2 Corintios Capítulo 10

Dios se comunica con nosotros, sus hijos, y nos habla por medio de las Sagradas Escrituras que componen la Biblia. En ella es donde se encuentra escrita su doctrina y sus enseñanzas para la humanidad. Nosotros somos quienes decidimos si leerla y asimilar toda la sapiencia que reside en sus palabras. En el capítulo 10 del 2 Corintios del Nuevo Testamento de los textos de las Biblia están escondidas perlas de sabiduría que Dios Padre entregó a los hombres con el objetivo de que ellos llegaran a aproximarse a Él.

El 2 Corintios del Nuevo Testamento consta de 13 capítulos. Ahora puedes leer aquello que Dios, en toda su Bondad deseó mostrarnos en el capítulo 10. Para una mejor lectura y comprensión el capítulo 10 del 2 Corintios está fraccionado en 18 versículos. De esta manera es más sencillo leer y retener en la memoria la palabra de Dios, de forma que esté contigo siempre y te sirva como una luz en tu camino.

Dios Nuestro Señor no nos deja nunca solos, es un padre benévolo que nos aconseja. Por ese motivo nos regaló su palabra que nos inspira y sirve de luz en los momentos más oscuros. En el capítulo 10 del 2 Corintios del Nuevo Testamento hallarás sin dudarlo la solución a muchas de las dudas que se puedan manifestar en la vida. En el inicio de tu diálogo con el Creador, haber leído su palabra escrita en la Biblia, y conocer en profundidad los 18 versículos del capítulo 10 del 2 Corintios te será de mucha ayuda. De esta manera te será posible tener siempre presente en tus plegarias en qué consiste la verdadera palabra de Dios Padre que está en los Cielos.

Versículos del capítulo 10 del libro 2 Corintios

Empero yo Pablo, os ruego por la mansedumbre y modestia de Cristo, yo que presente ciertamente soy bajo entre vosotros, mas ausente soy confiado entre vosotros:.

Ruego pues, que cuando estuviere presente, no tenga que ser atrevido con la confianza con que estoy en ánimo de ser resuelto para con algunos, que nos tienen como si anduviésemos según la carne..

Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne..

(Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas;).

Destruyendo consejos, y toda altura que se levanta contra la ciencia de Dios, y cautivando todo intento a la obediencia, de Cristo;.

Y estando prestos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia fuere cumplida..

Miráis las cosas según la apariencia. Si alguno está confiado en sí mismo que es de Cristo, esto también piense por sí mismo, que como Él es de Cristo, así también nosotros somos de Cristo..

Porque aunque me glorié aun un poco de nuestra potestad (la cual el Señor nos dio para edificación y no para vuestra destrucción), no me avergonzaré;.

Porque no parezca como que os quiero espantar por cartas..

Porque a la verdad, dicen, las cartas son graves y fuertes; mas la presencia corporal flaca, y la palabra menospreciable..

Esto piense el tal, que cuales somos en la palabra por cartas estando ausentes, tales seremos también en hechos, estando presentes..

Porque no osamos entremeternos o compararnos con algunos que se alaban a sí mismos: mas ellos, midiéndose a sí mismos por sí mismos, y comparándose consigo mismos no son juiciosos..

Nosotros empero, no nos gloriaremos fuera de nuestra medida, sino conforme a la medida de la regla, de la medida que Dios nos repartió, para llegar aun hasta vosotros..

Porque no nos extendemos sobre nuestra medida, como si no llegásemos hasta vosotros: porque también hasta vosotros hemos llegado en el evangelio de Cristo:.

No gloriándonos fuera de nuestra medida en trabajos ajenos; mas teniendo esperanza del crecimiento de vuestra fe, que seremos muy engrandecidos entre vosotros, conforme a nuestra regla..

Y que anunciaremos el evangelio en los lugares más allá de vosotros, sin entrar en la medida de otro para gloriarnos en lo que ya estaba aparejado..

Mas el que se gloría, gloríese en el Señor..

Porque no el que se alaba a sí mismo, el tal es aprobado; mas aquel a quien Dios alaba..