2 Crónicas Capítulo 34

Dios Padre habla con nosotros, sus hijos e hijas, y nos habla por mediación de los textos sagrados recogidos en La Biblia. En la Sagrada Biblia es el lugar en donde se escribió su doctrina y sus enseñanzas para la humanidad. De nosotros, sus hijos, depende leerla y captar toda la bondad y sabiduría que se encuentra en sus palabras. En el capítulo 34 del 2 Crónicas del Nuevo Testamento de las Sagradas Escrituras se hallan escondidas intensas dosis de sabiduría y conocimiento que Dios Nuestro Señor concedió a sus hijos e hijas con el objetivo de que ellos tuvieran la capacidad de estar al lado de Él.

El 2 Crónicas del Nuevo Testamento consta de 36 capítulos. En cristianismo.info puedes leer e interiorizar lo que Dios se propuso mostrarnos en el capítulo 34. Para que sea más fácil leerlo y comprenderlo el capítulo 34 del 2 Crónicas está dividido en 33 versículos. De este modo es más sencillo leer y memorizar la palabra de Dios Nuestro Señor, de forma que esté contigo siempre y te sirva para trazar tu rumbo.

Nuestro Padre, Dios Todopoderoso no nos deja nunca solos, es un padre clemente que nos guía. Por eso nos dió su palabra que nos orienta y sirve de fanal en los momentos más tenebrosos. En el capítulo 34 del 2 Crónicas del Nuevo Testamento hallarás sin duda la solución a muchos de los interrogantes que a menudo se manifiestan durante la vida. A la hora de iniciar tu diálogo con el Altísimo, haber leído su palabra escrita en los textos que componen la Biblia, y comprender profundamente los 33 versículos del capítulo 34 del 2 Crónicas te será de gran utilidad. De esta forma tendrás siempre presente en tus rezos en qué consiste el mandato de Nuestro Señor.

Versículos del capítulo 34 del libro 2 Crónicas

De ocho años era Josías cuando comenzó a reinar, y treinta y un años reinó en Jerusalem..

Este hizo lo recto en ojos de Jehová, y anduvo en los caminos de David su padre, sin apartarse a la diestra ni a la siniestra..

A los ocho años de su reinado, siendo aún muchacho, comenzó a buscar al Dios de David su padre; y a los doce años comenzó a limpiar a Judá y a Jerusalem de los altos, bosques, esculturas, e imágenes de fundición..

Y derribaron delante de él los altares de los Baales, e hizo pedazos las imágenes del sol, que estaban puestas encima; despedazó también los bosques, y las esculturas y estatuas de fundición, y desmenuzolas, y esparció el polvo sobre los sepulcros de los que las habían sacrificado..

Quemó además los huesos de los sacerdotes sobre sus altares, y limpió a Judá y a Jerusalem..

Lo mismo hizo en las ciudades de Manasés, Ephraim, y Simeón, hasta en Nephtalí, con sus lugares asolados alrededor..

Y como hubo derribado los altares y los bosques, y quebrado y desmenuzado las esculturas, y destruido todos los ídolos por toda la tierra de Israel, volviose a Jerusalem..

A los dieciocho años de su reinado, después de haber limpiado la tierra, y la casa, envió a Saphán hijo de Asalías, y a Maasías gobernador de la ciudad, y a Joah hijo de Joachâz, canciller, para que reparasen la casa de Jehová su Dios..

Los cuales vinieron a Hilcías, gran sacerdote, y dieron el dinero que había sido metido en la casa de Jehová, que los Levitas que guardaban la puerta habían recogido de mano de Manasés y de Ephraim y de todas las reliquias de Israel, y de todo Judá y Benjamín, habiéndose después vuelto a Jerusalem..

Y entregáronlo en mano de los que hacían la obra, que eran sobrestantes en la casa de Jehová; los cuales lo daban a los que hacían la obra y trabajaban en la casa de Jehová, para reparar y restaurar el templo..

Daban asimismo a los oficiales y albañiles para que comprasen piedra de cantería, y madera para las trabazones, y para entabladura de las casas, las cuales habían destruido los reyes de Judá..

Y estos hombres procedían con fidelidad en la obra: y eran sus gobernadores Jahath y Abdías, Levitas de los hijos de Merari; y Zachârías y Mesullam de los hijos de Coath, para que activasen la obra; y de los Levitas, todos los entendidos en instrumentos de música..

También velaban sobre los ganapanes, y eran sobrestantes de los que se ocupaban en cualquier clase de obra; y de los Levitas había esribas, gobernadores, y porteros..

Y al sacar el dinero que había sido metido en la casa de Jehová, Hilcías el sacerdote halló el libro de la ley de Jehová dada por mano de Moisés..

Y dando cuenta Hilcías, dijo a Saphán escriba: Yo he hallado el libro de la ley en la casa de Jehová. Y dio Hilcías el libro a Saphán..

Y Saphán lo llevó al rey, y contole el negocio, diciendo: Tus siervos han cumplido todo lo que les fue dado a cargo..

Han reunido el dinero que se halló en la casa de Jehová, y lo han entregado en mano de los comisionados, y en mano de los que hacen la obra..

A más de esto, declaró Saphán escriba al rey, diciendo: El sacerdote Hilcías me dio un libro. Y leyó Saphán en él delante del rey..

Y luego que el rey oyó las palabras de la ley, rasgó sus vestidos;.

Y mandó a Hilcías y a Ahicam hijo de Saphán, y a Abdón hijo de Michâ, y a Saphán escriba, y a Asaía siervo del rey, diciendo:.

Andad, y consultad a Jehová de mí, y de las reliquias de Israel y de Judá, acerca de las palabras del libro que se ha hallado; porque grande es el furor de Jehová que ha caído sobre nosotros, por cuanto nuestros padres no guardaron la palabra de Jehová, para hacer conforme a todo lo que está escrito en este libro..

Entonces Hilcías y los del rey fueron a Hulda profetisa, mujer de Sallum, hijo de Tikvath, hijo de Hasra, guarda de las vestimentas, la cual moraba en Jerusalem en la casa de la doctrina; y dijéronle las palabras dichas..

Y ella respondió: Jehová el Dios de Israel ha dicho así: Decid al varón que os ha enviado a mí, que así ha dicho Jehová:.

He aquí yo traigo mal sobre este lugar, y sobre los moradores de él, y todas las maldiciones que están escritas en el libro que leyeron delante del rey de Judá:.

Por cuanto me han dejado, y han sacrificado a dioses ajenos, provocándome a ira en todas las obras de sus manos; por tanto mi furor destilará sobre este lugar, y no se apagará..

Mas al rey de Judá, que os ha enviado a consultar a Jehová, así le diréis: Jehová el Dios de Israel ha dicho así: Por cuanto oíste las palabras del libro,.

Y tu corazón se enterneció, y te humillaste delante de Dios al oír sus palabras sobre este lugar, y sobre sus moradores, y te humillaste delante de mí, y rasgaste tus vestidos, y lloraste en mi presencia, yo también te he oído, dice Jehová..

He aquí que yo te recogeré con tus padres, y serás recogido en tus sepulcros en paz, y tus ojos no verán todo el mal que yo traigo sobre este lugar, y sobre los moradores de él. Y ellos refirieron al rey la respuesta..

Entonces el rey envió y juntó todos los ancianos de Judá y de Jerusalem..

Y subió el rey a la casa de Jehová, y con él todos los varones de Judá, y los moradores de Jerusalem, y los sacerdotes, y los Levitas, y todo el pueblo desde el mayor hasta el más pequeño; y leyó a oídos de ellos todas las palabras del libro del pacto que había sido hallado en la casa de Jehová..

Y estando el rey en pie en su sitio, hizo alianza delante de Jehová de caminar en pos de Jehová, y de guardar sus mandamientos, sus testimonios, y sus estatutos, de todo su corazón y de toda su alma, poniendo por obra las palabras del pacto que estaban escritas en aquel libro..

E hizo que se obligaran a ello todos los que estaban en Jerusalem y en Benjamín: y los moradores de Jerusalem hicieron conforme al pacto de Dios, del Dios de sus padres..

Y quitó Josías todas las abominaciones de todas las tierras de los hijos de Israel, e hizo a todos los que se hallaron en Israel que sirviesen a Jehová su Dios. No se apartaron de en pos de Jehová el Dios de sus padres, todo el tiempo que él vivió..