Jeremías, 25:26 Versículo Bíblico

Es preciso tomar siempre en consideración el versículo Jeremías, 25:26 de La Santa Biblia con el propósito de meditar acerca de él.Quizás sería adecuado preguntarse ¿Qué trataba de manifestarnos el Señor con el versículo Jeremías, 25:26? ¿Cuáles son los momentos de nuestra vida diaria en que seremos capaces de poner en práctica aquello que aprendemos gracias al versículo Jeremías, 25:26 de La Sagrada Biblia?

Dedicar tiempo a la meditación en torno a lo que se refiere el versículo Jeremías, 25:26 nos resulta fundamental para llegar a a ser mejores personas y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, por eso es aconsejable recurrir al versículo Jeremías, 25:26 todas y cada una de las veces que necesitemos una luz que nos guíe de modo que podamos saber cómo proceder o para traer el sosiego a nuestro espíritu.

Y a todos los reyes del aquilón, los de cerca y los de lejos, los unos con los otros; y a todos los reinos de la tierra que están sobre la haz de la tierra: y el rey de Sesach beberá después de ellos.

Opiniones de nuestros usuarios

Gabriel Aparicio Mendez

Siempre que me siento triste vengo aquí y escojo versículos aleatorios porque sé que un ángel guía mi mouse para que Dios me hable. Hoy me ha tocado el versículo Jeremías, 25:26. Gracias Señor por tus palabras. Amén.

Jesus Maria Bravo Izquierdo

Gracias, gracias,gracias Padre. Tu amor infinito se nos muestra en este versículo Jeremías, 25:26 y en todas y cada una de las palabras que escribiste en la Biblia para nosotros. Gracias a ellas la salvación de nuestras almas está cerca.

Moises Conde Prieto

Se agradece una web como esta, sin interferencias, en la que encuentras fácilmente el versículo Jeremías, 25:26 y puedes meditar tranquilamente sobre él. No quiero que me lo anden explicando, tan solo Dios puede hacerlo.

Juan Carlos Cuevas Andres

Si tuviese que escoger 10 versículos de la Biblia, el versículo Jeremías, 25:26 estaría entre mis favoritos.

Joan Del Rio Miguel

En Jeremías, 25:26 se nota el amor y la inspiración de Dios en cada palabra y cada silencio. Amén.