1 Juan Capítulo 4

Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo habla con nosotros, que somos fruto de su Creación, y esto lo hace gracias a los textos sagrados recogidos en La Biblia. En ella se encuentra escrita su palabra y sus lecciones para la humanidad. Nosotros disponemos del libre albedrío para leerla y aprehender toda la sabiduría que reside en sus palabras. En el capítulo 4 del 1 Juan del Nuevo Testamento de la Sagrada Biblia se encuentran escondidas porciones de bondad y sabiduría que Dios Nuestro Señor concedió a sus hijos e hijas con el objetivo de que ellos tuvieran la capacidad de estar cerca de Él.

El 1 Juan del Nuevo Testamento se compone de 5 capítulos. Ahora en nuestra web tienes la posibilidad de leer y estudiar aquello que Dios Nuestro Señor deseó enseñarnos en el capítulo 4. Para facilitar su lectura y comprensión el capítulo 4 del 1 Juan se encuentra fraccionado en 21 versículos. Así es más simple leer y aprender de memoria la palabra de Dios Nuestro Señor, de modo que te acompañe siempre y te sirva para guiarte.

Nuestro Amado Padre Celestial jamás nos abandona, es un padre bondadoso que nos aconseja. Ese fue el motivo por el cual nos brindó su palabra que nos ilumina y sirve de antorcha en los trances más oscuros. En el capítulo 4 del 1 Juan del Nuevo Testamento hallarás sin lugar a dudas la clave a muchas de las cuestiones que a menudo se manifiestan en la vida. En el inicio de tu diálogo con el Altísimo, el hecho de leer su palabra escrita en los textos que componen la Biblia, y conocer profundamente los 21 versículos del capítulo 4 del 1 Juan te será extremadamente útil. De este modo te será posible tener siempre presente en tus rezos en qué consiste el mandato de Nuestro Señor.

Versículos del capítulo 4 del libro 1 Juan

Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas son salidos en el mundo..

En esto conoced el Espíritu de Dios: todo espíritu que confiesa que Jesucristo es venido en carne es de Dios:.

Y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo es venido en carne, no es de Dios: y éste es el espíritu del anticristo, del cual vosotros habéis oído que ha de venir, y que ahora ya está en el mundo..

Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque el que en vosotros está, es mayor que el que está en el mundo..

Ellos son del mundo; por eso hablan del mundo, y el mundo los oye..

Nosotros somos de Dios: el que conoce a Dios, nos oye: el que no es de Dios, no nos oye. Por esto conocemos el espíritu de verdad y el espíritu de error..

Carísimos, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Cualquiera que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios..

El que no ama, no conoce a Dios; porque Dios es amor..

En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por Él..

En esto consiste el amor: no que nosotros hayamos amado a Dios, sino que Él nos amó a nosotros, y ha enviado a su Hijo en propiciación por nuestros pecados..

Amados, si Dios así nos ha amado, debemos también nosotros amarnos unos a otros..

Ninguno vio jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios está en nosotros, y su amor es perfecto en nosotros:.

En esto conocemos que estamos en Él, y Él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu..

Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado al Hijo para ser Salvador del mundo..

Cualquiera que confesare que Jesús es el Hijo de Dios, Dios está en Él, y Él en Dios..

Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que vive en amor, vive en Dios, y Dios en Él..

En esto es perfecto el amor con nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como Él es, así somos nosotros en este mundo..

En amor no hay temor; mas el perfecto amor echa fuera el temor: porque el temor tiene pena. De donde el que teme, no está perfecto en el amor..

Nosotros le amamos a Él, porque Él nos amó primero..

Si alguno dice, Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Porque el que no ama a su hermano al cual ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?.

Y nosotros tenemos este mandamiento de Él: Que el que ama a Dios, ame también a su hermano..