Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo se nos revela a nosotros, creados a su imagen y semejanza, y nos habla por medio de las Sagradas Escrituras que componen la Biblia. En la Biblia es donde se encuentra escrita su palabra y sus enseñanzas para la humanidad. De nosotros depende leerla y recibir toda la sabiduría que hay en sus palabras. En el capítulo 33 del Génesis del Nuevo Testamento de los textos de las Biblia encontramos encerradas perlas de sabiduría que Dios concedió a sus hijos e hijas para que así ellos llegaran a aproximarse a Él.
El Génesis del Nuevo Testamento se compone de 50 capítulos. Ahora te ofrecemos la posibilidad de leer lo que Dios, en toda su Bondad se propuso revelarnos en el capítulo 33. Para facilitar su lectura y comprensión el capítulo 33 del Génesis está dividido en 20 versículos. Así es más fácil leer y retener en la memoria la palabra de Dios, de forma que te acompañe siempre y te sirva de guía.
Nuestro Padre que todo lo puede está siempre con nosotros, es un padre benévolo que nos orienta. Ese fue el motivo por el cual nos obsequió con su palabra que nos ilumina y sirve de antorcha en los momentos más oscuros. En el capítulo 33 del Génesis del Nuevo Testamento hallarás con toda seguridad la respuesta a muchas de las preguntas que te puedan surgir durante la vida. En el momento de comenzar tu diálogo con el Creador, el hecho de leer su palabra escrita en la Biblia, y entender profundamente los 20 versículos del capítulo 33 del Génesis te será de gran utilidad. De esta forma tendrás siempre presente en tus plegarias en qué consiste la verdadera palabra de Dios Todopoderoso.
Y alzando Jacob sus ojos miró, y he aquí venía Esaú, y los cuatrocientos hombres con él: entonces repartió él los niños entre Lea y Rachêl y las dos siervas..
Y puso las siervas y sus niños delante; luego a Lea y a sus niños; y a Rachêl y a José los postreros..
Y él pasó delante de ellos, e inclinose a tierra siete veces, hasta que llegó a su hermano..
Y Esaú corrió a su encuentro, y abrazole, y echose sobre su cuello, y le besó; y lloraron..
Y alzó sus ojos, y vio las mujeres y los niños, y dijo: ¿Qué te tocan éstos? Y él respondió: Son los niños que Dios ha dado a tu siervo..
Y se llegaron las siervas, ellas y sus niños, e inclináronse..
Y llegose Lea con sus niños, e inclináronse: y después llegó José y Rachêl, y también se inclinaron..
Y él dijo: ¿Qué te propones con todas estas cuadrillas que he encontrado? Y él respondió: El hallar gracia en los ojos de mi señor..
Y dijo Esaú: Harto tengo yo, hermano mío: sea para ti lo que es tuyo..
Y dijo Jacob: No, yo te ruego, si he hallado ahora gracia en tus ojos, toma mi presente de mi mano, pues que así he visto tu rostro, como si hubiera visto el rostro de Dios; y hazme placer..
Toma, te ruego, mi dádiva que te es traída; porque Dios me ha hecho merced, y todo lo que hay aquí es mío. Y porfió con él, y tomola..
Y dijo: Anda, y vamos; y yo iré delante de ti..
Y él le dijo: Mi señor sabe que los niños son tiernos, y que tengo ovejas y vacas paridas; y si las fatigan, en un día morirán todas las ovejas..
Pase ahora mi señor delante de su siervo, y yo me iré poco a poco al paso de la hacienda que va delante de mí, y al paso de los niños, hasta que llegue a mi señor a Seir..
Y Esaú dijo: Dejaré ahora contigo de la gente que viene conmigo. Y él dijo: ¿Para qué esto? halle yo gracia en los ojos de mi señor..
Así se volvió Esaú aquel día por su camino a Seir..
Y Jacob se partió a Succoth, y edificó allí casa para sí, e hizo cabañas para su ganado: por tanto llamó el nombre de aquel lugar Succoth..
Y vino Jacob sano a la ciudad de Sichêm, que está en la tierra de Canaán, cuando venía de Padan-aram; y acampó delante de la ciudad..
Y compró una parte del campo, donde tendió su tienda, de mano de los hijos de Hamor, padre de Sichêm, por cien piezas de moneda..
Y erigió allí un altar, y llamole: El Dios de Israel..