Esdras, 8:25 Versículo Bíblico

El versiculo Esdras, 8:25 de los Textos Sagrados que componen la Biblia consiste en algo que es aconsejable tomar en todo momento en consideración para hacer una reflexión sobre él. Acaso deberíamos preguntarnos ¿Qué trataba de manifestarnos Nuestro Padre que está en los Cielos con el versículo Esdras, 8:25? ¿En qué coyunturas de nuestro día a día podemos poner en práctica lo que aprendemos gracias al versículo Esdras, 8:25 de la Santa Biblia?

El hecho de reflexionar en torno a lo que se refiere el versículo Esdras, 8:25 nos es de gran ayuda a ser mejores cristianos y a aproximarnos más a Dios, por eso es útil apoyarse en el versículo Esdras, 8:25 todas y cada una de las veces que necesitemos palabras que nos inspiren y guíen y así saber cómo proceder o para traer el sosiego a nuestros corazones y almas.

Y peseles la plata, y el oro, y los vasos, la ofrenda que para la casa de nuestro Dios habían ofrecido el rey, y sus consultores, y sus príncipes, todos los que se hallaron en Israel.

Opiniones de nuestros usuarios

Jose Javier Cabrera Arias

Gracias, gracias,gracias Padre. Tu amor infinito se nos muestra en este versículo Esdras, 8:25 y en todas y cada una de las palabras que escribiste en la Biblia para nosotros. Gracias a ellas la salvación de nuestras almas está cerca.

Ruben Vera Bernal

Siempre que me siento triste vengo aquí y escojo versículos aleatorios porque sé que un ángel guía mi mouse para que Dios me hable. Hoy me ha tocado el versículo Esdras, 8:25. Gracias Señor por tus palabras. Amén.

Rafael Castro Lorente

El versículo Esdras, 8:25 transmite el amor puro e infinito de Dios por sus hijos. Amén.

Josefa Caro Vidal

Leer el versículo Esdras, 8:25 de la Santa Biblia es un masaje para el alma.

Alberto Peña Galindo

Siento que el Señor me ha hablado directamente a mi corazón con este versículo de la Biblia. Pareciera como que sabía que hoy necesitaba leer el versículo Esdras, 8:25 para lograr la inspiración y la calma en mi corazón. Dios siempre cuida de sus hijos y nunca nos abandona. Gracias Señor.