Job Capítulo 17

Dios, Nuestro Señor que está en los Cielos nos habla a nosotros, creados a su imagen y semejanza, y nos habla mediante la Sagrada Biblia. En ella es el lugar en donde se escribió su doctrina y sus enseñanzas para la humanidad. En nuestra disposición está leerla y captar toda la sabiduría que hay en sus palabras. En el capítulo 17 del Job del Nuevo Testamento de las Sagradas Escrituras permanecen encerradas perlas de sabiduría que Dios Creador otorgó a sus hijos para que así ellos tuvieran la capacidad de estar junto a Él.

El Job del Nuevo Testamento consta de 42 capítulos. Ahora es posible leer aquello que Nuestro Señor deseó enseñarnos en el capítulo 17. Para que lo puedas leer y comprender mejor el capítulo 17 del Job está dividido en 16 versículos. Así es más simple leer y retener en la memoria la palabra de Dios Nuestro Señor, de forma que vaya contigo siempre y te sirva para no perder el rumbo de tu vida.

Nuestro Amado Padre Celestial siempre está a nuestro lado, es un padre bondadoso que nos orienta. Por eso nos obsequió con su palabra que nos ilumina y sirve de luz en los instantes más oscuros. En el capítulo 17 del Job del Nuevo Testamento descubrirás sin dudarlo la respuesta a muchas de las preguntas que te puedan surgir a lo largo de la vida. En el inicio de tu diálogo con el Creador, el hecho de leer su palabra escrita en la Biblia, y comprender en profundidad los 16 versículos del capítulo 17 del Job te será muy útil. Así tendrás siempre presente en tus plegarias en qué consiste la verdadera palabra de Dios Todopoderoso.

Versículos del capítulo 17 del libro Job

Mi aliento está corrompido, acórtanse mis días, Y me está aparejado el sepulcro..

No hay conmigo sino escarnecedores, En cuya acrimonia se detienen mis ojos..

Pon ahora, dame fianza para litigar contigo: ¿Quién tocará ahora mi mano?.

Porque a éstos has tú escondido su corazón de inteligencia: Por tanto, no los ensalzarás..

El que denuncia lisonjas a sus prójimos, Los ojos de sus hijos desfallezcan..

Él me ha puesto por parábola de pueblos, Y delante de ellos he sido como tamboril..

Y mis ojos se oscurecieron de desabrimiento, Y mis pensamientos todos son como sombra..

Los rectos se maravillarán de esto, Y el inocente se levantará contra el hipócrita..

No obstante, proseguirá el justo su camino, Y el limpio de manos aumentará la fuerza..

Mas volved todos vosotros, y venid ahora, Que no hallaré entre vosotros sabio..

Pasáronse mis días, fueron arrancados mis pensamientos, Los designios de mi corazón..

Pusieron la noche por día, Y la luz se acorta delante de las tinieblas..

Si yo espero, el sepulcro es mi casa: Haré mi cama en las tinieblas..

A la huesa tengo dicho: Mi padre eres tú; A los gusanos: Mi madre y mi hermana..

¿Dónde pues estará ahora mi esperanza? Y mi esperanza ¿quién la verá?.

A los rincones de la huesa descenderán, Y juntamente descansarán en el polvo..