1 Samuel Capítulo 9

Dios Padre se dirige a nosotros, que somos sus hijos, y esto lo hace gracias a los textos sagrados recogidos en La Biblia. En ella está escrita su palabra y sus lecciones para la humanidad. En nuestra mano está leerla y aprehender toda la sabiduría que se encuentra en sus palabras. En el capítulo 9 del 1 Samuel del Nuevo Testamento de los textos de las Biblia es posible hallar encerradas píldoras de conocimiento que Dios Creador concedió a los hombres para que así ellos pudieran estar junto a Él.

El 1 Samuel del Nuevo Testamento tiene 31 capítulos. En nuestra web tienes la posibilidad de leer y aprehender aquello que Dios Nuestro Señor quiso mostrarnos en el capítulo 9. Para que lo puedas leer y comprender mejor el capítulo 9 del 1 Samuel está dividido en 27 versículos. De esta manera es más sencillo leer y retener en la memoria la palabra Dios que está en los Cielos, de forma que vaya contigo siempre y te sirva para trazar tu rumbo.

Dios Nuestro Señor nunca nos abandona, es un padre clemente que nos orienta. Por eso nos regaló su palabra que nos alumbra y sirve de antorcha en los instantes más oscuros. En el capítulo 9 del 1 Samuel del Nuevo Testamento descubrirás sin duda la clave a muchas de las dudas que te puedan surgir en la vida. Cuando vas a dar inicio a tu diálogo con el Altísimo, haber leído su palabra escrita en la Sagrada Biblia, y conocer en profundidad los 27 versículos del capítulo 9 del 1 Samuel te será de mucha ayuda. De esta forma podrás tener siempre presente en tus plegarias cuál es la palabra de Dios.

Versículos del capítulo 9 del libro 1 Samuel

Y había un varón de Benjamín, hombre valeroso, el cual se llamaba Cis, hijo de Abiel, hijo de Seor, hijo de Bechôra, hijo de Aphia, hijo de un hombre de Benjamín..

Y tenía él un hijo que se llamaba Saúl, mancebo y hermoso, que entre los hijos de Israel no había otro más hermoso que él; del hombro arriba sobrepujaba a cualquiera del pueblo..

Y habíanse perdido las asnas de Cis, padre de Saúl; por lo que dijo Cis a Saúl su hijo: Toma ahora contigo alguno de los criados, y levántate, y ve a buscar las asnas..

Y él pasó al monte de Ephraim, y de allí a la tierra de Salisa, y no las hallaron. Pasaron luego por la tierra de Saalim, y tampoco. Después pasaron por la tierra de Benjamín, y no las encontraron..

Y cuando vinieron a la tierra de Suph, Saúl dijo a su criado que tenía consigo: Ven, volvámonos; porque quizá mi padre, dejado el cuidado de las asnas, estará congojado por nosotros..

Y él le respondió: He aquí ahora hay en esta ciudad un hombre de Dios, que es varón insigne: todas las cosas que él dijere, sin duda vendrán. Vamos pues allá: quizá nos enseñará nuestro camino por donde hayamos de ir..

Y Saúl respondió a su criado: Vamos ahora: ¿mas qué llevaremos al varón? Porque el pan de nuestras alforjas se ha acabado, y no tenemos qué presentar al varón de Dios: ¿qué tenemos?.

Entonces tornó el criado a responder a Saúl, diciendo: He aquí se halla en mi mano la cuarta parte de un siclo de plata: esto daré al varón de Dios, porque nos declare nuestro camino..

(Antiguamente en Israel cualquiera que iba a consultar a Dios, decía así: Venid y vamos hasta el vidente: porque el que ahora se llama profeta, antiguamente era llamado vidente)..

Dijo entonces Saúl a su criado: Bien dices; ea pues, vamos. Y fueron a la ciudad donde estaba el varón de Dios..

Y cuando subían por la cuesta de la ciudad, hallaron unas mozas que salían por agua, a las cuales dijeron: ¿Está en este lugar el vidente?.

Y ellas respondiéndoles, dijeron: Sí; helo aquí delante de ti: date pues priesa, porque hoy ha venido a la ciudad en atención a que el pueblo tiene hoy sacrificio en el alto..

Y cuando entrareis en la ciudad, le encontraréis luego, antes que suba al alto a comer; pues el pueblo no comerá hasta que él haya venido, por cuanto él haya de bendecir el sacrificio, y después comerán los convidados. Subid pues ahora, porque ahora le hallaréis..

Ellos entonces subieron a la ciudad; y cuando en medio de la ciudad estuvieron, he aquí Samuel que delante de ellos salía para subir al alto..

Y un día antes que Saúl viniese, Jehová había revelado al oído de Samuel, diciendo:.

Mañana a esta misma hora yo enviaré a ti un varón de la tierra de Benjamín, al cual ungirás por príncipe sobre mi pueblo Israel, y salvará mi pueblo de mano de los Filisteos: pues yo he mirado a mi pueblo, porque su clamor ha llegado hasta mí..

Y luego que Samuel vio a Saúl, Jehová le dijo: He aquí éste es el varón del cual te hablé; éste señoreará a mi pueblo..

Y llegando Saúl a Samuel en medio de la puerta, díjole: Ruégote que me enseñes dónde está la casa del vidente..

Y Samuel respondió a Saúl, y dijo: Yo soy el vidente: sube delante de mí al alto, y comed hoy conmigo, y por la mañana te despacharé, y te descubriré todo lo que está en tu corazón..

Y de las asnas que se te perdieron hoy ha tres días, pierde cuidado de ellas, porque se han hallado. Mas ¿por quién es todo el deseo de Israel, sino por ti y por toda la casa de tu padre?.

Y Saúl respondió, y dijo: ¿No soy yo hijo de Benjamín, de las más pequeñas tribus de Israel? y mi familia ¿no es la más pequeña de todas las familias de la tribu de Benjamín? ¿por qué pues me has dicho cosa semejante?.

Y trabando Samuel de Saúl y de su criado, metiolos en la sala, y dioles lugar a la cabecera de los convidados, que eran como unos treinta hombres..

Y dijo Samuel al cocinero: Trae acá la porción que te dí, la cual te dije que guardases aparte..

Entonces alzó el cocinero una espaldilla, con lo que estaba sobre ella, y púsola delante de Saúl. Y Samuel dijo: He aquí lo que estaba reservado: ponlo delante de ti, y come; porque de industria se guardó para ti, cuando dije: Yo he convidado al pueblo. Y Saúl comió aquel día con Samuel..

Y cuando hubieron descendido de lo alto a la ciudad, él habló con Saúl en el terrado..

Y al otro día madrugaron: y como al apuntar del alba, Samuel llamó a Saúl, que estaba en el terrado; y dijo: Levántate, para que te despache. Levantóse luego Saúl, y salieron fuera ambos, él y Samuel..

Y descendiendo ellos al cabo de la ciudad, dijo Samuel a Saúl: Di al mozo que vaya delante, (y adelantose el mozo); mas espera tú un poco para que te declare palabra de Dios..