Hechos Capítulo 7

Dios se comunica con nosotros, sus hijos, y lo hace por mediación de la Sagrada Biblia. En ella es el lugar en donde se escribió su doctrina y sus enseñanzas para la humanidad. En nuestra disposición está leerla y tratar de captar toda la sapiencia que hay en sus palabras. En el capítulo 7 del Hechos del Nuevo Testamento de las Sagradas Escrituras permanecen escondidas porciones de bondad y sabiduría que el Padre regaló a sus hijos para que ellos tuvieran la capacidad de estar junto a Él.

El Hechos del Nuevo Testamento se compone de 28 capítulos. En esta web te ofrecemos la posibilidad de leer y aprender lo que Nuestro Señor quiso enseñarnos en el capítulo 7. Para una mejor lectura y comprensión el capítulo 7 del Hechos está dividido en 60 versículos. De esta manera es más fácil leer y retener en la memoria la palabra del Padre, para que así esté a tu lado siempre y te sirva como un faro para orientarte.

Nuestro Padre que todo lo puede no nos deja nunca solos, es un padre compasivo que nos guía. Por eso nos brindó su palabra que nos orienta y sirve de linterna en los trances más sombríos. En el capítulo 7 del Hechos del Nuevo Testamento hallarás sin duda la respuesta a gran cantidad de dilemas que se puedan manifestar en la vida. En el inicio de tu diálogo con el Altísimo, haber leído su palabra escrita en las Sagradas Escrituras, y entender en profundidad los 60 versículos del capítulo 7 del Hechos te será de mucha ayuda. De este modo tendrás siempre presente en tus rezos en qué consiste la palabra de Dios Todopoderoso.

Versículos del capítulo 7 del libro Hechos

El príncipe de los sacerdotes dijo entonces: ¿Es esto así?.

Y Él dijo: Varones hermanos y padres, oíd: El Dios de la gloria apareció a nuestro padre Abraham, estando en Mesopotamia, antes que morase en Chârán,.

Y le dijo: Sal de tu tierra y de tu parentela, y ven a la tierra que te mostraré..

Entonces salió de la tierra de los Caldeos, y habitó en Chârán: y de allí, muerto su padre, le traspasó a esta tierra, en la cual vosotros habitáis ahora;.

Y no le dio herencia en ella, ni aun para asentar un pie: mas le prometió que se la daría en posesión, y a su simiente después de Él, no teniendo hijo..

Y hablole Dios así: Que su simiente sería extranjera en tierra ajena, y que los reducirían a servidumbre y maltratarían, por cuatrocientos años..

Mas yo juzgaré, dijo Dios, la nación a la cual serán siervos: y después de esto saldrán y me servirán en este lugar..

Y diole el pacto de la circuncisión: y así Abraham engendró a Isaac, y le circuncidó al octavo día; e Isaac a Jacob, y Jacob a los doce patriarcas..

Y los patriarcas, movidos de envidia, vendieron a José para Egipto; mas Dios era con Él,.

Y le libró de todas sus tribulaciones, y le dio gracia y sabiduría en la presencia de Faraón, rey de Egipto, el cual le puso por gobernador sobre Egipto, y sobre toda su casa..

Vino entonces hambre en toda la tierra de Egipto y de Canaán, y grande tribulación; y nuestros padres no hallaban alimentos..

Y como oyese Jacob que había trigo en Egipto, envió a nuestros padres la primera vez..

Y en la segunda, José fue conocido de sus hermanos, y fue sabido de Faraón el linaje de José..

Y enviando José, hizo venir a su padre Jacob, y a toda su parentela, en número de setenta y cinco personas..

Así descendió Jacob a Egipto, donde murió Él y nuestros padres;.

Los cuales fueron trasladados a Sichêm, y puestos en el sepulcro que compró Abraham a precio de dinero de los hijos de Hemor de Sichêm..

Mas como se acercaba el tiempo de la promesa, la cual Dios había jurado a Abraham, el pueblo creció y multiplicose en Egipto,.

Hasta que se levantó otro rey en Egipto que no conocía a José..

Este, usando de astucia con nuestro linaje, maltrató a nuestros padres, a fin de que pusiesen a peligro de muerte sus niños, para que cesase la generación..

En aquel mismo tiempo nació Moisés, y fue agradable a Dios: y fue criado tres meses en casa de su padre..

Mas siendo puesto al peligro, la hija de Faraón le tomó, y le crió como a hijo suyo..

Y fue enseñado Moisés en toda la sabiduría de los egipcios; y era poderoso en sus dichos y hechos..

Y cuando hubo cumplido la edad de cuarenta años, le vino voluntad de visitar a sus hermanos los hijos de Israel..

Y como vio a uno que era injuriado, defendiole, e hiriendo al Egipcio, vengó al injuriado..

Pero Él pensaba que sus hermanos entendían que Dios les había de dar salud por su mano; mas ellos no lo habían entendido..

Y al día siguiente, riñendo ellos, se les mostró, y los ponía en paz, diciendo: Varones, hermanos sois, ¿por que os injuriáis los unos a los otros?.

Entonces el que injuriaba a su prójimo, le rempujó, diciendo: ¿Quién te ha puesto por príncipe y juez sobre nosotros?.

¿Quieres tú matarme, como mataste ayer al Egipcio?.

A esta palabra Moisés huyó, y se hizo extranjero en tierra de Madián, donde engendró dos hijos..

Y cumplidos cuarenta años, un ángel le apareció en el desierto del monte Sina, en fuego de llama de una zarza..

Entonces Moisés mirando, se maravilló de la visión: y llegándose para considerar, fue hecha a Él voz del Señor:.

Yo soy el Dios de tus padres, y el Dios de Abraham, el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob. Mas Moisés, temeroso, no osaba mirar..

Y le dijo el Señor: Quita los zapatos de tus pies, porque el lugar en que estás es tierra santa..

He visto, he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído el gemido de ellos, y he descendido para librarlos. Ahora pues, ven, te enviaré a Egipto..

A este Moisés, al cual habían rehusado, diciendo: ¿Quién te ha puesto por príncipe y juez? a éste envió Dios por príncipe y redentor con la mano del ángel que le apareció en la zarza..

Este los sacó, habiendo hecho prodigios y milagros en la tierra de Egipto, y en el mar Bermejo, y en el desierto por cuarenta años..

Este es el Moisés, el cual dijo a los hijos de Israel: Profeta os levantará el Señor Dios vuestro de vuestros hermanos, como yo; a Él oiréis..

Este es aquél que estuvo en la congregación en el desierto con el ángel que le hablaba en el monte Sina, y con nuestros padres; y recibió las palabras de vida para darnos:.

Al cual nuestros padres no quisieron obedecer; antes le desecharon, y se apartaron de corazón a Egipto,.

Diciendo a Aarón: Haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, que nos sacó de tierra de Egipto, no sabemos qué le ha acontecido..

Y entonces hicieron un becerro, y ofrecieron sacrificio al ídolo, y en las obras de sus manos se holgaron..

Y Dios se apartó, y los entregó que sirviesen al ejército del cielo; como está escrito en el libro de los profetas: ¿Me ofrecisteis víctimas y sacrificios En el desierto por cuarenta años, casa de Israel?.

Antes, trajisteis el tabernáculo de Moloch, Y la estrella de vuestro dios Remphan: Figuras que os hicisteis para adorarlas: Os transportaré pues, más allá de Babilonia..

Tuvieron nuestros padres el tabernáculo del testimonio en el desierto, como había ordenado Dios, hablando a Moisés que lo hiciese según la forma que había visto..

El cual recibido, metieron también nuestros padres con Josué en la posesión de los Gentiles, que Dios echó de la presencia de nuestros padres, hasta los días de David;.

El cual halló gracia delante de Dios, y pidió hallar tabernáculo para el Dios de Jacob..

Mas Salomón le edificó casa..

Si bien el Altísimo no habita en templos hechos de mano; como el profeta dice:.

El cielo es mi trono, Y la tierra es el estrado de mis pies. ¿Qué casa me edificaréis? dice el Señor; ¿O cuál es el lugar de mi reposo?.

¿No hizo mi mano todas estas cosas?.

Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos, vosotros resistís siempre al Espíritu Santo: como vuestros padres, así también vosotros..

¿A cuál de los profetas no persiguieron vuestros padres? y mataron a los que antes anunciaron la venida del Justo, del cual vosotros ahora habéis sido entregadores y matadores;.

Que recibisteis la ley por disposición de ángeles, y no la guardasteis..

Y oyendo estas cosas, regañaban de sus corazones, y crujían los dientes contra Él..

Más Él, estando lleno de Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios,.

Y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del hombre que está a la diestra de Dios..

Entonces dando grandes voces, se taparon sus oídos, y arremetieron unánimes contra Él;.

Y echándolo fuera de la ciudad, le apedreaban: y los testigos pusieron sus vestidos a los pies de un mancebo que se llamaba Saulo..

Y apedrearon a Esteban, invocando Él y diciendo: Señor Jesús, recibe mi espíritu..

Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les imputes este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió..