Jeremías, 28:10 Versículo Bíblico

El versiculo Jeremías, 28:10 de los Textos Sagrados que componen la Biblia es algo que nos conviene tener continuamente presente con el fin de meditar acerca de él. Acaso deberíamos preguntarnos ¿Qué pretendía decirnos Nuestro Padre Todopoderoso con el versículo Jeremías, 28:10? ¿Cuáles son los momentos de nuestra vida diaria en que seremos capaces de llevar a la práctica aquello que aprendemos gracias al versículo Jeremías, 28:10 de Las Sagradas Escrituras?

Dedicar tiempo a la meditación en relación con el versículo Jeremías, 28:10 es un gran aporte que nos permite a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, esa es la cuestión por la cual es útil apoyarse en el versículo Jeremías, 28:10 en todas aquellas ocasiones en que necesitemos palabras que nos inspiren y guíen y así saber cómo actuar o para traer la tranquilidad a nuestras almas.

Entonces Hananías profeta quitó el yugo del cuello de Jeremías profeta, y quebrolo,

Opiniones de nuestros usuarios

Maria Soledad Aguado Rey

Yo creo en Dios, pero creo que ya debería de modernizar su forma de hablar, o que los traductores hicieran un esfuerzo porque no todos sabemos latín y el versículo Jeremías, 28:10 creo que es más latín que español, y por eso no se entiende bien lo que dice. De todos modos es la palabra de Dios, así que Amén.

Alba Roca Bermejo

El versículo Jeremías, 28:10 siempre me ha resonado en el interior de mi alma. Gracias Señor.

Maria Nieves Bautista Bravo

Cada versículo de la Santa Biblia es una joya para el alma, y el versículo Jeremías, 28:10 es de mis favoritas.

Maria Mercedes Palacios Quintana

Quiero declarar mi amor por Dios nuestro Señor. Gracias Padre Todopoderoso por tus palabras en el versículo Jeremías, 28:10.

Luisa Calvo Pulido

Pues yo creo en Diosito, pero se me hace bien complicado comprender esa forma de hablar tan antigua. El versículo Jeremías, 28:10 es bien complicado de entender qué quiere decir, como cuando estudiábamos poesía en el salón. Ni modo, que alguien me explique.