Ezequiel Capítulo 35

Dios se comunica con nosotros, creados a su imagen y semejanza, y lo hace por mediación de las Sagradas Escrituras que componen la Biblia. En la Biblia es donde se encuentra escrita su doctrina y sus enseñanzas para la humanidad. De nosotros, sus hijos, depende leerla y captar toda la sabiduría que se halla en sus palabras. En el capítulo 35 del Ezequiel del Nuevo Testamento de las Sagradas Escrituras se hallan resguardadas píldoras de conocimiento que el Padre concedió a sus hijos e hijas con el objetivo de que ellos tuvieran la capacidad de estar junto a Él.

El Ezequiel del Nuevo Testamento está formado por 48 capítulos. Ahora en cristianismo.info te ofrecemos la posibilidad de leer y estudiar aquello que Dios Todopoderoso se propuso enseñarnos en el capítulo 35. Para facilitar su lectura y comprensión el capítulo 35 del Ezequiel se halla dividido en 15 versículos. De esta manera es más simple leer y aprender de memoria la palabra del Señor, de modo que esté a tu lado siempre y te sirva de brújula en la vida.

Nuestro Padre Bondadoso es el único que jamás nos abandona, es un padre bueno que nos aconseja. Ese fue el motivo por el cual nos proporcionó su palabra que nos inspira y sirve de fanal en los momentos más tenebrosos. En el capítulo 35 del Ezequiel del Nuevo Testamento hallarás sin duda la clave a muchas de las cuestiones que puedan aparecer a lo largo de la vida. En el inicio de tu diálogo con el Altísimo, leer su palabra escrita en la Biblia, y conocer profundamente los 15 versículos del capítulo 35 del Ezequiel te será muy útil. De esta manera tendrás siempre presente en tus plegarias cuál es la verdadera palabra de Dios.

Versículos del capítulo 35 del libro Ezequiel

Y fue a mí palabra de Jehová, diciendo:.

Hijo del hombre, pon tu rostro hacia el monte de Seir, y profetiza contra él,.

Y dile: Así ha dicho el Señor Jehová: He aquí yo contra ti, oh monte de Seir, y extenderé mi mano contra ti, y te pondré en asolamiento y en soledad..

A tus ciudades asolaré, y tú serás asolado; y sabrás que yo soy Jehová..

Por cuanto tuviste enemistades perpetuas, y esparciste los hijos de Israel a poder de espada en el tiempo de su aflicción, en el tiempo extremadamente malo;.

Por tanto, vivo yo, dice el Señor Jehová, que a sangre te diputaré, y sangre te perseguirá: y pues la sangre no aborreciste, sangre te perseguirá..

Y pondré al monte de Seir en asolamiento y en soledad, y cortaré de él pasante y volviente..

Y henchiré sus montes de sus muertos: en tus collados, y en tus valles, y en todos tus arroyos, caerán ellos muertos a cuchillo..

Yo te pondré en asolamientos perpetuos, y tus ciudades nunca más se restaurarán; y sabréis que yo soy Jehová..

Por cuanto dijiste: Las dos naciones y las dos tierras serán mías, y las poseeremos, estando allí Jehová;.

Por tanto, vivo yo, dice el Señor Jehová, yo haré conforme a tu ira, y conforme a tu celo con que procediste, a causa de tus enemistades con ellos: y seré conocido en ellos, cuando te juzgaré..

Y sabrás que yo Jehová he oído todas tus injurias que proferiste contra los montes de Israel, diciendo: Destruidos son, nos son dados a devorar..

Y os engrandecisteis contra mí con vuestra boca, y multiplicasteis contra mí vuestras palabras. Yo lo oí..

Así ha dicho el Señor Jehová: Alegrándose toda la tierra, yo te haré soledad..

Como te alegraste sobre la heredad de la casa de Israel, porque fue asolada, así te haré a ti: asolado será el monte de Seir, y toda Idumea, toda ella; y sabrán que yo soy Jehová..