1 Corintios Capítulo 2

Dios, Nuestro Señor habla con nosotros, sus hijos creados a su imagen y semejanza, y lo hace por mediación de la Sagrada Biblia. En ella es donde se encuentra escrita su doctrina y sus enseñanzas para la humanidad. En nuestra mano está leerla y recibir toda la sapiencia que se encuentra en sus palabras. En el capítulo 2 del 1 Corintios del Nuevo Testamento de la Biblia encontramos confinadas perlas de sabiduría que Dios Creador regaló a sus hijos e hijas para que ellos llegaran a estar junto a Él.

El 1 Corintios del Nuevo Testamento tiene 16 capítulos. Aquí tienes la posibilidad de leer y aprender aquello que Nuestro Señor quiso revelarnos en el capítulo 2. De modo que sea más fácil leerlo, analizarlo y comprenderlo el capítulo 2 del 1 Corintios se encuentra fraccionado en 16 versículos. De esta manera es más fácil leer y memorizar la palabra del Señor, de modo que vaya contigo siempre y te sirva como un faro para orientarte.

Nuestro Padre, Dios Todopoderoso jamás nos deja solos, es un padre compasivo que nos orienta. Por eso nos obsequió con su palabra que nos alumbra y sirve de Estrella Polar en los periodos más oscuros. En el capítulo 2 del 1 Corintios del Nuevo Testamento descubrirás sin duda la respuesta a muchas de las preguntas que te puedan surgir en la vida. En el inicio de tu diálogo con el Altísimo, leer su palabra escrita en la Sagrada Biblia, y comprender profundamente los 16 versículos del capítulo 2 del 1 Corintios te será extremadamente útil. Así tendrás siempre presente en tus oraciones cuál es el mandato de Dios.

Versículos del capítulo 2 del libro 1 Corintios

Así que, hermanos, cuando fui a vosotros, no fui con altivez de palabra, o de sabiduría, a anunciaros el testimonio de Cristo..

Porque no me propuse saber algo entre vosotros, sino a Jesucristo, y a éste crucificado..

Y estuve yo con vosotros con flaqueza, y mucho temor y temblor;.

Y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, mas con demostración del Espíritu y de poder;.

Para que vuestra fe no esté fundada en sabiduría de hombres, mas en poder de Dios..

Empero hablamos sabiduría de Dios entre perfectos; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que se deshacen:.

Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria:.

La que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca hubieran crucificado al Señor de gloria:.

Antes, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oreja oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que ha Dios preparado para aquellos que le aman..

Empero Dios nos lo reveló a nosotros por el Espíritu: porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios..

Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en Él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios..

Y nosotros hemos recibido, no el espíritu del mundo, sino el Espíritu que es de Dios, para que conozcamos lo que Dios nos ha dado;.

Lo cual también hablamos, no con doctas palabras de humana sabiduría, mas con doctrina del Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual..

Mas el hombre animal no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque le son locura: y no las puede entender, porque se han de examinar espiritualmente..

Empero el espiritual juzga todas las cosas; mas Él no es juzgado de nadie..

Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿quién le instruyó? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo..