Gálatas Capítulo 3

Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo habla con nosotros, sus hijos e hijas, y nos habla a través de la Sagrada Biblia. En la Biblia se encuentra escrita su doctrina y sus enseñanzas para la humanidad. Nosotros disponemos del libre albedrío para leerla y aprehender toda la sabiduría que se encuentra en sus palabras. En el capítulo 3 del Gálatas del Nuevo Testamento de la Sagrada Biblia están confinadas píldoras de conocimiento que Dios Creador obsequió a sus hijos para que ellos pudieran aproximarse a Él.

El Gálatas del Nuevo Testamento dispone de 6 capítulos. Ahora en nuestra web tienes la posibilidad de leer aquello que Dios quiso revelarnos en el capítulo 3. Para que lo puedas leer y comprender mejor el capítulo 3 del Gálatas está fraccionado en 29 versículos. Así es más simple leer y retener en la memoria la palabra de Dios Nuestro Señor, de forma que vaya contigo siempre y te sirva para no perder el rumbo de tu vida.

Nuestro Padre Bondadoso está siempre con nosotros, es un padre compasivo que nos orienta. Por ese motivo nos brindó su palabra que nos alumbra y sirve de Estrella Polar en los periodos más tenebrosos. En el capítulo 3 del Gálatas del Nuevo Testamento descubrirás sin lugar a dudas la clave a muchas de las preguntas que te puedan surgir en la vida. En el momento de comenzar tu diálogo con Dios, el hecho de leer su palabra escrita en la Biblia, y entender profundamente los 29 versículos del capítulo 3 del Gálatas te será de mucha ayuda. De esta forma podrás tener siempre presente en tus oraciones cuál es la palabra de Dios Padre que está en los Cielos.

Versículos del capítulo 3 del libro Gálatas

¡Oh Gálatas insensatos! ¿quién os fascinó, para no obedecer a la verdad, ante cuyos ojos Jesucristo fue ya descrito como crucificado entre vosotros?.

Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír de la fe?.

¿Tan necios sois? ¿habiendo comenzado por el Espíritu, ahora os perfeccionáis por la carne?.

¿Tantas cosas habéis padecido en vano? si empero en vano..

Aquel, pues, que os daba el Espíritu, y obraba maravillas entre vosotros ¿hacíalo por las obras de la ley, o por el oír de la fe?.

Como Abraham creyó a Dios, y le fue imputado a justicia..

Sabéis por tanto, que los que son de fe, los tales son hijos de Abraham..

Y viendo antes la Escritura que Dios por la fe había de justificar a los Gentiles, evangelizó antes a Abraham, diciendo: En ti serán benditas todas las naciones..

Luego los de la fe son benditos con el creyente Abraham..

Porque todos los que son de las obras de la ley, están bajo de maldición. Porque escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas que están escritas en el libro de la ley, para hacerlas..

Mas por cuanto por la ley ninguno se justifica para con Dios, queda manifiesto: Que el justo por la fe vivirá..

La ley también no es de la fe; sino, El hombre que los hiciere, vivirá en ellos..

Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición; (porque está escrito: Maldito cualquiera que es colgado en madero:).

Para que la bendición de Abraham fuese sobre los Gentiles en Cristo Jesús; para que por la fe recibamos la promesa del Espíritu..

Hermanos, hablo como hombre: Aunque un pacto sea de hombre, con todo, siendo confirmado, nadie lo cancela, o le añade..

A Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como de muchos; sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo..

Esto pues digo: Que el contrato confirmado de Dios para con Cristo, la ley que fue hecha cuatrocientos treinta años después, no lo abroga, para invalidar la promesa..

Porque si la herencia es por la ley, ya no es por la promesa: empero Dios por la promesa hizo la donación a Abraham..

¿Pues de qué sirve la ley? Fue puesta por causa de las rebeliones, hasta que viniese la simiente a quien fue hecha la promesa, ordenada aquélla por los ángeles en la mano de un mediador..

Y el mediador no es de uno, pero Dios es uno..

¿Luego la ley es contra las promesas de Dios? En ninguna manera: porque si la ley dada pudiera vivificar, la justicia fuera verdaderamente por la ley..

Mas encerró la Escritura todo bajo pecado, para que la promesa fuese dada a los creyentes por la fe de Jesucristo..

Empero antes que viniese la fe, estábamos guardados bajo la ley, encerrados para aquella fe que había de ser descubierta..

De manera que la ley nuestro ayo fue para llevarnos a Cristo, para que fuésemos justificados por la fe..

Mas venida la fe, ya no estamos bajo ayo;.

Porque todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús..

Porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis vestidos..

No hay Judío, ni Griego; no hay siervo, ni libre; no hay varón, ni hembra: porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús..

Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente la simiente de Abraham sois, y conforme a la promesa los herederos..