1 Samuel Capítulo 26

Dios se dirige a nosotros, que somos fruto de su Creación, y nos habla por medio de la Biblia. En la Sagrada Biblia está escrita su doctrina y sus lecciones para la humanidad. De nosotros, sus hijos, depende leerla y tratar de captar toda la bondad y sabiduría que se halla en sus palabras. En el capítulo 26 del 1 Samuel del Nuevo Testamento de los textos de las Biblia se hallan escondidas píldoras de conocimiento que el Padre obsequió a los hombres para que ellos tuvieran la capacidad de estar junto a Él.

El 1 Samuel del Nuevo Testamento tiene 31 capítulos. En cristianismo.info tienes la posibilidad de leer y aprender aquello que Dios Nuestro Señor quiso revelarnos en el capítulo 26. Para que sea más fácil leerlo y comprenderlo el capítulo 26 del 1 Samuel se halla dividido en 25 versículos. De este modo es más simple leer y memorizar la palabra del Señor, de forma que vaya contigo siempre y te sirva de brújula en la vida.

Dios Nuestro Señor está siempre con nosotros, es un padre clemente que nos orienta. Por eso nos dió su palabra que nos ilumina y sirve de fanal en los trances más oscuros. En el capítulo 26 del 1 Samuel del Nuevo Testamento podrás encontrar sin dudarlo la respuesta a muchas de las preguntas que te puedan surgir a lo largo de la vida. A la hora de iniciar tu diálogo con el Padre, el hecho de leer su palabra escrita en las Sagradas Escrituras, y entender profundamente los 25 versículos del capítulo 26 del 1 Samuel te será de mucha utilidad. De este modo te será posible tener siempre presente en tus rezos en qué consiste la verdadera palabra de Nuestro Señor.

Versículos del capítulo 26 del libro 1 Samuel

Y vinieron los Zipheos a Saúl en Gabaa, diciendo: ¿No está David escondido en el collado de Hachîla delante del desierto?.

Saúl entonces se levantó, y descendió al desierto de Ziph, llevando consigo tres mil hombres escogidos de Israel, para buscar a David en el desierto de Ziph..

Y asentó Saúl el campo en el collado de Hachîla, que está delante del desierto junto al camino. Y estaba David en el desierto, y entendió que Saúl le seguía en el desierto..

David por tanto envió espías, y entendió por cierto que Saúl había venido..

Y levantose David, y vino al sitio donde Saúl había asentado el campo; y miró David el lugar donde dormía Saúl, y Abner hijo de Ner, general de su ejército. Y estaba Saúl durmiendo en la trinchera, y el pueblo por el campo en derredor de él..

Entonces habló David, y requirió a Ahimelech Hetheo, y a Abisai hijo de Sarvia, hermano de Joab, diciendo: ¿Quién descenderá conmigo a Saúl al campo: Y dijo Abisai: Yo descenderé contigo..

David pues y Abisai vinieron al pueblo de noche: y he aquí Saúl que estaba tendido durmiendo en la trinchera, y su lanza hincada en tierra a su cabecera; y Abner y el pueblo estaban alrededor de él tendidos..

Entonces dijo Abisai a David: Hoy ha Dios entregado a tu enemigo en tus manos: ahora pues, herirelo luego con la lanza, cosiéndole con la tierra de un golpe, y no segundaré..

Y David respondió a Abisai: No le mates: porque ¿quién extenderá su mano contra el ungido de Jehová, y será inocente?.

Dijo además David: Vive Jehová, que si Jehová no lo hiriere, o que su día llegue para que muera, o que descendiendo en batalla perezca,.

Guardeme Jehová de extender mi mano contra el ungido de Jehová; empero toma ahora la lanza que está a su cabecera, y la botija del agua, y vámonos..

Llevose pues David la lanza y la botija de agua de la cabecera de Saúl, y fuéronse; que no hubo nadie que viese, ni entendiese, ni velase, pues todos dormían: porque un profundo sueño enviado de Jehová había caído sobre ellos..

Y pasando David de la otra parte, púsose desviado en la cumbre del monte, habiendo grande distancia entre ellos;.

Y dio voces David al pueblo, y a Abner hijo de Ner, diciendo: ¿No respondes, Abner? Entonces Abner respondió y dijo: ¿Quién eres tú que das voces al rey?.

Y dijo David a Abner: ¿No eres varón tú? ¿y quién hay como tú en Israel? ¿por qué pues no has guardado al rey tu señor? que ha entrado uno del pueblo a matar a tu señor el rey..

Esto que has hecho, no está bien. Vive Jehová, que sois dignos de muerte, que no habéis guardado a vuestro señor, al ungido de Jehová. Mira pues ahora dónde está la lanza del rey, y la botija del agua que estaba a su cabecera..

Y conociendo Saúl la voz de David, dijo: ¿No es esta tu voz, hijo mío David? Y David respondió: Mi voz es, rey señor mío..

Y dijo: ¿Por qué persigue así mi señor a su siervo? ¿qué he hecho? ¿qué mal hay en mi mano?.

Ruego pues, que el rey mi señor oiga ahora las palabras de su siervo. Si Jehová te incita contra mí, acepte un sacrificio: mas si fueren hijos de hombres, malditos ellos en presencia de Jehová, que me han echado hoy para que no me junte en la heredad de Jehová, diciendo: Ve y sirve a dioses ajenos..

No caiga pues ahora mi sangre en tierra delante de Jehová: porque ha salido el rey de Israel a buscar una pulga, así como quien persigue una perdiz por los montes..

Entonces dijo Saúl: He pecado: vuélvete, hijo mío David, que ningún mal te haré más, pues que mi vida ha sido estimada hoy en tus ojos. He aquí, yo he hecho neciamente, y he errado en gran manera..

Y David respondió, y dijo: He aquí la lanza del rey; pase acá uno de los criados, y tómela..

Y Jehová pague a cada uno su justicia y su lealtad: que Jehová te había entregado hoy en mi mano, mas yo no quise extender mi mano sobre el ungido de Jehová..

Y he aquí, como tu vida ha sido estimada hoy en mis ojos, así sea mi vida estimada en los ojos de Jehová, y me libre de toda aflicción..

Y Saúl dijo a David: Bendito eres tú, hijo mío David; sin duda ejecutarás tú grandes empresas, y prevalecerás. Entonces David se fue su camino, y Saúl se volvió a su lugar..