Isaías Capítulo 2

Dios se nos manifiesta a nosotros, sus hijos, y lo hace a través de la Sagrada Biblia. En la Biblia es donde se encuentra escrita su doctrina y sus enseñanzas para la humanidad. De nosotros depende leerla y recibir toda la sapiencia que se encuentra en sus palabras. En el capítulo 2 del Isaías del Nuevo Testamento de las Sagradas Escrituras se encuentran encerradas porciones de bondad y sabiduría que Dios concedió a los seres humanos para que ellos llegaran a estar al lado de Él.

El Isaías del Nuevo Testamento tiene 66 capítulos. Ahora tienes la posibilidad de leer y aprender lo que Nuestro Señor quiso enseñarnos en el capítulo 2. Para que la lectura y la comprensión sean más fáciles el capítulo 2 del Isaías se halla dividido en 22 versículos. De este modo es más sencillo leer y aprender de memoria la palabra del Padre, para que esté contigo siempre y te sirva para no perder el rumbo de tu vida.

Nuestro Amado Padre Celestial no nos deja nunca solos, es un padre compasivo que nos guía. Ese fue el motivo por el cual nos dió su palabra que nos alumbra y sirve de faro en los momentos más tenebrosos. En el capítulo 2 del Isaías del Nuevo Testamento podrás encontrar sin duda la clave a muchas de las cuestiones que de pronto aparecen a lo largo de la vida. Al principio de tu diálogo con el Padre, leer su palabra escrita en la Sagrada Biblia, y entender en profundidad los 22 versículos del capítulo 2 del Isaías te será de gran utilidad. De esta forma te será posible tener siempre presente en tus oraciones cuál es la verdadera palabra de Dios Todopoderoso.

Versículos del capítulo 2 del libro Isaías

Lo que vio Isaías, hijo de Amoz, tocante a Judá y a Jerusalem..

Y acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la casa de Jehová por cabeza de los montes, y será ensalzado sobre los collados, y correrán a él todas las gentes..

Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará en sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalem la palabra de Jehová..

Y juzgará entre las gentes, y reprenderá a muchos pueblos; y volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces: no alzará espada gente contra gente, ni se ensayarán más para la guerra..

Venid, oh casa de Jacob, y caminemos a la luz de Jehová..

Ciertamente tú has dejado tu pueblo, la casa de Jacob, porque son henchidos de oriente, y de agoreros, como los Filisteos; y en hijos ajenos descansan..

Su tierra está llena de plata y oro, sus tesoros no tienen fin. También está su tierra llena de caballos; ni sus carros tienen número..

Además está su tierra llena de ídolos, y a la obra de sus manos se han arrodillado, a lo que fabricaron sus dedos..

Y hase inclinado el hombre, y el varón se ha humillado: por tanto no los perdonarás..

Métete en la piedra, escóndete en el polvo, de la presencia espantosa de Jehová y del resplandor de su majestad..

La altivez de los ojos del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y Jehová solo será ensalzado en aquel día..

Porque día de Jehová de los ejércitos vendrá sobre todo soberbio y altivo, y sobre todo ensalzado; y será abatido:.

Y sobre todos los cedros del Líbano altos y sublimes, y sobre todos los alcornoques de Basán;.

Y sobre todos los montes altos, y sobre todos los collados levantados;.

Y sobre toda torre alta, y sobre todo muro fuerte;.

Y sobre todas las naves de Tarsis, y sobre todas pinturas preciadas..

Y la altivez del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y solo Jehová será ensalzado en aquel día..

Y quitará totalmente los ídolos..

Y meteranse en las cavernas de las peñas, y en las aberturas de la tierra, por la presencia espantosa de Jehová, y por el resplandor de su majestad, cuando se levantare él para herir la tierra..

Aquel día arrojará el hombre, a los topos y murciélagos, sus ídolos de plata y sus ídolos de oro, que le hicieron para que adorase;.

Y se entrarán en las hendiduras de las rocas y en las cavernas de las peñas, por la presencia formidable de Jehová, y por el resplandor de su majestad, cuando se levantare para herir la tierra..

Dejaos del hombre, cuyo hálito está en su nariz; porque ¿de qué es él estimado?.