Dios, Nuestro Señor que está en los Cielos se nos manifiesta a nosotros, sus hijos e hijas, y nos habla a través de los textos sagrados recogidos en La Biblia. En ella es el lugar en donde se escribió su palabra y sus enseñanzas para la humanidad. De nosotros depende leerla y recibir toda la sapiencia que hay en sus palabras. En el capítulo 17 del Isaías del Nuevo Testamento de las Sagradas Escrituras están escondidas píldoras de conocimiento que Dios entregó a los seres humanos para que ellos llegaran a aproximarse a Él.
El Isaías del Nuevo Testamento consta de 66 capítulos. Ahora puedes leer y aprender aquello que Dios Todopoderoso deseó mostrarnos en el capítulo 17. Para que lo puedas leer y comprender mejor el capítulo 17 del Isaías se halla fraccionado en 14 versículos. Así es más simple leer y recordar la palabra del Señor, de forma que te acompañe siempre y te sirva de brújula en la vida.
Dios Nuestro Señor siempre está a nuestro lado, es un padre clemente que nos guía. Por eso nos regaló su palabra que nos alumbra y sirve de linterna en los momentos más sombríos. En el capítulo 17 del Isaías del Nuevo Testamento hallarás sin lugar a dudas la clave a muchas de las dudas que se puedan manifestar en la vida. Cuando vas a dar inicio a tu diálogo con Nuestro Señor, haber leído su palabra escrita en los textos que componen la Biblia, y comprender en profundidad los 14 versículos del capítulo 17 del Isaías te será de gran ayuda. De esta manera podrás tener siempre presente en tus oraciones cuál es el mandato de Dios Padre que está en los Cielos.
Carga de Damasco..
Las ciudades de Aroer desamparadas, en majadas se tornarán; dormirán allí, y no habrá quien los espante..
Y cesará el socorro de Ephraim, y el reino de Damasco; y lo que quedare de Siria, será como la gloria de los hijos de Israel, dice Jehová de los ejércitos..
Y será que en aquel tiempo la gloria de Jacob se atenuará, y enflaquecerase la grosura de su carne..
Y será como cuando el segador coge la mies, y con su brazo siega las espigas: será también como el que coge espigas en el valle de Rephaim..
Y quedarán en él rebuscos, como cuando sacuden el aceituno, dos o tres granos en la punta del ramo, cuatro o cinco en sus ramas fructíferas, dice Jehová Dios de Israel..
En aquel día mirará el hombre a su Hacedor, y sus ojos contemplarán al Santo de Israel..
Y no mirará a los altares que hicieron sus manos, ni mirará a lo que hicieron sus dedos, ni a los bosques, ni a las imágenes del sol..
En aquel día las ciudades de su fortaleza serán como los frutos que quedan en los pimpollos y en las ramas, las cuales fueron dejadas a causa de los hijos de Israel; y habrá asolamiento..
Porque te olvidaste del Dios de tu salud, y no te acordaste de la roca de tu fortaleza; por tanto plantarás plantas hermosas, y sembrarás sarmiento extraño..
El día que las plantares, las harás crecer, y harás que tu simiente brote de mañana; mas la cosecha será arrebatada en el día del coger, y del dolor desesperado..
¡Ay! multitud de muchos pueblos que harán ruido como estruendo de la mar: y murmullo de naciones hará alboroto como murmurio de muchas aguas..
Los pueblos harán estrépito a manera de ruido de grandes aguas: mas Dios le reprenderá, y huirá lejos; será ahuyentado como el tamo de los montes delante del viento, y como el polvo delante del torbellino..
Al tiempo de la tarde he aquí turbación; y antes de la mañana ya no es. Esta es la parte de los que nos huellan, y la suerte de los que nos saquean..