Jeremías Capítulo 4

Dios habla con nosotros, que somos fruto de su Creación, y lo hace gracias a la Sagrada Biblia. En la Biblia es donde se encuentra escrita su doctrina y sus conocimientos para la humanidad. Nosotros somos quienes decidimos si leerla y entender toda la sabiduría que se halla en sus palabras. En el capítulo 4 del Jeremías del Nuevo Testamento de las Sagradas Escrituras se hallan resguardadas intensas dosis de sabiduría y conocimiento que el Padre regaló a los seres humanos con el objetivo de que ellos llegaran a estar al lado de Él.

El Jeremías del Nuevo Testamento se compone de 52 capítulos. Ahora tienes la posibilidad de leer y aprender aquello que Dios, en toda su Bondad deseó enseñarnos en el capítulo 4. Para que lo puedas leer y comprender mejor el capítulo 4 del Jeremías está fraccionado en 31 versículos. De este modo es más simple leer y memorizar la palabra del Padre, para que así te acompañe siempre y te sirva para trazar tu rumbo.

Nuestro Padre que todo lo puede es el único que jamás nos abandona, es un padre misericordioso que nos aconseja. Por ese motivo nos obsequió con su palabra que nos inspira y sirve de linterna en los momentos más oscuros. En el capítulo 4 del Jeremías del Nuevo Testamento podrás encontrar sin lugar a dudas la respuesta a muchas de las cuestiones que a menudo se manifiestan en la vida. En el inicio de tu diálogo con el Creador, leer su palabra escrita en la Biblia, y entender en profundidad los 31 versículos del capítulo 4 del Jeremías te será de mucha ayuda. Así tendrás siempre presente en tus oraciones cuál es la palabra de Dios Padre que está en los Cielos.

Versículos del capítulo 4 del libro Jeremías

Si te has de convertir, oh Israel, dice Jehová, conviértete a mí; y si quitares de delante de mí tus abominaciones, no andarás de acá para allá..

Y jurarás, diciendo, Vive Jehová, con verdad, con juicio, y con justicia: y bendecirse han en él las gentes, y en él se gloriarán..

Porque así dice Jehová a todo varón de Judá y de Jerusalem: Haced barbecho para vosotros, y no sembréis sobre espinas..

Circuncidaos a Jehová, y quitad los prepucios de vuestro corazón, varones de Judá y moradores de Jerusalem; no sea que mi ira salga como fuego, y se encienda y no haya quien apague, por la malicia de vuestras obras..

Denunciad en Judá, y haced oíd en Jerusalem, y decid: Sonad trompeta en la tierra. Pregonad, juntad, y decid: Reuníos, y entrémonos en las ciudades fuertes..

Alzad bandera en Sion, juntaos, no os detengáis; porque yo hago venir mal del aquilón, y quebrantamiento grande..

El león sube de su guarida, y el destruidor de gentes ha partido; salido ha de su asiento para poner tu tierra en soledad; tus ciudades serán asoladas, y sin morador..

Por esto vestíos de saco, endechad y aullad; porque la ira de Jehová no se ha apartado de nosotros..

Y será en aquel día, dice Jehová, que desfallecerá el corazón del rey, y el corazón de los príncipes, y los sacerdotes estarán atónitos, y se maravillarán los profetas..

Y dije: ¡Ay, ay, Jehová Dios! verdaderamente en gran manera has engañado a este pueblo y a Jerusalem, diciendo, Paz tendréis; pues que el cuchillo ha venido hasta el alma..

En aquel tiempo se dirá de este pueblo y de Jerusalem: Viento seco de las alturas del desierto vino a la hija de mí pueblo, no para aventar, ni para limpiar..

Viento más vehemente que estos vendrá a mí: y ahora yo hablaré juicios con ellos..

He aquí que subirá como nube, y su carro como torbellino; más ligeros con sus caballos que las águilas. ¡Ay de nosotros, porque dados somos a saco!.

Lava de la malicia tu corazón, oh Jerusalem, para que seas salva. ¿Hasta cuándo dejarás estar en medio de ti los pensamientos de iniquidad?.

Porque la voz se oye del que trae las nuevas desde Dan, y del que hace oír la calamidad desde el monte de Ephraim..

Decid a las gentes; he aquí, haced oír sobre Jerusalem: Guardas vienen de tierra lejana, y darán su voz sobre las ciudades de Judá..

Como las guardas de las heredades, estuvieron sobre ella en derredor, porque se rebeló contra mí, dice Jehová..

Tu camino y tus obras te hicieron esto, ésta tu maldad: por lo cual amargura penetrará hasta tu corazón..

¡Mis entrañas, mis entrañas! Me duelen las telas de mi corazón: mi corazón ruge dentro de mí; no callaré; porque voz de trompeta has oído, oh alma mía, pregón de guerra..

Quebrantamiento sobre quebrantamiento es llamado; porque toda la tierra es destruida: en un punto son destruidas mis tiendas, en un momento mis cortinas..

¿Hasta cuándo tengo de ver bandera, tengo de oír voz de trompeta?.

Porque mi pueblo es necio; no me conocieron los hijos ignorantes y los no entendidos; sabios para mal hacer, y para bien hacer no supieron..

Miré la tierra, y he aquí que estaba asolada y vacía; y los cielos, y no había en ellos luz..

Miré los montes, y he aquí que temblaban, y todos los collados fueron destruidos..

Miré, y no parecía hombre, y todas las aves del cielo se habían ido..

Miré, y he aquí el Carmelo desierto, y todas sus ciudades eran asoladas a la presencia de Jehová, a la presencia del furor de su ira..

Porque así dijo Jehová: Toda la tierra será asolada; mas no haré consumación..

Por esto se enlutará la tierra, y los cielos arriba se oscurecerán, porque hablé, pensé, y no me arrepentí, ni me tornaré de ello..

Del estruendo de la gente de a caballo y de los flecheros huyó toda la ciudad; entráronse en las espesuras de los bosques, y subiéronse en peñascos; todas las ciudades fueron desamparadas, y no quedó en ellas morador alguno..

Y tú, destruida, ¿qué harás? Bien que te vistas de grana, aunque te adornes con atavíos de oro, aunque pintes con antimonio tus ojos, en vano te engalanas; menospreciáronte los amadores, buscarán tu alma..

Porque voz oí como de mujer que está de parto, angustia como de primeriza; voz de la hija de Sion que lamenta y extiende sus manos, diciendo: ¡Ay ahora de mí! que mi alma desmaya a causa de los matadores..