Gálatas Capítulo 4

Dios, Nuestro Señor que está en los Cielos se nos manifiesta a nosotros, sus hijos, y nos habla gracias a las Sagradas Escrituras que componen la Biblia. En ella es el lugar en donde se escribió su doctrina y sus enseñanzas para la humanidad. Nosotros somos quienes decidimos si leerla y aprehender toda la sapiencia que hay en sus palabras. En el capítulo 4 del Gálatas del Nuevo Testamento de la Sagrada Biblia se encuentran encerradas píldoras de conocimiento que Dios Creador entregó a sus hijos e hijas para que ellos pudieran estar al lado de Él.

El Gálatas del Nuevo Testamento dispone de 6 capítulos. Ahora en cristianismo.info tienes la posibilidad de leer lo que Dios, en toda su Bondad se propuso enseñarnos en el capítulo 4. De modo que sea más fácil leerlo, analizarlo y comprenderlo el capítulo 4 del Gálatas está fraccionado en 31 versículos. De este modo es más sencillo leer y recordar la palabra Dios que está en los Cielos, de forma que te acompañe siempre y te sirva como una luz en tu camino.

Nuestro Amado Padre Celestial jamás nos abandona, es un padre clemente que nos orienta. Por eso nos dió su palabra que nos ilumina y sirve de linterna en los momentos más sombríos. En el capítulo 4 del Gálatas del Nuevo Testamento podrás encontrar con toda seguridad la clave a muchas de las cuestiones que te puedan surgir en la vida. Al principio de tu diálogo con el Creador, haber leído su palabra escrita en la Sagrada Biblia, y comprender en profundidad los 31 versículos del capítulo 4 del Gálatas te será de gran ayuda. De esta forma tendrás siempre presente en tus rezos cuál es la palabra de Nuestro Señor.

Versículos del capítulo 4 del libro Gálatas

También digo: Entre tanto que el heredero es niño, en nada difiere del siervo, aunque es señor de todo;.

Mas está debajo de tutores y curadores hasta el tiempo señalado por el padre..

Así también nosotros, cuando éramos niños, éramos siervos bajo los rudimentos del mundo..

Mas venido el cumplimiento del tiempo, Dios envió su Hijo, hecho de mujer, hecho súbdito a la ley,.

Para que redimiese a los que estaban debajo de la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos..

Y por cuanto sois hijos, Dios envió el Espíritu de su Hijo en vuestros corazones, el cual clama: Abba, Padre..

Así que ya no eres más siervo, sino hijo, y si hijo, también heredero de Dios por Cristo..

Antes, en otro tiempo, no conociendo a Dios, servíais a los que por naturaleza no son dioses:.

Mas ahora, habiendo conocido a Dios, o más bien, siendo conocidos de Dios, ¿cómo os volvéis de nuevo a los flacos y pobres rudimentos, en los cuales queréis volver a servir?.

Guardáis los días, y los meses, y los tiempos, y los años..

Temo de vosotros, que no haya trabajado en vano en vosotros..

Hermanos, os ruego, sed como yo, porque yo soy como vosotros: ningún agravio me habéis hecho..

Que vosotros sabéis que por flaqueza de carne os anuncié el evangelio al principio:.

Y no desechasteis ni menospreciasteis mi tentación que estaba en mi carne: antes me recibisteis como a un ángel de Dios, como a Cristo Jesús..

¿Dónde está pues vuestra bienaventuranza? porque yo os doy testimonio que si se pudiera hacer, os hubierais sacado vuestros ojos para dármelos..

¿Heme pues hecho vuestro enemigo, diciéndoos la verdad?.

Tienen celos de vosotros, pero no bien: antes os quieren echar fuera para que vosotros los celéis a ellos..

Bueno es ser celosos en bien siempre; y no solamente cuando estoy presente con vosotros..

Hijitos míos, que vuelvo otra vez a estar de parto de vosotros, hasta que Cristo sea formado en vosotros;.

Querría cierto estar ahora con vosotros, y mudar mi voz; porque estoy perplejo en cuanto a vosotros..

Decidme, los que queréis estar debajo de la ley, ¿no habéis oído la ley?.

Porque escrito está que Abraham tuvo dos hijos; uno de la sierva, el otro de la libre..

Mas el de la sierva nació según la carne; pero el de la libre nació por la promesa..

Las cuales cosas son dichas por alegoría: porque estas mujeres son los dos pactos; el uno ciertamente del monte Sinaí, el cual engendró para servidumbre, que es Agar..

Porque Agar o Sinaí es un monte de Arabia, el cual es conjunto a la que ahora es Jerusalem, la cual sirve con sus hijos..

Mas la Jerusalem de arriba libre es; la cual es la madre de todos nosotros..

Porque está escrito: Alégrate, estéril, que no pares: Prorrumpe y clama, la que no estás de parto; Porque más son los hijos de la dejada, que de la que tiene marido..

Así que, hermanos, nosotros como Isaac somos hijos de la promesa..

Empero como entonces el que era engendrado según la carne, perseguía al que había nacido según el Espíritu, así también ahora..

Mas ¿qué dice la Escritura? Echa fuera a la sierva y a su hijo; porque no será heredero el hijo de la sierva con el hijo de la libre..

De manera, hermanos, que no somos hijos de la sierva, mas de la libre..