1 Juan Capítulo 3

Dios nos habla a nosotros, creados a su imagen y semejanza, y lo hace gracias a la Sagrada Biblia. En la Sagrada Biblia es donde se encuentra escrita su palabra y sus enseñanzas para la humanidad. En nuestra disposición está leerla y asimilar toda la sabiduría que se encuentra en sus palabras. En el capítulo 3 del 1 Juan del Nuevo Testamento de la Sagrada Biblia se hallan resguardadas intensas dosis de sabiduría y conocimiento que el Padre otorgó a sus hijos e hijas con el objetivo de que ellos llegaran a acercarse a Él.

El 1 Juan del Nuevo Testamento tiene 5 capítulos. Ahora en nuestra web puedes leer y aprehender aquello que Dios Nuestro Señor quiso enseñarnos en el capítulo 3. Para facilitar su lectura y comprensión el capítulo 3 del 1 Juan está dividido en 24 versículos. Así es más sencillo leer y memorizar la palabra del Señor, para que así vaya contigo siempre y te sirva de guía.

Nuestro Padre Todopoderoso nunca nos abandona, es un padre clemente que nos orienta. Por ese motivo nos proporcionó su palabra que nos inspira y sirve de Estrella Polar en los periodos más sombríos. En el capítulo 3 del 1 Juan del Nuevo Testamento descubrirás con toda seguridad la solución a muchas de las cuestiones que de pronto aparecen durante la vida. Cuando vas a dar inicio a tu diálogo con el Padre, el hecho de leer su palabra escrita en la Sagrada Biblia, y conocer profundamente los 24 versículos del capítulo 3 del 1 Juan te será extremadamente útil. De este modo podrás tener siempre presente en tus oraciones en qué consiste la verdadera palabra de Dios Todopoderoso.

Versículos del capítulo 3 del libro 1 Juan

Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, que seamos llamados hijos de Dios: por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoce a Él..

Muy amados, ahora somos hijos de Dios, y aun no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando Él apareciere, seremos semejantes a Él, porque le veremos como Él es..

Y cualquiera que tiene esta esperanza en Él, se purifica, como Él también es limpio..

Cualquiera que hace pecado, traspasa también la ley; pues el pecado es transgresión de la ley..

Y sabéis que Él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en Él..

Cualquiera que permanece en Él, no peca; cualquiera que peca, no le ha visto, ni le ha conocido..

Hijitos, no os engañe ninguno: el que hace justicia, es justo, como Él también es justo..

El que hace pecado, es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo..

Cualquiera que es nacido de Dios, no hace pecado, porque su simiente está en Él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios..

En esto son manifiestos los hijos de Dios, y los hijos del diablo: cualquiera que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios..

Porque, este es el mensaje que habéis oído desde el principio: Que nos amemos unos a otros..

No como Caín, que era del maligno, y mató a su hermano. ¿Y por qué causa le mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas..

Hermanos míos, no os maravilléis si el mundo os aborrece..

Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, está en muerte..

Cualquiera que aborrece a su hermano, es homicida; y sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permaneciente en sí..

En esto hemos conocido el amor, porque Él puso su vida por nosotros: también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos..

Mas el que tuviere bienes de este mundo, y viere a su hermano tener necesidad, y le cerrare sus entrañas, ¿cómo está el amor de Dios en Él?.

Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de obra y en verdad..

Y en esto conocemos que somos de la verdad, y tenemos nuestros corazones certificados delante de Él..

Porque si nuestro corazón nos reprendiere, mayor es Dios que nuestro corazón, y conoce todas las cosas..

Carísimos, si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios;.

Y cualquier cosa que pidiéremos, la recibiremos de Él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de Él..

Y éste es su mandamiento: Que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y nos amemos unos a otros como nos lo ha mandado..

Y el que guarda sus mandamientos, está en Él, y Él en Él. Y en esto sabemos que Él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado..