Hechos Capítulo 5

Dios, Nuestro Señor se comunica con nosotros, creados a su imagen y semejanza, y lo hace por medio de la Biblia. En la Biblia está escrita su doctrina y sus conocimientos para la humanidad. De nosotros, sus hijos, depende leerla y comprender toda la sabiduría que reside en sus palabras. En el capítulo 5 del Hechos del Nuevo Testamento de los textos de las Biblia se hallan escondidas intensas dosis de sabiduría y conocimiento que Dios Nuestro Señor proporcionó a sus hijos e hijas para que así ellos pudieran estar junto a Él.

El Hechos del Nuevo Testamento se compone de 28 capítulos. Aquí puedes leer y estudiar lo que Dios Nuestro Señor deseó revelarnos en el capítulo 5. Para facilitar su lectura y comprensión el capítulo 5 del Hechos se halla fraccionado en 42 versículos. De esta forma es más simple leer y memorizar la palabra Dios Todopoderoso, para que así vaya contigo siempre y te sirva de guía.

Nuestro Padre Todopoderoso es el único que jamás nos abandona, es un padre justo que nos orienta. Ese fue el motivo por el cual nos proporcionó su palabra que nos ilumina y sirve de linterna en los momentos más oscuros. En el capítulo 5 del Hechos del Nuevo Testamento podrás encontrar con toda seguridad la clave a muchas de las preguntas que puedan aparecer a lo largo de la vida. A la hora de iniciar tu diálogo con Dios, leer su palabra escrita en las Sagradas Escrituras, y entender en profundidad los 42 versículos del capítulo 5 del Hechos te será extremadamente útil. Así te será posible tener siempre presente en tus rezos en qué consiste la palabra de Nuestro Señor.

Versículos del capítulo 5 del libro Hechos

Mas un varón llamado Ananías, con Safira su mujer, vendió una posesión,.

Y defraudó del precio, sabiéndolo también su mujer; y trayendo una parte, púsola a los pies de los apóstoles..

Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué ha llenado Satanás tu corazón a que mintieses al Espíritu Santo, y defraudases del precio de la heredad?.

Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu potestad? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios..

Entonces Ananías, oyendo estas palabras, cayó y espiró. Y vino un gran temor sobre todos los que lo oyeron..

Y levantándose los mancebos, le tomaron, y sacándolo, sepultáronlo..

Y pasado espacio como de tres horas, sucedió que entró su mujer, no sabiendo lo que había acontecido..

Entonces Pedro le dijo: Dime: ¿vendisteis en tanto la heredad? Y ella dijo: Sí, en tanto..

Y Pedro le dijo: ¿Por qué os concertasteis para tentar al Espíritu del Señor? He aquí a la puerta los pies de los que han sepultado a tu marido, y te sacarán..

Y luego cayó a los pies de Él, y espiró: y entrados los mancebos, la hallaron muerta; y la sacaron, y la sepultaron junto a su marido..

Y vino un gran temor en toda la iglesia, y en todos los que oyeron estas cosas..

Y por las manos de los apóstoles eran hechos muchos milagros y prodigios en el pueblo; y estaban todos unánimes en el pórtico de Salomón..

Y de los otros, ninguno osaba juntarse con ellos; mas el pueblo los alababa grandemente..

Y los que creían en el Señor se aumentaban más, gran número así de hombres como de mujeres;.

Tanto que echaban los enfermos por las calles, y los ponían en camas y en lechos, para que viniendo Pedro, a lo menos su sombra tocase a alguno de ellos..

Y aun de las ciudades vecinas concurría multitud a Jerusalem, trayendo enfermos y atormentados de espíritus inmundos; los cuales todos eran curados..

Entonces levantándose el príncipe de los sacerdotes, y todos los que estaban con Él, que es la secta de los Saduceos, se llenaron de celo;.

Y echaron mano a los apóstoles, y pusiéronlos en la cárcel pública..

Mas el ángel del Señor, abriendo de noche las puertas de la cárcel, y sacándolos, dijo:.

Id, y estando en el templo, hablad al pueblo todas las palabras de esta vida..

Y oído que hubieron esto, entraron de mañana en el templo, y enseñaban. Entre tanto, viniendo el príncipe de los sacerdotes, y los que eran con Él, convocaron el concilio, y a todos los ancianos de los hijos de Israel, y enviaron a la cárcel para que fuesen traídos..

Mas como llegaron los ministros, y no los hallaron en la cárcel, volvieron, y dieron aviso,.

Diciendo: Por cierto, la cárcel hemos hallado cerrada con toda seguridad, y los guardas que estaban delante de las puertas; mas cuando abrimos, a nadie hallamos dentro..

Y cuando oyeron estas palabras el pontífice y el magistrado del templo y los príncipes de los sacerdotes, dudaban en qué vendría a parar aquello..

Pero viniendo uno, dioles esta noticia: He aquí, los varones que echasteis en la cárcel, están en el templo, y enseñan al pueblo..

Entonces fue el magistrado con los ministros, y trájolos sin violencia; porque temían del pueblo ser apedreados..

Y como los trajeron, los presentaron en el concilio: y el príncipe de los sacerdotes les preguntó,.

Diciendo: ¿No os denunciamos estrechamente, que no enseñaseis en este nombre? y he aquí, habéis llenado a Jerusalem de vuestra doctrina, y queréis echar sobre nosotros la sangre de este hombre..

Y respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es menester obedecer a Dios antes que a los hombres..

El Dios de nuestros padres levantó a Jesús, al cual vosotros matasteis colgándole de un madero..

A éste ha Dios ensalzado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y remisión de pecados..

Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen..

Ellos, oyendo esto, regañaban, y consultaban matarlos..

Entonces levantándose en el concilio un Fariseo llamado Gamaliel, doctor de la ley, venerable a todo el pueblo, mandó que sacasen fuera un poco a los apóstoles..

Y les dijo: Varones Israelitas, mirad por vosotros acerca de estos hombres en lo que habéis de hacer..

Porque antes de estos días se levantó Teudas, diciendo que era alguien; al que se agregó un número de hombres como cuatrocientos: el cual fue matado; y todos los que le creyeron fueron dispersos, y reducidos a nada..

Después de éste, se levantó Judas el Galileo en los días del empadronamiento, y llevó mucho pueblo tras sí. Pereció también aquél; y todos los que consintieron con Él, fueron derramados..

Y ahora os digo: Dejaos de estos hombres, y dejadlos; porque si este consejo o esta obra es de los hombres, se desvanecerá:.

Mas si es de Dios, no la podréis deshacer; no seáis tal vez hallados resistiendo a Dios..

Y convinieron con Él: y llamando a los apóstoles, después de azotados, les intimaron que no hablasen en el nombre de Jesús, y soltáronlos..

Y ellos partieron de delante del concilio, gozosos de que fuesen tenidos por dignos de padecer afrenta por el Nombre..

Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo..