Ezequiel, 23:8 Versículo Bíblico

Es muy recomendable tomar continuamente en cuenta el versículo Ezequiel, 23:8 de La Biblia a fin de meditar sobre él.Quizás deberíamos preguntarnos ¿Qué trataba de proponernos Nuestro Padre que está en los Cielos con el versículo Ezequiel, 23:8? ¿Cuáles son las ocasiones de nuestro día a día en que seremos capaces de llevar a la práctica aquello que aprendemos gracias al versículo Ezequiel, 23:8 de la Santa Biblia?

Dedicar tiempo a la meditación en torno a lo que se refiere el versículo Ezequiel, 23:8 nos es de gran ayuda a ser mejores personas y a acercarnos más a Dios, ese es el motivo por el cual es bueno acudir al versículo Ezequiel, 23:8 todas y cada una de las veces que necesitemos palabras que nos inspiren y guíen de modo que podamos saber en qué forma acturar o para traer la paz a nuestras almas.

Y no dejó sus fornicaciones de Egipto: porque con ella se echaron en su mocedad, y ellos comprimieron los pechos de su virginidad, y derramaron sobre ella su fornicación.

Opiniones de nuestros usuarios

Celia Lorenzo Lucas

Yo creo en Dios, pero creo que ya debería de modernizar su forma de hablar, o que los traductores hicieran un esfuerzo porque no todos sabemos latín y el versículo Ezequiel, 23:8 creo que es más latín que español, y por eso no se entiende bien lo que dice. De todos modos es la palabra de Dios, así que Amén.

Fatima Gomez Mora

Diosito me hizo llegar hasta este versículo Ezequiel, 23:8 por algún motivo. Me gustaría que alguien que sepa más que yo de la Biblia me explicara porque…

Maria Cristina Guerra Aguado

Siento que el Señor me ha hablado directamente a mi corazón con este versículo de la Biblia. Pareciera como que sabía que hoy necesitaba leer el versículo Ezequiel, 23:8 para lograr la inspiración y la calma en mi corazón. Dios siempre cuida de sus hijos y nunca nos abandona. Gracias Señor.

Josep Leon Valero

Hay que confiar en Dios siempre. Él nos ama y nos cuida. Quienes no comprenden el versículo Ezequiel, 23:8 es porque no han abierto su corazón a Dios.