1 Timoteo Capítulo 1

Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo se nos revela a nosotros, que somos fruto de su Creación, y esto lo hace por medio de la Sagrada Biblia. En ella está escrita su palabra y sus lecciones para la humanidad. En nuestra disposición está leerla y recibir toda la bondad y sabiduría que se halla en sus palabras. En el capítulo 1 del 1 Timoteo del Nuevo Testamento de los textos de las Biblia permanecen escondidas perlas de sabiduría que el Padre entregó a sus hijos e hijas para que ellos pudieran aproximarse a Él.

El 1 Timoteo del Nuevo Testamento está formado por 6 capítulos. Ahora en cristianismo.info tienes la posibilidad de leer y aprehender aquello que Dios, en toda su Bondad deseó revelarnos en el capítulo 1. Para que sea más fácil leerlo y comprenderlo el capítulo 1 del 1 Timoteo se encuentra dividido en 20 versículos. Así es más simple leer y recordar la palabra de Dios Nuestro Señor, de forma que esté contigo siempre y te sirva para no perder el rumbo de tu vida.

Nuestro Padre Todopoderoso es el único que jamás nos abandona, es un padre bueno que nos orienta. Por eso nos regaló su palabra que nos inspira y sirve de faro en los trances más sombríos. En el capítulo 1 del 1 Timoteo del Nuevo Testamento encontrarás sin duda la clave a muchas de las cuestiones que puedan aparecer durante la vida. Cuando vas a dar inicio a tu diálogo con el Creador, leer su palabra escrita en los textos que componen la Biblia, y dominar profundamente los 20 versículos del capítulo 1 del 1 Timoteo te será extremadamente útil. De esta manera te será posible tener siempre presente en tus rezos cuál es la palabra de Dios Padre que está en los Cielos.

Versículos del capítulo 1 del libro 1 Timoteo

Pablo, apóstol de Jesucristo por la ordenación de Dios nuestro Salvador, y del Señor Jesucristo, nuestra esperanza;.

A Timoteo, verdadero hijo en la fe: Gracia, misericordia y paz de Dios nuestro Padre, y de Cristo Jesús nuestro Señor..

Como te rogué que te quedases en Efeso, cuando partí para Macedonia, para que requirieses a algunos que no enseñen diversa doctrina,.

Ni presten atención a fábulas y genealogías sin término, que antes engendran cuestiones que la edificación de Dios que es por fe; así te encargo ahora..

Pues el fin del mandamiento es la caridad nacida de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida:.

De lo cual distrayéndose algunos, se apartaron a vanas pláticas;.

Queriendo ser doctores de la ley, sin entender ni lo que hablan, ni lo que afirman..

Sabemos empero que la ley es buena, si alguno usa de ella legítimamente;.

Conociendo esto, que la ley no es puesta para el justo, sino para los injustos y para los desobedientes, para los impíos y pecadores, para los malos y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas,.

Para los fornicarios, para los sodomitas, para los ladrones de hombres, para los mentirosos y ladrones de hombres, para los mentirosos y perjuros, y si hay alguna otra cosa contraria a la sana doctrina;.

Según el evangelio de la gloria del Dios bendito, el cual a mí me ha sido encargado..

Y doy gracias al que me fortificó, a Cristo Jesús nuestro Señor, de que me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio:.

Habiendo sido antes blasfemo y perseguidor e injuriador: mas fui recibido a misericordia, porque lo hice con ignorancia en incredulidad..

Mas la gracia de nuestro Señor fue más abundante con la fe y amor que es en Cristo Jesús..

Palabra fiel y digna de ser recibida de todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero..

Mas por esto fui recibido a misericordia, para que Jesucristo mostrase en mí el primero toda su clemencia, para ejemplo de los que habían de creer en Él para vida eterna..

Por tanto, al Rey de siglos, inmortal, invisible, al solo sabio Dios sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén..

Este mandamiento, hijo Timoteo, te encargo, para que, conforme a las profecías pasadas de ti, milites por ellas buena milicia;.

Manteniendo la fe y buena conciencia, la cual echando de sí algunos, hicieron naufragio en la fe:.

De los cuales son Himeneo y Alejandro, los cuales entregué a Satanás, para que aprendan a no blasfemar..