1 Tesalonicenses Capítulo 4

Dios, Nuestro Señor que está en los Cielos se dirige a nosotros, que somos sus hijos, y esto lo hace mediante los textos sagrados recogidos en La Biblia. En ella es el lugar en donde se escribió su doctrina y sus lecciones para la humanidad. De nosotros depende leerla y asimilar toda la sapiencia que se halla en sus palabras. En el capítulo 4 del 1 Tesalonicenses del Nuevo Testamento de las Sagradas Escrituras se encuentran confinadas porciones de bondad y sabiduría que Dios Padre otorgó a los seres humanos con el objetivo de que ellos pudieran acercarse a Él.

El 1 Tesalonicenses del Nuevo Testamento dispone de 5 capítulos. En cristianismo.info puedes leer y estudiar aquello que Dios Todopoderoso quiso mostrarnos en el capítulo 4. Para facilitar su lectura y comprensión el capítulo 4 del 1 Tesalonicenses se halla dividido en 18 versículos. Así es más simple leer y memorizar la palabra del Padre, para que así esté contigo siempre y te sirva de orientación y guía.

Nuestro Amado Padre Celestial está siempre con nosotros, es un padre bondadoso que nos aconseja. Ese fue el motivo por el cual nos brindó su palabra que nos alumbra y sirve de antorcha en los momentos más tenebrosos. En el capítulo 4 del 1 Tesalonicenses del Nuevo Testamento podrás encontrar con toda seguridad la respuesta a muchas de las dudas que de pronto aparecen durante la vida. En el momento de comenzar tu diálogo con Nuestro Señor, el hecho de leer su palabra escrita en la Biblia, y dominar profundamente los 18 versículos del capítulo 4 del 1 Tesalonicenses te será de mucha utilidad. De este modo podrás tener siempre presente en tus plegarias cuál es la verdadera palabra de Dios Todopoderoso.

Versículos del capítulo 4 del libro 1 Tesalonicenses

Resta pues, hermanos, que os roguemos y exhortemos en el Señor Jesús, que de la manera que fuisteis enseñados de nosotros de cómo os conviene andar, y agradar a Dios, así vayáis creciendo..

Porque ya sabéis qué mandamientos os dimos por el Señor Jesús..

Porque la voluntad de Dios es vuestra santificación: que os apartéis de fornicación;.

Que cada uno de vosotros sepa tener su vaso en santificación y honor;.

No con afecto de concupiscencia, como los Gentiles que no conocen a Dios:.

Que ninguno oprima, ni engañe en nada a su hermano: porque el Señor es vengador de todo esto, como ya os hemos dicho y protestado..

Porque no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación..

Así que, el que menosprecia, no menosprecia a hombre, sino a Dios, el cual también nos dio su Espíritu Santo..

Mas acerca de la caridad fraterna no habéis menester que os escriba: porque vosotros mismos habéis aprendido de Dios que os améis los unos a los otros;.

Y también lo hacéis así con todos los hermanos que están por toda Macedonia. Empero os rogamos, hermanos, que abundéis más;.

Y que procuréis tener quietud, y hacer vuestros negocios, y obréis de vuestras manos de la manera que os hemos mandado;.

A fin de que andéis honestamente para con los extraños, y no necesitéis de nada..

Tampoco, hermanos, queremos que ignoréis acerca de los que duermen, que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza..

Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Él a los que durmieron en Jesús..

Por lo cual, os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no seremos delanteros a los que durmieron..

Porque el mismo Señor con aclamación, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero:.

Luego nosotros, los que vivimos, los que quedamos, juntamente con ellos seremos arrebatados en las nubes a recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor..

Por tanto, consolaos los unos a los otros en estas palabras..