Dios, Nuestro Señor que está en los Cielos nos habla a nosotros, sus hijos e hijas, y esto lo hace a través de los textos sagrados recogidos en La Biblia. En ella es donde se encuentra escrita su palabra y sus lecciones para la humanidad. En nuestra disposición está leerla y tratar de captar toda la sapiencia que hay en sus palabras. En el capítulo 9 del Hechos del Nuevo Testamento de la Sagrada Biblia es posible hallar resguardadas intensas dosis de sabiduría y conocimiento que Dios Nuestro Señor regaló a sus hijos e hijas para que así ellos llegaran a acercarse a Él.
El Hechos del Nuevo Testamento está compuesto por 28 capítulos. Aquí puedes leer aquello que Dios, en toda su Bondad se propuso enseñarnos en el capítulo 9. Para que la lectura y la comprensión sean más fáciles el capítulo 9 del Hechos se encuentra fraccionado en 43 versículos. Así es más simple leer y retener en la memoria la palabra de Dios, para que así esté contigo siempre y te sirva de brújula en la vida.
Nuestro Padre Todopoderoso jamás nos deja solos, es un padre compasivo que nos guía. Por eso nos dió su palabra que nos ilumina y sirve de linterna en los instantes más tenebrosos. En el capítulo 9 del Hechos del Nuevo Testamento podrás encontrar con toda seguridad la respuesta a muchas de las cuestiones que te puedan surgir a lo largo de la vida. En el momento de comenzar tu diálogo con el Altísimo, leer su palabra escrita en las Sagradas Escrituras, y entender profundamente los 43 versículos del capítulo 9 del Hechos te será de mucha utilidad. De este modo tendrás siempre presente en tus plegarias en qué consiste la palabra de Dios.
Y Saulo, respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, vino al príncipe de los sacerdotes,.
Y demandó de Él letras para Damasco a las sinagogas, para que si hallase algunos hombres o mujeres de esta secta, los trajese presos a Jerusalem..
Y yendo por el camino, aconteció que llegando cerca de Damasco, súbitamente le cercó un resplandor de luz del cielo;.
Y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?.
Y Él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y Él dijo: Yo soy Jesús a quien tú persigues: dura cosa te es dar coses contra el aguijón..
El, temblando y temeroso, dijo: ¿Señor, qué quieres que haga? Y el Señor le dice: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que te conviene hacer..
Y los hombres que iban con Saulo, se pararon atónitos, oyendo a la verdad la voz, mas no viendo a nadie..
Entonces Saulo se levantó de tierra, y abriendo los ojos, no veía a nadie: así que, llevándole por la mano, metiéronle en Damasco;.
Donde estuvo tres días sin ver, y no comió, ni bebió..
Había entonces un discípulo en Damasco llamado Ananías, al cual el Señor dijo en visión: Ananías. Y Él respondió: Heme aquí, Señor..
Y el Señor le dijo: Levántate, y ve a la calle que se llama la Derecha, y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso: porque he aquí, Él ora;.
Y ha visto en visión un varón llamado Ananías, que entra y le pone la mano encima, para que reciba la vista..
Entonces Ananías respondió: Señor, he oído a muchos acerca de este hombre, cuántos males ha hecho a tus santos en Jerusalem:.
Y aun aquí tiene facultad de los príncipes de los sacerdotes de prender a todos los que invocan tu nombre..
Y le dijo el Señor: Ve: porque instrumento escogido me es éste, para que lleve mi nombre en presencia de los Gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel:.
Porque yo le mostraré cuánto le sea menester que padezca por mi nombre..
Ananías entonces fue, y entró en la casa, y poniéndole las manos encima, dijo: Saulo hermano, el Señor Jesús, que te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno de Espíritu Santo..
Y luego le cayeron de los ojos como escamas, y recibió al punto la vista: y levantándose, fue bautizado..
Y como comió, fue confortado. Y estuvo Saulo por algunos días con los discípulos que estaban en Damasco..
Y luego en las sinagogas predicaba a Cristo, diciendo que éste era el Hijo de Dios..
Y todos los que le oían estaban atónitos, y decían: ¿No es éste el que asolaba en Jerusalem a los que invocaban este nombre, y a eso vino acá, para llevarlos presos a los príncipes de los sacerdotes?.
Empero Saulo mucho más se esforzaba, y confundía a los Judíos que moraban en Damasco, afirmando que éste es el Cristo..
Y como pasaron muchos días, los Judíos hicieron entre sí consejo de matarle;.
Mas las asechanzas de ellos fueron entendidas de Saulo. Y ellos guardaban las puertas de día y de noche para matarle..
Entonces los discípulos, tomándole de noche, le bajaron por el muro en una espuerta..
Y como vino a Jerusalem, tentaba de juntarse con los discípulos; mas todos tenían miedo de Él, no creyendo que era discípulo..
Entonces Bernabé, tomándole, lo trajo a los apóstoles, y contoles cómo había visto al Señor en el camino, y que le había hablado, y cómo en Damasco había hablado confiadamente en el nombre de Jesús..
Y entraba y salía con ellos en Jerusalem;.
Y hablaba confiadamente en el nombre del Señor: y disputaba con los Griegos; mas ellos procuraban matarle..
Lo cual, como los hermanos entendieron, le acompañaron hasta Cesarea, y le enviaron a Tarso..
Las iglesias entonces tenían paz por toda Judea y Galilea y Samaria, y eran edificadas, andando en el temor del Señor; y con consuelo del Espíritu Santo eran multiplicadas..
Y aconteció que Pedro, andándolos a todos, vino también a los santos que habitaban en Lydda..
Y halló allí a uno que se llamaba Eneas, que hacía ocho años que estaba en cama, que era paralítico..
Y le dijo Pedro: Eneas, Jesucristo te sana; levántate, y hazte tu cama. Y luego se levantó..
Y viéronle todos los que habitaban en Lydda y en Sarona, los cuales se convirtieron al Señor..
Entonces en Joppe había una discípula llamada Tabita, que si lo declaras, quiere decir Dorcas. Esta era llena de buenas obras y de limosnas que hacía..
Y aconteció en aquellos días que enfermando, murió; a la cual, después de lavada, pusieron en una sala..
Y como Lydda estaba cerca de Joppe, los discípulos, oyendo que Pedro estaba allí, le enviaron dos hombres, rogándole: No te detengas en venir hasta nosotros..
Pedro entonces levantándose, fue con ellos: y llegado que hubo, le llevaron a la sala, donde le rodearon todas las viudas, llorando y mostrando las túnicas y los vestidos que Dorcas hacía cuando estaba con ellas..
Entonces echados fuera todos, Pedro puesto de rodillas, oró; y vuelto al cuerpo, dijo: Tabita, levántate. Y ella abrió los ojos, y viendo a Pedro, incorporose..
Y Él le dio la mano, y levantola: entonces llamando a los santos y las viudas, la presentó viva..
Esto fue notorio por toda Joppe; y creyeron muchos en el Señor..
Y aconteció que se quedó muchos días en Joppe en casa de un cierto Simón, curtidor..