2 Reyes Capítulo 4

Dios se dirige a nosotros, creados a su imagen y semejanza, y nos habla mediante las Sagradas Escrituras que componen la Biblia. En la Sagrada Biblia podemos encontrar escrita su doctrina y sus conocimientos para la humanidad. Nosotros somos quienes decidimos si leerla y recibir toda la bondad y sabiduría que se encuentra en sus palabras. En el capítulo 4 del 2 Reyes del Nuevo Testamento de la Biblia es posible hallar encerradas porciones de bondad y sabiduría que Dios Creador regaló a sus hijos para que así ellos tuvieran la capacidad de estar junto a Él.

El 2 Reyes del Nuevo Testamento tiene 25 capítulos. En esta web tienes la posibilidad de leer e interiorizar lo que Dios quiso revelarnos en el capítulo 4. Para que lo puedas leer y comprender mejor el capítulo 4 del 2 Reyes está fraccionado en 44 versículos. De esta manera es más simple leer y retener en la memoria la palabra de Dios, para que así esté contigo siempre y te sirva de guía.

Nuestro Padre, Dios Todopoderoso nunca nos abandona, es un padre bueno que nos aconseja. Por eso nos brindó su palabra que nos inspira y sirve de faro en los instantes más oscuros. En el capítulo 4 del 2 Reyes del Nuevo Testamento podrás encontrar sin lugar a dudas la clave a muchas de las cuestiones que te puedan surgir durante la vida. En el momento de comenzar tu diálogo con el Altísimo, haber leído su palabra escrita en la Biblia, y entender profundamente los 44 versículos del capítulo 4 del 2 Reyes te será muy útil. De esta forma te será posible tener siempre presente en tus plegarias cuál es la palabra de Dios Todopoderoso.

Versículos del capítulo 4 del libro 2 Reyes

Una mujer, de las mujeres de los hijos de los profetas, clamó a Eliseo, diciendo: Tu siervo mi marido es muerto; y tú sabes que tu siervo era temeroso de Jehová: y ha venido el acreedor para tomarse dos hijos míos por siervos..

Y Eliseo le dijo: ¿Qué te haré yo? Declárame qué tienes en casa. Y ella dijo: Tu sierva ninguna cosa tiene en casa, sino una botija de aceite..

Y él le dijo: Ve, y pide para ti vasos prestados de todos tus vecinos, vasos vacíos, no pocos..

Entra luego, y cierra la puerta tras ti y tras tus hijos; y echa en todos los vasos, y en estando uno lleno, ponlo aparte..

Y partiose la mujer de él, y cerró la puerta tras sí y tras sus hijos; y ellos le llegaban los vasos, y ella echaba del aceite..

Y como los vasos fueron llenos, dijo a un hijo suyo: Tráeme aún otro vaso. Y él dijo: No hay más vasos. Entonces cesó el aceite..

Vino ella luego, y contolo al varón de Dios, el cual dijo: Ve, y vende el aceite, y paga a tus acreedores; y tú y tus hijos vivid de lo que quedare..

Y aconteció también que un día pasaba Eliseo por Sunem; y había allí una mujer principal, la cual le constriñó a que comiese del pan: y cuando por allí pasaba, veníase a su casa a comer del pan..

Y ella dijo a su marido: He aquí ahora, yo entiendo que éste que siempre pasa por nuestra casa, es varón de Dios santo..

Yo te ruego que hagas una pequeña cámara de paredes, y pongamos en ella cama, y mesa, y silla, y candelero, para que cuando viniere a nosotros, se recoja en ella..

Y aconteció que un día vino él por allí, y recogiose en aquella cámara, y durmió en ella..

Entonces dijo a Giezi su criado: Llama a esta Sunamita. Y como él la llamó, pareció ella delante de él..

Y dijo él a Giezi: Dile: He aquí tú has estado solícita por nosotros con todo este esmero: ¿qué quieres que haga por ti? ¿has menester que hable por ti al rey, o al general del ejército? Y ella respondió: Yo habito en medio de mi pueblo..

Y él dijo: ¿Qué pues haremos por ella? Y Giezi respondió: He aquí ella no tiene hijo, y su marido es viejo..

Dijo entonces: Llámala. Y él la llamó, y ella se paró a la puerta..

Y él le dijo: A este tiempo según el tiempo de la vida, abrazarás un hijo. Y ella dijo: No, señor mío, varón de Dios, no hagas burla de tu sierva..

Mas la mujer concibió, y parió un hijo a aquel tiempo que Eliseo le había dicho, según el tiempo de la vida..

Y como el niño fue grande, aconteció que un día salió a su padre, a los segadores..

Y dijo a su padre: ¡Mi cabeza, mi cabeza! Y él dijo a un criado: Llévalo a su madre..

Y habiéndole él tomado, y traídolo a su madre, estuvo sentado sobre sus rodillas hasta medio día, y muriose..

Ella entonces subió, y púsolo sobre la cama del varón de Dios, y cerrándole la puerta, saliose..

Llamando luego a su marido, díjole: Ruégote que envíes conmigo a alguno de los criados y una de las asnas, para que yo vaya corriendo al varón de Dios, y vuelva..

Y él dijo: ¿Para qué has de ir a él hoy? No es nueva luna, ni sábado. Y ella respondió: Paz..

Después hizo enalbardar una borrica, y dijo al mozo: Guía y anda; y no me hagas detener para que suba, sino cuando yo te lo dijere..

Partiose pues, y vino al varón de Dios al monte del Carmelo. Y cuando el varón de Dios la vio de lejos, dijo a su criado Giezi: He aquí la Sunamita:.

Ruégote que vayas ahora corriendo a recibirla, y dile: ¿Tienes paz? ¿y tu marido, y tu hijo? Y ella dijo: Paz..

Y luego que llegó al varón de Dios en el monte, asió de sus pies. Y llegose Giezi para quitarla; mas el varón de Dios le dijo: Déjala, porque su alma está en amargura, y Jehová me ha encubierto el motivo, y no me lo ha revelado..

Y ella dijo: ¿Pedí yo hijo a mi señor? ¿No dije yo, que no me burlases?.

Entonces dijo él a Giezi: Ciñe tus lomos, y toma mi bordón en tu mano, y ve; y si alguno te encontrare, no lo saludes; y si alguno te saludare, no le respondas: y pondrás mi bordón sobre el rostro del niño..

Y dijo la madre del niño: Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré..

Él entonces se levantó, y siguiola. Y Giezi había ido delante de ellos, y había puesto el bordón sobre el rostro del niño, mas ni tenía voz ni sentido; y así se había vuelto para encontrar a Eliseo; y declaróselo, diciendo: El mozo no despierta..

Y venido Eliseo a la casa, he aquí el niño que estaba tendido muerto sobre su cama..

Entrando él entonces, cerró la puerta sobre ambos, y oró a Jehová..

Después subió, y echose sobre el niño, poniendo su boca sobre la boca de él, y sus ojos sobre sus ojos, y sus manos sobre las manos suyas; así se tendió sobre él, y calentose la carne del joven..

Volviéndose luego, paseose por la casa a una parte y a otra, y después subió, y tendiose sobre él; y el joven estornudó siete veces, y abrió sus ojos..

Entonces llamó él a Giezi, y díjole: Llama a esta Sunamita. Y él la llamó. Y entrando ella, él le dijo: Toma tu hijo..

Y así que ella entró, echose a sus pies, e inclinose a tierra: después tomó su hijo, y saliose..

Y Eliseo se volvió a Gilgal. Había entonces grande hambre en la tierra. Y los hijos de los profetas estaban con él, por lo que dijo a su criado: Pon una grande olla, y haz potaje para los hijos de los profetas..

Y salió uno al campo a coger hierbas, y halló una como parra montés, y cogió de ella una faldada de calabazas silvestres: y volvió, y cortolas en la olla del potaje: porque no sabía lo que era..

Echose después para que comieran los hombres; pero sucedió que comiendo ellos de aquel guisado, dieron voces, diciendo: ¡Varón de Dios, la muerte en la olla! Y no lo pudieron comer..

Él entonces dijo: Traed harina. Y esparciola en la olla, y dijo: Echa de comer a la gente. Y no hubo más mal en la olla..

Vino entonces un hombre de Baal-salisa, el cual trajo al varón de Dios panes de primicias, veinte panes de cebada, y trigo nuevo en su espiga. Y él dijo: Da a la gente para que coman..

Y respondió su sirviente: ¿Cómo he de poner esto delante de cien hombres? Mas él tornó a decir: Da a la gente para que coman, porque así ha dicho Jehová: Comerán, y sobrará..

Entonces él lo puso delante de ellos, y comieron, y sobroles, conforme a la palabra de Jehová..