Génesis Capítulo 43

Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo se dirige a nosotros, sus hijos, y lo hace mediante la Sagrada Biblia. En la Sagrada Biblia podemos encontrar escrita su palabra y sus conocimientos para la humanidad. Nosotros disponemos del libre albedrío para leerla y recibir toda la sapiencia que se halla en sus palabras. En el capítulo 43 del Génesis del Nuevo Testamento de las Sagradas Escrituras se hallan escondidas píldoras de conocimiento que Dios Padre concedió a los hombres con el objetivo de que ellos tuvieran la capacidad de estar al lado de Él.

El Génesis del Nuevo Testamento consta de 50 capítulos. En nuestra web tienes la posibilidad de leer y estudiar aquello que Dios se propuso mostrarnos en el capítulo 43. Para que la lectura y la comprensión sean más fáciles el capítulo 43 del Génesis se encuentra fraccionado en 34 versículos. De esta manera es más fácil leer y retener en la memoria la palabra Dios que está en los Cielos, de modo que te acompañe siempre y te sirva para guiarte.

Dios Nuestro Señor jamás nos deja solos, es un padre bueno que nos orienta. Por ese motivo nos regaló su palabra que nos alumbra y sirve de Estrella Polar en los periodos más tenebrosos. En el capítulo 43 del Génesis del Nuevo Testamento podrás encontrar sin lugar a dudas la respuesta a muchas de las cuestiones que se puedan manifestar durante la vida. A la hora de iniciar tu diálogo con Dios, haber leído su palabra escrita en la Biblia, y dominar profundamente los 34 versículos del capítulo 43 del Génesis te será de gran utilidad. De esta forma te será posible tener siempre presente en tus rezos en qué consiste la palabra de Dios Todopoderoso.

Versículos del capítulo 43 del libro Génesis

Y el hambre era grande en la tierra..

Y aconteció que como acabaron de comer el trigo que trajeron de Egipto, díjoles su padre: Volved, y comprad para nosotros un poco de alimento..

Y respondió Judá, diciendo: Aquel varón nos protestó con ánimo resuelto, diciendo: No veréis mi rostro sin vuestro hermano con vosotros..

Si enviares a nuestro hermano con nosotros, descenderemos y te compraremos alimento:.

Pero si no le enviares, no descenderemos: porque aquel varón nos dijo: No veréis mi rostro sin vuestro hermano con vosotros..

Y dijo Israel: ¿Por qué me hicisteis tanto mal, declarando al varón que teníais más hermano?.

Y ellos respondieron: Aquel varón nos preguntó expresamente por nosotros, y por nuestra parentela, diciendo: ¿Vive aún vuestro padre? ¿tenéis otro hermano? y declarámosle conforme a estas palabras. ¿Podíamos nosotros saber que había de decir: Haced venir a vuestro hermano?.

Entonces Judá dijo a Israel su padre: Envía al mozo conmigo, y nos levantaremos e iremos, a fin que vivamos y no muramos nosotros, y tú, y nuestros niños..

Yo lo fío; a mí me pedirás cuenta de él: si yo no te lo volviere y lo pusiere delante de ti, seré para ti el culpante todos los días:.

Que si no nos hubiéramos detenido, cierto ahora hubiéramos ya vuelto dos veces..

Entonces Israel su padre les respondió: Pues que así es, hacedlo; tomad de lo mejor de la tierra en vuestros vasos, y llevad a aquel varón un presente, un poco de bálsamo, y un poco de miel, aromas y mirra, nueces y almendras..

Y tomad en vuestras manos doblado dinero, y llevad en vuestra mano el dinero vuelto en las bocas de vuestros costales; quizá fue yerro..

Tomad también a vuestro hermano, y levantaos, y volved a aquel varón..

Y el Dios Omnipotente os dé misericordias delante de aquel varón, y os suelte al otro vuestro hermano, y a este Benjamín. Y si he de ser privado de mis hijos, séalo..

Entonces tomaron aquellos varones el presente, y tomaron en su mano doblado dinero, y a Benjamín; y se levantaron, y descendieron a Egipto, y presentáronse delante de José..

Y vio José a Benjamín con ellos, y dijo al mayordomo de su casa: Mete en casa a esos hombres, y degüella víctima, y aderézala; porque estos hombres comerán conmigo al medio día..

E hizo el hombre como José dijo; y metió aquel hombre a los hombres en casa de José..

Y aquellos hombres tuvieron temor, cuando fueron metidos en casa de José, y decían: Por el dinero que fue vuelto en nuestros costales la primera vez nos han metido aquí, para revolver contra nosotros, y dar sobre nosotros, y tomarnos por siervos a nosotros, y a nuestros asnos..

Y llegáronse al mayordomo de la casa de José, y le hablaron a la entrada de la casa..

Y dijeron: Ay, señor mío, nosotros en realidad de verdad descendimos al principio a comprar alimentos:.

Y aconteció que como vinimos al mesón y abrimos nuestros costales, he aquí el dinero de cada uno estaba en la boca de su costal, nuestro dinero en su justo peso; y hémoslo vuelto en nuestras manos..

Hemos también traído en nuestras manos otro dinero para comprar alimentos: nosotros no sabemos quién haya puesto nuestro dinero en nuestros costales..

Y él respondió: Paz a vosotros, no temáis; vuestro Dios y el Dios de vuestro padre os dio el tesoro en vuestros costales: vuestro dinero vino a mí. Y sacó a Simeón a ellos..

Y metió aquel varón a aquellos hombres en casa de José: y dioles agua, y lavaron sus pies: y dio de comer a sus asnos..

Y ellos prepararon el presente entretanto que venía José al medio día, porque habían oído que allí habían de comer pan..

Y vino José a casa, y ellos le trajeron el presente que tenían en su mano dentro de casa, e inclináronse a él hasta tierra..

Entonces les preguntó él cómo estaban, y dijo: ¿Vuestro padre, el anciano que dijisteis, lo pasa bien? ¿vive todavía?.

Y ellos respondieron: Bien va a tu siervo nuestro padre; aun vive. Y se inclinaron, e hicieron reverencia..

Y alzando él sus ojos vio a Benjamín su hermano, hijo de su madre, y dijo: ¿Es éste vuestro hermano menor, de quien me hablasteis? Y dijo: Dios tenga misericordia de ti, hijo mío..

Entonces José se apresuró, porque se conmovieron sus entrañas a causa de su hermano, y procuró donde llorar: y entrose en su cámara, y lloró allí..

Y lavó su rostro, y salió fuera, y reprimiose, y dijo: Poned pan..

Y pusieron para él aparte, y separadamente para ellos, y aparte para los Egipcios que con él comían: porque los Egipcios no pueden comer pan con los Hebreos, lo cual es abominación a los Egipcios..

Y sentáronse delante de él, el mayor conforme a su mayoría, y el menor conforme a su menoría; y estaban aquellos hombres atónitos mirándose el uno al otro..

Y él tomó viandas de delante de sí para ellos; mas la porción de Benjamín era cinco veces como cualquiera de las de ellos. Y bebieron, y alegráronse con él..