Isaías Capítulo 33

Dios, Nuestro Señor se dirige a nosotros, sus hijos creados a su imagen y semejanza, y lo hace por medio de la Sagrada Biblia. En ella podemos encontrar escrita su palabra y sus enseñanzas para la humanidad. Nosotros somos quienes decidimos si leerla y captar toda la sabiduría que se encuentra en sus palabras. En el capítulo 33 del Isaías del Nuevo Testamento de las Sagradas Escrituras se encuentran confinadas píldoras de conocimiento que Dios Padre proporcionó a los hombres con el objetivo de que ellos tuvieran la capacidad de acercarse a Él.

El Isaías del Nuevo Testamento dispone de 66 capítulos. En esta web puedes leer aquello que Dios Nuestro Señor deseó revelarnos en el capítulo 33. Para que sea más fácil leerlo y comprenderlo el capítulo 33 del Isaías se encuentra fraccionado en 24 versículos. De esta forma es más simple leer y recordar la palabra Dios Todopoderoso, de modo que esté contigo siempre y te sirva como un faro para orientarte.

Nuestro Amado Padre Celestial no nos deja nunca solos, es un padre bondadoso que nos guía. Ese fue el motivo por el cual nos obsequió con su palabra que nos ilumina y sirve de Estrella Polar en los trances más sombríos. En el capítulo 33 del Isaías del Nuevo Testamento podrás encontrar sin duda la clave a gran cantidad de dilemas que de pronto aparecen durante la vida. En el inicio de tu diálogo con el Padre, el hecho de leer su palabra escrita en las Sagradas Escrituras, y conocer en profundidad los 24 versículos del capítulo 33 del Isaías te será de gran ayuda. Así podrás tener siempre presente en tus plegarias cuál es la palabra de Dios Todopoderoso.

Versículos del capítulo 33 del libro Isaías

¡Ay de ti, el que saqueas, y nunca fuiste saqueado; el que haces deslealtad, bien que nadie contra ti la hizo! Cuando acabares de saquear, serás tú saqueado; y cuando acabares de hacer deslealtad, harase contra ti..

Oh Jehová, ten misericordia de nosotros, a ti hemos esperado: tú, brazo de ellos en la mañana, sé también nuestra salud en tiempo de la tribulación..

Los pueblos huyeron a la voz del estruendo; las gentes fueron esparcidas por tus levantamientos..

Mas vuestra presa será cogida como cuando cogen las orugas: correrá sobre ellos como de una a otra parte corren las langostas..

Será ensalzado Jehová, el cual mora en las alturas: llenó a Sion de juicio y de justicia..

Y reinarán en tus tiempos la sabiduría y la ciencia, y la fuerza de la salvación: el temor de Jehová será su tesoro..

He aquí que sus embajadores darán voces afuera; los mensajeros de paz llorarán amargamente..

Las calzadas están desechas, cesaron los caminantes: anulado ha la alianza, aborreció las ciudades, tuvo en nada los hombres..

Enlutose, enfermó la tierra: el Líbano se avergonzó, y fue cortado: hase tornado Sarón como desierto; y Basán y Carmel fueron sacudidos..

Ahora me levantaré, dice Jehová; ahora seré ensalzado, ahora seré engrandecido..

Concebisteis hojarascas, aristas pariréis: el soplo de vuestro fuego os consumirá..

Y los pueblos serán como cal quemada: como espinas cortadas serán quemados con fuego..

Oíd, los que estáis lejos, lo que he hecho; y vosotros los cercanos, conoced mi potencia..

Los pecadores se asombraron en Sion, espanto sobrecogió a los hipócritas. ¿Quién de nosotros morará con el fuego consumidor? ¿quién de nosotros habitará con las llamas eternas?.

El que camina en justicia, y habla lo recto; el que aborrece la ganancia de violencias, el que sacude sus manos por no recibir cohecho, el que tapa su oreja por no oír sangres, el que cierra sus ojos por no ver cosa mala:.

Este habitará en las alturas: fortalezas de rocas serán su lugar de acogimiento; se le dará su pan, y sus aguas serán ciertas..

Tus ojos verán al Rey en su hermosura; verán la tierra que está lejos..

Tu corazón imaginará el espanto, y dirá: ¿Qué es del escriba? ¿qué del pesador? ¿qué del que pone en lista las casas más insignes?.

No verás a aquel pueblo espantable, pueblo de lengua oscura de entender, de lengua tartamuda que no comprendas..

Mira a Sion, ciudad de nuestras solemnidades: tus ojos verán a Jerusalem, morada de quietud, tienda que no será desarmada, ni serán arrancadas sus estacas, ni ninguna de sus cuerdas será rota..

Porque ciertamente allí será Jehová para con nosotros fuerte, lugar de ríos, de arroyos muy anchos, por el cual no andará galera, ni por él pasará grande navío..

Porque Jehová es nuestro juez, Jehová es nuestro legislador, Jehová es nuestro Rey, él mismo nos salvará..

Tus cuerdas se aflojaron; no afirmaron su mástil, ni entesaron la vela: repartirase entonces presa de muchos despojos: los cojos arrebatarán presa..

No dirá el morador: Estoy enfermo: el pueblo que morare en ella será absuelto de pecado..