Dios, Nuestro Señor que está en los Cielos se comunica con nosotros, sus hijos e hijas, y lo hace mediante los textos sagrados recogidos en La Biblia. En la Biblia está escrita su doctrina y sus enseñanzas para la humanidad. De nosotros, sus hijos, depende leerla y tratar de captar toda la bondad y sabiduría que se encuentra en sus palabras. En el capítulo 34 del Isaías del Nuevo Testamento de la Biblia permanecen resguardadas intensas dosis de sabiduría y conocimiento que el Padre regaló a los seres humanos para que ellos pudieran estar junto a Él.
El Isaías del Nuevo Testamento dispone de 66 capítulos. Aquí te ofrecemos la posibilidad de leer lo que Dios Nuestro Señor deseó enseñarnos en el capítulo 34. De modo que sea más fácil leerlo, analizarlo y comprenderlo el capítulo 34 del Isaías está fraccionado en 17 versículos. Así es más sencillo leer y retener en la memoria la palabra Dios que está en los Cielos, para que esté contigo siempre y te sirva de orientación y guía.
Nuestro Padre que todo lo puede jamás nos deja solos, es un padre misericordioso que nos aconseja. Por ese motivo nos brindó su palabra que nos alumbra y sirve de faro en los trances más oscuros. En el capítulo 34 del Isaías del Nuevo Testamento encontrarás sin duda la respuesta a muchas de las preguntas que puedan aparecer a lo largo de la vida. Cuando vas a dar inicio a tu diálogo con Dios, leer su palabra escrita en la Biblia, y dominar en profundidad los 17 versículos del capítulo 34 del Isaías te será muy útil. Así tendrás siempre presente en tus oraciones cuál es el mandato de Nuestro Señor.
Gentes, allegaos a oír; y escuchad, pueblos. Oiga la tierra y lo que la hinche, el mundo y todo lo que él produce..
Porque Jehová está airado sobre todas las gentes, e irritado sobre todo el ejército de ellas: destruiralas y entregaralas al matadero por la sangre de ellos..
Y los muertos de ellas serán arrojados, y de sus cadáveres se levantará hedor; y los montes se desleirán por la sangre de ellos..
Y todo el ejército de los cielos se corromperá, y plegarse han los cielos como un libro: y caerá todo su ejército, como se cae la hoja de la parra, y como se cae la de la higuera..
Porque en los cielos se embriagará mi espada: he aquí que descenderá sobre Edom en juicio, y sobre el pueblo de mi anatema..
Llena está de sangre la espada de Jehová, engrasada está de grosura, de sangre de corderos y de cabritos, de grosura de riñones de carneros: porque Jehová tiene sacrificios en Bosra, y grande matanza en tierra de Edom..
Y con ellos vendrán abajo unicornios, y toros con becerros; y su tierra se embriagará de sangre, y su polvo se engrasará de grosura..
Porque es día de venganza de Jehová, año de retribuciones en el pleito de Sion..
Y sus arroyos se tornarán en pez, y su polvo en azufre, y su tierra en pez ardiente..
No se apagará de noche ni de día, perpetuamente subirá su humo: de generación en generación será asolada, nunca jamás pasará nadie por ella..
Y la poseerán el pelícano y el mochuelo, la lechuza y el cuervo morarán en ella: y extenderase sobre ella cordel de destrucción, y niveles de asolamiento..
Llamarán a sus príncipes, príncipes sin reino: y todos sus grandes serán nada..
En sus alcázares crecerán espinas, y ortigas y cardos en sus fortalezas; y serán morada de chacales, patio para los pollos de los avestruces..
Y las bestias monteses se encontrarán con los gatos cervales, y el peludo gritará a su compañero: la lamia también tendrá allí asiento, y hallará para sí reposo..
Allí anidará el cuclillo, conservara sus huevos, y sacará sus pollos, y juntaralos debajos de sus alas: también se ayuntarán allí buitres, cada uno con su compañera..
Inquirid en el libro de Jehová, y leed si faltó alguno de ellos: ninguno faltó con su compañera; porque su boca mandó y reuniolos su mismo espíritu..
Y él les echó las suertes, y su mano les repartió con cordel: para siempre la tendrán por heredad, de generación en generación morarán allí..