Hechos, 2:27 Versículo Bíblico

Hay que tomar siempre en cuenta el versículo Hechos, 2:27 de La Santa Biblia para hacer una reflexión acerca de él.Seguramente sería bueno preguntarse ¿Qué trataba de decirnos Nuestro Padre Todopoderoso con el versículo Hechos, 2:27? ¿Cuáles serán las coyunturas de nuestra vida diaria en que seremos capaces de recurrir a aquello que hemos aprendido gracias al versículo Hechos, 2:27 de Las Sagradas Escrituras?

El hecho de reflexionar en torno a lo que se refiere el versículo Hechos, 2:27 nos es de gran ayuda a ser mejores personas y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, esa es la razón por la cual es bueno servirse del versículo Hechos, 2:27 cada vez que necesitemos palabras que nos inspiren y guíen de modo que podamos saber qué pasos dar o para traer el sosiego a nuestro espíritu.

Que no dejarás mi alma en el infierno, Ni darás a tu Santo que vea corrupción.

Opiniones de nuestros usuarios

Pedro Jose Bermejo Acosta

Este versículo Hechos, 2:27 se lo voy a mandar a mi mamá, pues ella siempre anda diciendo cosas de Diosito y pues en esto se contradice y no es verdad lo que ella dice, y creo yo que la Biblia sabe mas de Diosito que mi mama pues los que la escribieron conocieron a Diosito y mi mama pues si está mayor pero no tanto.

Margarita Soriano Caro

Se agradece una web como esta, sin interferencias, en la que encuentras fácilmente el versículo Hechos, 2:27 y puedes meditar tranquilamente sobre él. No quiero que me lo anden explicando, tan solo Dios puede hacerlo.

Fernando Ramos Rios

Yo creo en Dios, pero creo que ya debería de modernizar su forma de hablar, o que los traductores hicieran un esfuerzo porque no todos sabemos latín y el versículo Hechos, 2:27 creo que es más latín que español, y por eso no se entiende bien lo que dice. De todos modos es la palabra de Dios, así que Amén.

Patricia Santos Luque

Diosito nos dejó el versículo Hechos, 2:27 y toda la biblia para que nunca olvidemos que aunque las cosas se pongan feas, Él siempre nos cuida y nos ama. Amén.