1 Tesalonicenses Capítulo 2

Dios se dirige a nosotros, sus hijos creados a su imagen y semejanza, y esto lo hace por medio de los textos sagrados recogidos en La Biblia. En la Sagrada Biblia podemos encontrar escrita su doctrina y sus conocimientos para la humanidad. En nuestra disposición está leerla y comprender toda la sapiencia que hay en sus palabras. En el capítulo 2 del 1 Tesalonicenses del Nuevo Testamento de los textos de las Biblia es posible hallar resguardadas porciones de bondad y sabiduría que Dios Padre entregó a los seres humanos para que ellos llegaran a estar junto a Él.

El 1 Tesalonicenses del Nuevo Testamento se compone de 5 capítulos. Ahora en cristianismo.info es posible leer e interiorizar aquello que Nuestro Señor deseó enseñarnos en el capítulo 2. Para facilitar su lectura y comprensión el capítulo 2 del 1 Tesalonicenses está dividido en 20 versículos. De este modo es más simple leer y memorizar la palabra de Dios, de modo que vaya contigo siempre y te sirva de orientación y guía.

Nuestro Padre que todo lo puede jamás nos abandona, es un padre benévolo que nos aconseja. Por ese motivo nos brindó su palabra que nos orienta y sirve de linterna en los momentos más tenebrosos. En el capítulo 2 del 1 Tesalonicenses del Nuevo Testamento podrás encontrar sin dudarlo la solución a muchos de los interrogantes que puedan aparecer en la vida. Al principio de tu diálogo con Nuestro Señor, leer su palabra escrita en la Biblia, y entender en profundidad los 20 versículos del capítulo 2 del 1 Tesalonicenses te será de gran ayuda. Así te será posible tener siempre presente en tus oraciones cuál es el mandato de Dios Padre que está en los Cielos.

Versículos del capítulo 2 del libro 1 Tesalonicenses

Porque, hermanos, vosotros mismos sabéis que nuestra entrada a vosotros no fue vana:.

Pues aun habiendo padecido antes, y sido afrentados en Filipos, como sabéis, tuvimos denuedo en Dios nuestro para anunciaros el evangelio de Dios con gran combate..

Porque nuestra exhortación no fue de error, ni de inmundicia, ni por engaño;.

Sino según fuimos aprobados de Dios para que se nos encargase el evangelio, así hablamos; no como los que agradan a los hombres, sino a Dios, el cual prueba nuestros corazones..

Porque nunca fuimos lisonjeros en la palabra, como sabéis, ni tocados de avaricia; Dios es testigo;.

Ni buscamos de los hombres gloria, ni de vosotros, ni de otros, aunque podíamos seros carga como apóstoles de Cristo..

Antes fuimos blandos entre vosotros como la que cría, que regala a sus hijos:.

Tan amadores de vosotros, que quisiéramos entregaros no sólo el evangelio de Dios, mas aun nuestras propias almas; porque nos erais carísimos..

Porque ya, hermanos, os acordáis de nuestro trabajo y fatiga: que trabajando de noche y de día por no ser gravosos a ninguno de vosotros, os predicamos el evangelio de Dios..

Vosotros sois testigos, y Dios, de cuán santa y justa e irreprensiblemente nos condujimos con vosotros que creísteis:.

Así como sabéis de qué modo exhortábamos y consolábamos a cada uno de vosotros, como el padre a sus hijos,.

Y os protestábamos que anduvieseis como es digno de Dios, que os llamó a su reino y gloria..

Por lo cual, también nosotros damos gracias a Dios sin cesar, de que habiendo recibido la palabra de Dios que oísteis de nosotros, recibisteis no palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, el cual obra en vosotros los que creísteis..

Porque vosotros, hermanos, habéis sido imitadores de las iglesias de Dios en Cristo Jesús que están en Judea; pues habéis padecido también vosotros las mismas cosas de los de vuestra propia nación, como también ellos de los Judíos;.

Los cuales aun mataron al Señor Jesús y a sus propios profetas, y a nosotros nos han perseguido; y no agradan a Dios, y se oponen a todos los hombres;.

Prohibiéndonos hablar a los Gentiles, a fin de que se salven, para henchir la medida de sus pecados siempre: pues vino sobre ellos la ira hasta el extremo..

Mas nosotros, hermanos, privados de vosotros por un poco de tiempo, de vista, no de corazón, tanto más procuramos con mucho deseo ver vuestro rostro..

Por lo cual quisimos ir a vosotros, yo Pablo a la verdad, una vez y otra; mas Satanás nos embarazó..

Porque ¿cuál es nuestra esperanza, o gozo, o corona de que me gloríe? ¿No sois vosotros, delante de nuestro Señor Jesucristo en su venida?.

Que vosotros sois nuestra gloria y gozo..