Jeremías Capítulo 20

Dios habla con nosotros, creados a su imagen y semejanza, y esto lo hace por medio de la Sagrada Biblia. En la Sagrada Biblia está escrita su palabra y sus conocimientos para la humanidad. De nosotros depende leerla y tratar de captar toda la bondad y sabiduría que se halla en sus palabras. En el capítulo 20 del Jeremías del Nuevo Testamento de los textos de las Biblia se encuentran escondidas perlas de sabiduría que Dios Creador proporcionó a sus hijos e hijas para que ellos llegaran a estar al lado de Él.

El Jeremías del Nuevo Testamento dispone de 52 capítulos. En esta web tienes la posibilidad de leer y estudiar aquello que Dios deseó enseñarnos en el capítulo 20. Para una mejor lectura y comprensión el capítulo 20 del Jeremías se halla dividido en 18 versículos. De este modo es más simple leer y retener en la memoria la palabra de Dios Nuestro Señor, de forma que te acompañe siempre y te sirva para guiarte.

Dios Nuestro Señor jamás nos abandona, es un padre justo que nos orienta. Por eso nos brindó su palabra que nos orienta y sirve de luz en los periodos más tenebrosos. En el capítulo 20 del Jeremías del Nuevo Testamento descubrirás con toda seguridad la solución a muchas de las dudas que a menudo se manifiestan en la vida. A la hora de iniciar tu diálogo con Dios, leer su palabra escrita en las Sagradas Escrituras, y conocer en profundidad los 18 versículos del capítulo 20 del Jeremías te será de gran utilidad. De este modo podrás tener siempre presente en tus rezos en qué consiste la verdadera palabra de Dios.

Versículos del capítulo 20 del libro Jeremías

Y Pashur sacerdote, hijo de Immer, que presidía por príncipe en la casa de Jehová, oyó a Jeremías que profetizaba estas palabras..

E hirió Pashur a Jeremías profeta, y púsole en el cepo que estaba a la puerta de Benjamín en lo alto, la cual conducía a la casa de Jehová..

Y el día siguiente Pashur sacó a Jeremías del cepo. Díjole entonces Jeremías: Jehová no ha llamado tu nombre Pashur, sino Magormissabib..

Porque así ha dicho Jehová: He aquí yo te pondré en espanto a ti, y a todos los que bien te quieren, y caerán por el cuchillo de sus enemigos, y tus ojos lo verán: y a todo Judá entregaré en mano del rey de Babilonia, y los trasportará a Babilonia, y heriralos a cuchillo..

Entregaré asimismo toda la sustancia de esta ciudad, y todo su trabajo, y todas sus cosas preciosas; y daré todos los tesoros de los reyes de Judá en manos de sus enemigos, y los saquearán, y los tomarán, y llevaranlos a Babilonia..

Y tú, Pashur, y todos los moradores de tu casa iréis cautivos, y entrarás en Babilonia, y allí morirás, y serás allá enterrado, tu, y todos los que bien te quieren, a los cuales has profetizado con mentira..

Alucinásteme, oh Jehová, y hállome frustrado: más fuerte fuiste que yo, y vencísteme: cada día he sido escarnecido; cada cual se burla de mí..

Porque desde que hablo, doy voces, grito, Violencia y destrucción: porque la palabra de Jehová me ha sido para afrenta y escarnio cada día..

Y dije: No me acordaré más de él, ni hablaré más en su nombre: empero fue en mi corazón como un fuego ardiente metido en mis huesos, trabajé por sufrirlo, y no pude..

Porque oí la murmuración de muchos, temor de todas partes: Denunciad, y denunciaremos. Todos mis amigos miraban si claudicaría. Quizá se engañará, decían, y prevaleceremos contra él, y tomaremos de él nuestra venganza..

Mas Jehová está conmigo como poderoso gigante; por tanto los que me persiguen tropezarán, y no prevalecerán; serán avergonzados en gran manera, porque no prosperarán; tendrán perpetua confusión que jamás será olvidada..

Oh Jehová de los ejércitos, que sondas los justos, que ves los riñones y el corazón, vea yo tu venganza de ellos; porque a ti he descubierto mi causa..

Cantad a Jehová, load a Jehová: porque librado ha el alma del pobre de mano de los malignos..

Maldito el día en que nací: el día en que mi madre me parió no sea bendito..

Maldito el hombre que dio nuevas a mi padre, diciendo, Hijo varón te ha nacido, haciéndole alegrarse así mucho..

Y sea el tal hombre como las ciudades que asoló Jehová, y no se arrepintió: y oiga gritos de mañana, y voces al medio día;.

Porque no me mató en el vientre, y mi madre me hubiera sido mi sepulcro, y su vientre concebimiento perpetuo..

¿Para qué salí del vientre? ¿para ver trabajo y dolor, y que mis días se gastasen en afrenta?.