Señor quiso mostrarnos en el capítulo 6. De modo que sea más fácil leerlo, analizarlo y comprenderlo el capítulo 6 del Eclesiastés está fraccionado en 12 versículos. Así es más fácil leer y aprender de memoria la palabra de Dios, de modo que esté contigo siempre y te sirva de orientación y guía.

Nuestro Padre que todo lo puede no nos deja nunca solos, es un padre benévolo que nos aconseja. Por eso nos brindó su palabra que nos inspira y sirve de antorcha en los instantes más tenebrosos. En el capítulo 6 del Eclesiastés del Nuevo Testamento descubrirás sin dudarlo la solución a muchas de las dudas que se puedan manifestar en la vida. Al principio de tu diálogo con el Padre, leer su palabra escrita en los textos que componen la Biblia, y conocer profundamente los 12 versículos del capítulo 6 del Eclesiastés te será de mucha ayuda. De esta manera podrás tener siempre presente en tus plegarias en qué consiste el mandato de Dios.

Versículos del capítulo 6 del libro Eclesiastés

Hay un mal que he visto debajo del cielo, y muy común entre los hombres:.

Hombre a quien Dios dio riquezas, y hacienda, y honra, y nada le falta de todo lo que su alma desea; mas Dios no le dio facultad de comer de ello, sino que los extraños se lo comen. Esto vanidad es, y enfermedad trabajosa..

Si el hombre engendrare ciento, y viviere muchos años, y los días de su edad fueren numerosos; si su alma no se hartó del bien, y también careció de sepultura, yo digo que el abortivo es mejor que él..

Porque en vano vino, y a tinieblas va, y con tinieblas será cubierto su nombre..

Aunque no haya visto el sol, ni conocido nada, más reposo tiene éste que aquél..

Porque si viviere aquel mil años dos veces, si no ha gozado del bien, cierto todos van a un lugar..

Todo el trabajo del hombre es para su boca, y con todo eso su alma no se harta..

Porque ¿qué más tiene el sabio que el necio? ¿qué más tiene el pobre que supo caminar entre los vivos?.

Más vale vista de ojos que deseo que pasa. Y también esto es vanidad y aflicción de espíritu..

El que es, ya su nombre ha sido nombrado; y se sabe que es hombre, y que no podrá contender con el que es más fuerte que él..

Ciertamente las muchas palabras multiplican la vanidad. ¿Qué más tiene el hombre?.

Porque ¿quién sabe cuál es el bien del hombre en la vida, todos los días de la vida de su vanidad, los cuales él pasa como sombra? Porque ¿quién enseñará al hombre qué será después de él debajo del sol?.