Dios, Nuestro Señor se dirige a nosotros, que somos fruto de su Creación, y esto lo hace por medio de la Biblia. En la Sagrada Biblia está escrita su doctrina y sus enseñanzas para la humanidad. Nosotros disponemos del libre albedrío para leerla y captar toda la sabiduría que hay en sus palabras. En el capítulo 16 del Hechos del Nuevo Testamento de los textos de las Biblia permanecen encerradas auténticas dosis de conocimiento y bondad que el Padre concedió a sus hijos e hijas con el objetivo de que ellos pudieran estar cerca de Él.
El Hechos del Nuevo Testamento dispone de 28 capítulos. Ahora puedes leer y aprender aquello que Nuestro Señor deseó mostrarnos en el capítulo 16. Para facilitar su lectura y comprensión el capítulo 16 del Hechos está fraccionado en 40 versículos. Así es más sencillo leer y retener en la memoria la palabra del Señor, para que esté contigo siempre y te sirva para no perder el rumbo de tu vida.
Nuestro Padre, Dios Todopoderoso nunca nos abandona, es un padre bondadoso que nos orienta. Por eso nos brindó su palabra que nos inspira y sirve de antorcha en los instantes más sombríos. En el capítulo 16 del Hechos del Nuevo Testamento hallarás con toda seguridad la clave a muchos de los interrogantes que te puedan surgir a lo largo de la vida. Cuando vas a dar inicio a tu diálogo con el Altísimo, haber leído su palabra escrita en la Sagrada Biblia, y comprender profundamente los 40 versículos del capítulo 16 del Hechos te será extremadamente útil. De esta forma podrás tener siempre presente en tus oraciones en qué consiste la palabra de Dios Todopoderoso.
Después llegó a Derbe, y a Listra: y he aquí, estaba allí un discípulo llamado Timoteo, hijo de una mujer Judía fiel, mas de padre Griego..
De éste daban buen testimonio los hermanos que estaban en Listra y en Iconio..
Este quiso Pablo que fuese con Él; y tomándole, le circuncidó por causa de los Judíos que estaban en aquellos lugares; porque todos sabían que su padre era Griego..
Y como pasaban por las ciudades, les daban que guardasen los decretos que habían sido determinados por los apóstoles y los ancianos que estaban en Jerusalem..
Así que, las iglesias eran confirmadas en fe, y eran aumentadas en número cada día..
Y pasando a Phrygia y la provincia de Galacia, les fue prohibido por el Espíritu Santo hablar la palabra en Asia..
Y como vinieron a Misia, tentaron de ir a Bithynia; mas el Espíritu no les dejó..
Y pasando a Misia, descendieron a Troas..
Y fue mostrada a Pablo de noche una visión: Un varón Macedonio se puso delante, rogándole, y diciendo: Pasa a Macedonia, y ayúdanos..
Y como vio la visión, luego procuramos partir a Macedonia, dando por cierto que Dios nos llamaba para que les anunciásemos el evangelio..
Partidos pues de Troas, vinimos camino derecho a Samotracia, y el día siguiente a Neápolis;.
Y de allí a Filipos, que es la primera ciudad de la parte de Macedonia, y una colonia; y estuvimos en aquella ciudad algunos días..
Y un día de sábado salimos de la puerta junto al río, donde solía ser la oración; y sentándonos, hablamos a las mujeres que se habían juntado..
Entonces una mujer llamada Lidia, que vendía púrpura en la ciudad de Tiatira, temerosa de Dios, estaba oyendo; el corazón de la cual abrió el Señor para que estuviese atenta a lo que Pablo decía..
Y cuando fue bautizada, y su familia, nos rogó, diciendo: Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, entrad en mi casa, y posad: y constriñonos..
Y aconteció, que yendo nosotros a la oración, una muchacha que tenía espíritu pitónico, nos salió al encuentro, la cual daba grande ganancia a sus amos adivinando..
Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, daba voces, diciendo: Estos hombres son siervos del Dios Alto, los cuales os anuncian el camino de salud..
Y esto hacía por muchos días; mas desagradando a Pablo, se volvió y dijo al espíritu: Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. Y salió en la misma hora..
Y viendo sus amos que había salido la esperanza de su ganancia, prendieron a Pablo y a Silas, y los trajeron al foro, al magistrado;.
Y presentándolos a los magistrados, dijeron: Estos hombres, siendo Judíos, alborotan nuestra ciudad,.
Y predican ritos, los cuales no nos es lícito recibir ni hacer, pues somos Romanos..
Y agolpose el pueblo contra ellos: y los magistrados rompiéndoles sus ropas, les mandaron azotar con varas..
Y después que los hubieron herido de muchos azotes, los echaron en la cárcel, mandando al carcelero que los guardase con diligencia:.
El cual, recibido este mandamiento, los metió en la cárcel de más adentro; y les apretó los pies en el cepo..
Mas a media noche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios: y los que estaban presos los oían..
Entonces fue hecho de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se movían; y luego todas las puertas se abrieron, y las prisiones de todos soltaron..
Y despertado el carcelero, como vio abiertas las puertas de la cárcel, sacando la espada se quería matar, pensando que los presos se habían huido..
Mas Pablo clamó a gran voz, diciendo: No te hagas ningún mal; que todos estamos aquí..
Él entonces pidiendo luz, entró dentro, y temblando, derribose a los pies de Pablo y de Silas;.
Y sacándolos fuera, le dice: Señores, ¿qué es menester que yo haga para ser salvo?.
Y ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo tú, y tu casa..
Y le hablaron la palabra del Señor, y a todos los que estaban en su casa..
Y tomándolos en aquella misma hora de la noche, les lavó los azotes; y se bautizó luego Él, y todos los suyos..
Y llevándolos a su casa, les puso la mesa: y se gozó de que con toda su casa había creído a Dios..
Y como fue, día, los magistrados enviaron los alguaciles, diciendo: Deja ir a aquellos hombres..
Y el carcelero hizo saber estas palabras a Pablo: Los magistrados han enviado a decir que seáis sueltos: así que ahora salid, e id en paz..
Entonces Pablo les dijo: Azotados públicamente sin ser condenados, siendo hombres Romanos, nos echaron en la cárcel; y ¿ahora nos echan encubiertamente? No, de cierto, sino vengan ellos y sáquennos..
Y los alguaciles volvieron a decir a los magistrados estas palabras: y tuvieron miedo, oído que eran Romanos..
Y viniendo, les rogaron; y sacándolos, les pidieron que se saliesen de la ciudad..
Entonces salidos de la cárcel, entraron en casa de Lidia; y habiendo visto a los hermanos, los consolaron, y se salieron..