Hechos Capítulo 2

Dios Padre habla con nosotros, sus hijos e hijas, y esto lo hace a través de la Sagrada Biblia. En ella es donde se encuentra escrita su palabra y sus enseñanzas para la humanidad. De nosotros, sus hijos, depende leerla y recibir toda la sabiduría que se encuentra en sus palabras. En el capítulo 2 del Hechos del Nuevo Testamento de las Sagradas Escrituras encontramos resguardadas intensas dosis de sabiduría y conocimiento que Dios Nuestro Señor proporcionó a sus hijos para que así ellos pudieran estar cerca de Él.

El Hechos del Nuevo Testamento tiene 28 capítulos. Ahora es posible leer aquello que Nuestro Señor quiso mostrarnos en el capítulo 2. Para que lo puedas leer y comprender mejor el capítulo 2 del Hechos se halla fraccionado en 47 versículos. De esta manera es más fácil leer y retener en la memoria la palabra del Señor, para que vaya contigo siempre y te sirva de brújula en la vida.

Nuestro Amado Padre Celestial jamás nos abandona, es un padre clemente que nos guía. Por eso nos dió su palabra que nos inspira y sirve de faro en los periodos más sombríos. En el capítulo 2 del Hechos del Nuevo Testamento hallarás sin lugar a dudas la respuesta a gran cantidad de dilemas que de pronto aparecen durante la vida. A la hora de iniciar tu diálogo con Dios, leer su palabra escrita en las Sagradas Escrituras, y comprender en profundidad los 47 versículos del capítulo 2 del Hechos te será extremadamente útil. De este modo tendrás siempre presente en tus plegarias en qué consiste el mandato de Dios.

Versículos del capítulo 2 del libro Hechos

Y como se cumplieron los días de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos;.

Y de repente vino un estruendo del cielo como de un viento recio que corría, el cual hinchió toda la casa donde estaban sentados;.

Y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, que se asentó sobre cada uno de ellos..

Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, como el Espíritu les daba que hablasen..

Moraban entonces en Jerusalem Judíos, varones religiosos, de todas las naciones debajo del cielo..

Y hecho este estruendo, juntose la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar su propia lengua..

Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: He aquí ¿no son Galileos todos estos que hablan?.

¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en que somos nacidos?.

Partos y Medos, y Elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, en Judea y en Capadocia, en el Ponto y en Asia,.

En Phrygia y Pamphylia, en Egipto y en las partes de África que está de la otra parte de Cirene, y Romanos extranjeros, tanto Judíos como convertidos,.

Cretenses y Arabes, les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios..

Y estaban todos atónitos y perplejos, diciendo los unos a los otros: ¿Qué quiere ser esto?.

Mas otros burlándose, decían: Que están llenos de mosto..

Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó su voz, y habloles diciendo: Varones Judíos, y todos los que habitáis en Jerusalem, esto os sea notorio, y oíd mis palabras..

Porque éstos no están borrachos, como vosotros pensáis, siendo la hora tercia del día;.

Mas esto es lo que fue dicho por el profeta Joel:.

Y será en los postreros días, dice Dios, Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; Y vuestros mancebos verán visiones, Y vuestros viejos soñarán sueños:.

Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán..

Y daré prodigios arriba en el cielo, Y señales abajo en la tierra, Sangre y fuego y vapor de humo:.

El sol se volverá en tinieblas, Y la luna en sangre, Antes que venga el día del Señor, Grande y manifiesto;.

Y será que todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo..

Varones Israelitas, oíd estas palabras: Jesús Nazareno, varón aprobado de Dios entre vosotros en maravillas y prodigios y señales, que Dios hizo por Él en medio de vosotros, como también vosotros sabéis;.

A éste, entregado por determinado consejo y providencia de Dios, prendisteis y matasteis por manos de los inicuos, crucificándole;.

Al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible ser detenido de ella..

Porque David dice de Él: Veía al Señor siempre delante de mí: Porque está a mi diestra, no seré conmovido..

Por lo cual mi corazón se alegró, y gozose mi lengua; Y aun mi carne descansará en esperanza;.

Que no dejarás mi alma en el infierno, Ni darás a tu Santo que vea corrupción..

Hicísteme notorios los caminos de la vida; Me henchirás de gozo con tu presencia..

Varones hermanos, se os puede libremente decir del patriarca David, que murió, y fue sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta del día de hoy..

Empero siendo profeta, y sabiendo que con juramento le había Dios jurado que del fruto de su lomo, cuanto a la carne, levantaría al Cristo que se sentaría sobre su trono;.

Viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el infierno, ni su carne vio corrupción..

A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos..

Así que, levantado por la diestra de Dios, y recibiendo del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís..

Porque David no subió a los cielos; empero Él dice: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra,.

Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies..

Sepa pues ciertísimamente toda la casa de Israel, que a éste Jesús que vosotros crucificasteis, Dios ha hecho Señor y Cristo..

Entonces oído esto, fueron compungidos de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos?.

Y Pedro les dice: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo..

Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare..

Y con otras muchas palabras testificaba y exhortaba, diciendo: Sed salvos de esta perversa generación..

Así que, los que recibieron su palabra, fueron bautizados: y fueron añadidas a ellos aquel día como tres mil personas..

Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, y en la comunión, y en el partimiento del pan, y en las oraciones..

Y toda persona tenía temor: y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles..

Y todos los que creían estaban juntos; y tenían todas las cosas comunes;.

Y vendían las posesiones, y las haciendas, y repartíanlas a todos, como cada uno había menester..

Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y con sencillez de corazón,.

Alabando a Dios, y teniendo gracia con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos..