2 Reyes Capítulo 7

Dios Padre se nos revela a nosotros, sus hijos, y nos habla mediante la Sagrada Biblia. En ella está escrita su doctrina y sus enseñanzas para la humanidad. Nosotros disponemos del libre albedrío para leerla y tratar de captar toda la bondad y sabiduría que hay en sus palabras. En el capítulo 7 del 2 Reyes del Nuevo Testamento de las Sagradas Escrituras están confinadas píldoras de conocimiento que Dios Padre otorgó a los seres humanos para que ellos pudieran estar al lado de Él.

El 2 Reyes del Nuevo Testamento dispone de 25 capítulos. En esta web tienes la posibilidad de leer y aprehender lo que Dios deseó revelarnos en el capítulo 7. Para facilitar su lectura y comprensión el capítulo 7 del 2 Reyes está fraccionado en 20 versículos. De esta manera es más fácil leer y memorizar la palabra del Padre, de forma que esté a tu lado siempre y te sirva para guiarte.

Nuestro Padre, Dios Todopoderoso no nos deja nunca solos, es un padre compasivo que nos aconseja. Ese fue el motivo por el cual nos regaló su palabra que nos inspira y sirve de faro en los periodos más oscuros. En el capítulo 7 del 2 Reyes del Nuevo Testamento hallarás sin lugar a dudas la solución a muchas de las preguntas que de pronto aparecen en la vida. A la hora de iniciar tu diálogo con Nuestro Señor, leer su palabra escrita en la Biblia, y conocer en profundidad los 20 versículos del capítulo 7 del 2 Reyes te será de gran utilidad. De este modo tendrás siempre presente en tus plegarias cuál es la verdadera palabra de Dios Padre que está en los Cielos.

Versículos del capítulo 7 del libro 2 Reyes

Dijo entonces Eliseo: Oíd palabra de Jehová: Así dijo Jehová: Mañana a estas horas valdrá el seah de flor de harina un siclo, y dos seah de cebada un siclo, a la puerta de Samaria..

Y un príncipe sobre cuya mano el rey se apoyaba, respondió al varón de Dios, y dijo: Si Jehová hiciese ahora ventanas en el cielo, ¿sería esto así? Y él dijo: He aquí tú lo verás con tus ojos, mas no comerás de ello..

Y había cuatro hombres leprosos a la entrada de la puerta, los cuales dijeron el uno al otro: ¿Para qué nos estamos aquí hasta que muramos?.

Si tratáremos de entrar en la ciudad, por el hambre que hay en la ciudad moriremos en ella; y si nos quedamos aquí, también moriremos. Vamos pues ahora, y pasémonos al ejército de los Siros: si ellos nos dieren la vida, viviremos; y si nos dieren la muerte, moriremos..

Levantáronse pues en el principio de la noche, para irse al campo de los Siros; y llegando a las primeras estancias de los Siros, no había allí hombre..

Porque el Señor había hecho que en el campo de los Siros se oyese estruendo de carros, ruido de caballos, y estrépito de grande ejército; y dijéronse los unos a los otros: He aquí el rey de Israel ha pagado contra nosotros a los reyes de los Heteos, y a los reyes de los Egipcios, para que vengan contra nosotros..

Y así se habían levantado y huido al principio de la noche, dejando sus tiendas, sus caballos, sus asnos, y el campo como se estaba; y habían huido por salvar las vidas..

Y como los leprosos llegaron a las primeras estancias, entráronse en una tienda, y comieron y bebieron, y tomaron de allí plata, y oro, y vestido, y fueron, y escondiéronlo: y vueltos, entraron en otra tienda, y de allí también tomaron, y fueron, y escondieron..

Y dijéronse el uno al otro: No hacemos bien: hoy es día de buena nueva, y nosotros callamos: y si esperamos hasta la luz de la mañana, nos alcanzará la maldad. Vamos pues ahora, entremos, y demos la nueva en casa del rey..

Y vinieron, y dieron voces a los guardas de la puerta de la ciudad, y declaráronles, diciendo: Nosotros fuimos al campo de los Siros, y he aquí que no había allí hombre, ni voz de hombre, sino caballos atados, asnos también atados, y el campo como se estaba..

Y los porteros dieron voces, y declaráronlo dentro, en el palacio del rey..

Y levantose el rey de noche, y dijo a sus siervos: Yo os declararé lo que nos han hecho los Siros. Ellos saben que tenemos hambre, y hanse salido de las tiendas y escondídose en el campo, diciendo: Cuando hubieren salido de la ciudad, los tomaremos vivos, y entraremos en la ciudad..

Entonces respondió uno de sus siervos, y dijo: Tomen ahora cinco de los caballos que han quedado en la ciudad, (porque ellos también son como toda la multitud de Israel que ha quedado en ella; también ellos son como toda la multitud de Israel que ha perecido;) y enviemos, y veamos qué hay..

Tomaron pues dos caballos de un carro, y envió el rey tras el campo de los Siros, diciendo: Id, y ved..

Y ellos fueron, y siguiéronlos hasta el Jordán: y he aquí, todo el camino estaba lleno de vestidos y enseres que los Siros habían arrojado con la premura. Y volvieron los mensajeros, e hiciéronlo saber al rey..

Entonces el pueblo salió, y saquearon el campo de los Siros. Y fue vendido un seah de flor de harina por un siclo, y dos seah de cebada por un siclo, conforme a la palabra de Jehová..

Y el rey puso a la puerta a aquel príncipe sobre cuya mano él se apoyaba: y atropellole el pueblo a la entrada, y murió, conforme a lo que había dicho el varón de Dios, lo que habló cuando el rey descendió a él..

Aconteció pues de la manera que el varón de Dios había hablado al rey, diciendo: Dos seah de cebada por un siclo, y el seah de flor de harina será vendido por un siclo mañana a estas horas, a la puerta de Samaria..

A lo cual aquel príncipe había respondido al varón de Dios, diciendo: Aunque Jehová hiciese ventanas en el cielo, ¿pudiera ser eso? Y él dijo: He aquí tú lo verás con tus ojos, mas no comerás de ello..

Y vínole así; porque el pueblo le atropelló a la entrada, y murió..