Dios, Nuestro Señor que está en los Cielos se nos revela a nosotros, creados a su imagen y semejanza, y nos habla gracias a la Biblia. En la Biblia es donde se encuentra escrita su palabra y sus conocimientos para la humanidad. De nosotros, sus hijos, depende leerla y entender toda la sapiencia que reside en sus palabras. En el capítulo 22 del Hechos del Nuevo Testamento de la Biblia se encuentran resguardadas perlas de sabiduría que Dios Padre obsequió a sus hijos para que ellos llegaran a estar al lado de Él.
El Hechos del Nuevo Testamento dispone de 28 capítulos. Ahora en nuestra web tienes la posibilidad de leer e interiorizar aquello que Dios Todopoderoso quiso mostrarnos en el capítulo 22. Para una mejor lectura y comprensión el capítulo 22 del Hechos se halla fraccionado en 30 versículos. De este modo es más fácil leer y recordar la palabra de Dios, para que esté contigo siempre y te sirva de guía.
Nuestro Padre Todopoderoso jamás nos deja solos, es un padre bueno que nos orienta. Ese fue el motivo por el cual nos regaló su palabra que nos orienta y sirve de antorcha en los instantes más oscuros. En el capítulo 22 del Hechos del Nuevo Testamento encontrarás sin duda la solución a muchas de las dudas que se puedan manifestar durante la vida. En el inicio de tu diálogo con el Padre, el hecho de leer su palabra escrita en la Biblia, y entender profundamente los 30 versículos del capítulo 22 del Hechos te será muy útil. De esta manera tendrás siempre presente en tus rezos en qué consiste la verdadera palabra de Dios Padre que está en los Cielos.
Varones hermanos y padres, oíd la razón que ahora os doy..
(Y como oyeron que les hablaba en lengua hebrea, guardaron más silencio.) Y dijo:.
Yo de cierto soy Judío, nacido en Tarso de Cilicia, mas criado en esta ciudad a los pies de Gamaliel, enseñado conforme a la verdad de la ley de la patria, celoso de Dios, como todos vosotros sois hoy..
Que he perseguido este camino hasta la muerte, prendiendo y entregando en cárceles hombres y mujeres:.
Como también el príncipe de los sacerdotes me es testigo, y todos los ancianos; de los cuales también tomando letras a los hermanos, iba a Damasco para traer presos a Jerusalem aun a los que estuviesen allí, para que fuesen castigados..
Mas aconteció que yendo yo, y llegando cerca de Damasco, como a medio día, de repente me rodeó mucha luz del cielo:.
Y caí en el suelo, y oí una voz que me decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?.
Yo entonces respondí: ¿Quién eres, Señor? Y me dijo: Yo soy Jesús de Nazaret, a quién tú persigues..
Y los que estaban conmigo vieron a la verdad la luz, y se espantaron; mas no oyeron la voz del que hablaba conmigo..
Y dije: ¿Qué haré, Señor? Y el Señor me dijo: Levántate, y ve a Damasco, y allí te será dicho todo lo que te está señalado hacer..
Y como yo no viese por causa de la claridad de la luz, llevado de la mano por los que estaban conmigo, vine a Damasco..
Entonces un Ananías, varón pío conforme a la ley, que tenía buen testimonio de todos los Judíos que allí moraban,.
Viniendo a mí, y acercándose, me dijo: Hermano Saulo, recibe la vista. Y yo en aquella hora le miré..
Y Él dijo: El Dios de nuestros padres te ha predestinado para que conocieses su voluntad, y vieses a aquel Justo, y oyeses la voz de su boca..
Porque has de ser testigo suyo a todos los hombres, de lo que has visto y oído..
Ahora pues, ¿por qué te detienes? Levántate, y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre..
Y me aconteció, vuelto a Jerusalem, que orando en el templo, fui arrebatado fuera de mí..
Y le vi que me decía: Date prisa, y sal prestamente fuera de Jerusalem; porque no recibirán tu testimonio de mí..
Y yo dije: Señor, ellos saben que yo encerraba en cárcel, y hería por las sinagogas a los que creían en ti;.
Y cuando se derramaba la sangre de Esteban tu testigo, yo también estaba presente, y consentía a su muerte, y guardaba las ropas de los que le mataban..
Y me dijo: Ve, porque yo te tengo que enviar lejos a los Gentiles..
Y le oyeron hasta esta palabra: entonces alzaron la voz, diciendo: Quita de la tierra a un tal hombre, porque no conviene que viva..
Y dando ellos voces, y arrojando sus ropas y echando polvo al aire,.
Mandó el tribuno que le llevasen a la fortaleza, y ordenó que fuese examinado con azotes, para saber por qué causa clamaban así contra Él..
Y como le ataron con correas, Pablo dijo al centurión que estaba presente: ¿Os es lícito azotar a un hombre Romano sin ser condenado?.
Y como el centurión oyó esto, fue y dio aviso al tribuno, diciendo ¿Qué vas a hacer? porque este hombre es Romano..
Y viniendo el tribuno, le dijo: Dime, ¿eres tú Romano? Y Él dijo: Sí..
Y respondió el tribuno: Yo con grande suma alcancé esta ciudadanía. Entonces Pablo dijo: Pero yo lo soy de nacimiento..
Así que, luego se apartaron de Él los que le habían de atormentar: y aun el tribuno también tuvo temor, entendido que era Romano, por haberle atado..
Y al día siguiente, queriendo saber de cierto la causa por qué era acusado de los Judíos, le soltó de las prisiones, y mandó venir a los príncipes de los sacerdotes, y a todo su concilio: y sacando a Pablo, le presentó delante de ellos..