1 Tesalonicenses, 2:17 Versículo Bíblico

Es preciso tomar constantemente en cuenta el versículo 1 Tesalonicenses, 2:17 de La Sagrada Biblia con el fin de meditar en torno a él. Acaso deberíamos hacernos la pregunta ¿Qué intentaba manifestarnos Dios Padre con el versículo 1 Tesalonicenses, 2:17? ¿En qué coyunturas de nuestra vida cotidiana tenemos la oportunidad de recurrir a aquello que hemos aprendido gracias al versículo 1 Tesalonicenses, 2:17 de La Sagrada Biblia?

Hacer un análisis profundo acerca de el versículo 1 Tesalonicenses, 2:17 nos resulta fundamental para llegar a a ser mejores personas y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, ese es el motivo por el cual es bueno recurrir al versículo 1 Tesalonicenses, 2:17 en todas aquellas ocasiones en que necesitemos palabras que nos inspiren y guíen para saber en qué forma acturar o para traer la serenidad a nuestros corazones.

Mas nosotros, hermanos, privados de vosotros por un poco de tiempo, de vista, no de corazón, tanto más procuramos con mucho deseo ver vuestro rostro.

Opiniones de nuestros usuarios

Margarita Gil Ramon

Siento que el Señor me ha hablado directamente a mi corazón con este versículo de la Biblia. Pareciera como que sabía que hoy necesitaba leer el versículo 1 Tesalonicenses, 2:17 para lograr la inspiración y la calma en mi corazón. Dios siempre cuida de sus hijos y nunca nos abandona. Gracias Señor.

Mohammed Serra Gallardo

Si tuviese que escoger 10 versículos de la Biblia, el versículo 1 Tesalonicenses, 2:17 estaría entre mis favoritos.

Jorge Calderon Arias

Quiero declarar mi amor por Dios nuestro Señor. Gracias Padre Todopoderoso por tus palabras en el versículo 1 Tesalonicenses, 2:17.

Juan Luis Espinosa Collado

Se agradece una web como esta, sin interferencias, en la que encuentras fácilmente el versículo 1 Tesalonicenses, 2:17 y puedes meditar tranquilamente sobre él. No quiero que me lo anden explicando, tan solo Dios puede hacerlo.

Jesus Maria Saez Aguilera

Cada versículo de la Santa Biblia es una joya para el alma, y el versículo 1 Tesalonicenses, 2:17 es de mis favoritas.