Dios se nos manifiesta a nosotros, sus hijos e hijas, y esto lo hace por medio de la Biblia. En la Biblia es el lugar en donde se escribió su palabra y sus lecciones para la humanidad. De nosotros, sus hijos, depende leerla y aprehender toda la sabiduría que reside en sus palabras. En el capítulo 23 del Job del Nuevo Testamento de la Sagrada Biblia se hallan encerradas píldoras de conocimiento que Dios Nuestro Señor proporcionó a los hombres con el objetivo de que ellos pudieran estar cerca de Él.
El Job del Nuevo Testamento está compuesto por 42 capítulos. Aquí puedes leer y estudiar lo que Dios deseó enseñarnos en el capítulo 23. Para una mejor lectura y comprensión el capítulo 23 del Job está dividido en 17 versículos. De esta manera es más fácil leer y retener en la memoria la palabra Dios Todopoderoso, de forma que vaya contigo siempre y te sirva como una luz en tu camino.
Nuestro Padre que todo lo puede es quien pase lo que pase, está siempre junto a nosotros, es un padre benévolo que nos guía. Por eso nos dió su palabra que nos orienta y sirve de fanal en los periodos más oscuros. En el capítulo 23 del Job del Nuevo Testamento podrás encontrar sin dudarlo la clave a muchas de las cuestiones que puedan aparecer a lo largo de la vida. En el inicio de tu diálogo con Nuestro Señor, el hecho de leer su palabra escrita en los textos que componen la Biblia, y comprender en profundidad los 17 versículos del capítulo 23 del Job te será extremadamente útil. De esta forma tendrás siempre presente en tus oraciones cuál es la verdadera palabra de Dios.
Y respondió Job, y dijo:.
Hoy también hablaré con amargura; Que es más grave mi llaga que mi gemido..
¡Quién me diera el saber dónde hallar a Dios! Yo iría hasta su silla..
Ordenaría juicio delante de él, Y henchiría mi boca de argumentos..
Yo sabría lo que él me respondería, Y entendería lo que me dijese..
¿Pleitearía conmigo con grandeza de fuerza? No: antes él la pondría en mí..
Allí el justo razonaría con él: Y escaparía para siempre de mi juez..
He aquí yo iré al oriente, y no lo hallaré; Y al occidente, y no lo percibiré:.
Si al norte él obrare, yo no lo veré; Al mediodía se esconderá, y no lo veré..
Mas él conoció mi camino: Probarame, y saldré como oro..
Mis pies tomaron su rastro; Guardé su camino, y no me aparté..
Del mandamiento de sus labios nunca me separé; Guardé las palabras de su boca más que mi comida..
Empero si él se determina en una cosa, ¿quién lo apartará? Su alma deseó, e hizo..
El pues acabará lo que ha determinado de mí: Y muchas cosas como estas hay en él..
Por lo cual yo me espanto en su presencia: Consideraré, y temerelo..
Dios ha enervado mi corazón, Y hame turbado el Omnipotente..
¿Por qué no fui yo cortado delante de las tinieblas, Y cubrió con oscuridad mi rostro?.