1 Corintios Capítulo 4

Dios, Nuestro Señor se comunica con nosotros, sus hijos e hijas, y lo hace a través de los textos sagrados recogidos en La Biblia. En la Sagrada Biblia se encuentra escrita su palabra y sus lecciones para la humanidad. Nosotros disponemos del libre albedrío para leerla y tratar de captar toda la bondad y sabiduría que se halla en sus palabras. En el capítulo 4 del 1 Corintios del Nuevo Testamento de la Biblia encontramos resguardadas píldoras de conocimiento que Dios regaló a los seres humanos con el objetivo de que ellos llegaran a estar junto a Él.

El 1 Corintios del Nuevo Testamento consta de 16 capítulos. Ahora en cristianismo.info tienes la posibilidad de leer y aprehender lo que Dios Nuestro Señor se propuso mostrarnos en el capítulo 4. Para facilitar su lectura y comprensión el capítulo 4 del 1 Corintios está fraccionado en 21 versículos. De esta forma es más simple leer y retener en la memoria la palabra de Dios, de modo que esté contigo siempre y te sirva para guiarte.

Nuestro Padre que todo lo puede está siempre con nosotros, es un padre misericordioso que nos guía. Por eso nos proporcionó su palabra que nos orienta y sirve de luz en los periodos más tenebrosos. En el capítulo 4 del 1 Corintios del Nuevo Testamento podrás encontrar con toda seguridad la respuesta a muchas de las preguntas que puedan aparecer en la vida. Al principio de tu diálogo con Dios, haber leído su palabra escrita en la Biblia, y conocer profundamente los 21 versículos del capítulo 4 del 1 Corintios te será de gran ayuda. De este modo te será posible tener siempre presente en tus rezos cuál es la palabra de Nuestro Señor.

Versículos del capítulo 4 del libro 1 Corintios

Téngannos los hombres por ministros de Cristo, y dispensadores de los misterios de Dios..

Mas ahora se requiere en los dispensadores, que cada uno sea hallado fiel..

Yo en muy poco tengo el ser juzgado de vosotros, o de juicio humano; y ni aun yo me juzgo..

Porque aunque de nada tengo mala conciencia, no por eso soy justificado; mas el que me juzga, el Señor es..

Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual también aclarará lo oculto de las tinieblas, y manifestará los intentos de los corazones: y entonces cada uno tendrá de Dios la alabanza..

Esto empero, hermanos, he pasado por ejemplo en mí y en Apolos por amor de vosotros; para que en nosotros aprendáis a no saber más de lo que está escrito, hinchándoos por causa de otro el uno contra el otro..

Porque ¿quién te distingue? ¿ó qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿de qué te glorías como si no hubieras recibido?.

Ya estáis hartos, ya estáis ricos, sin nosotros reináis; y ojalá reinéis, para que nosotros reinemos también juntamente con vosotros..

Porque a lo que pienso, Dios nos ha mostrado a nosotros los apóstoles por los postreros, como a sentenciados a muerte: porque somos hechos espectáculo al mundo, y a los ángeles, y a los hombres..

Nosotros necios por amor de Cristo, y vosotros prudentes en Cristo; nosotros flacos, y vosotros fuertes; vosotros nobles, y nosotros viles..

Hasta esta hora hambreamos, y tenemos sed, y estamos desnudos, y somos heridos de golpes, y andamos vagabundos;.

Y trabajamos, obrando con nuestras manos: nos maldicen, y bendecimos: padecemos persecución, y sufrimos:.

Somos blasfemados, y rogamos: hemos venido a ser como la hez del mundo, el desecho de todos hasta ahora..

No escribo esto para avergonzaros: mas amonéstoos como a mis hijos amados..

Porque aunque tengáis diez mil ayos en Cristo, no tendréis muchos padres; que en Cristo Jesús yo os engendré por el evangelio..

Por tanto, os ruego que me imitéis..

Por lo cual os he enviado a Timoteo, que es mi hijo amado y fiel en el Señor, el cual os amonestará de mis caminos cuáles sean en Cristo, de la manera que enseño en todas partes en todas las iglesias..

Mas algunos están envanecidos, como si nunca hubiese yo de ir a vosotros..

Empero iré presto a vosotros, si el Señor quisiere; y entenderé, no las palabras de los que andan hinchados, sino la virtud..

Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en virtud..

¿Qué queréis? ¿iré a vosotros con vara, o con caridad y espíritu de mansedumbre?.