Dios se nos manifiesta a nosotros, sus hijos e hijas, y lo hace gracias a los textos sagrados recogidos en La Biblia. En ella está escrita su doctrina y sus enseñanzas para la humanidad. Nosotros somos quienes decidimos si leerla y tratar de captar toda la sabiduría que se encuentra en sus palabras. En el capítulo 26 del Job del Nuevo Testamento de la Sagrada Biblia permanecen resguardadas perlas de sabiduría que Dios Nuestro Señor proporcionó a sus hijos e hijas con el objetivo de que ellos tuvieran la capacidad de estar junto a Él.
El Job del Nuevo Testamento tiene 42 capítulos. Ahora te ofrecemos la posibilidad de leer y aprehender lo que Dios Nuestro Señor se propuso revelarnos en el capítulo 26. Para una mejor lectura y comprensión el capítulo 26 del Job se halla dividido en 14 versículos. De este modo es más simple leer y aprender de memoria la palabra Dios que está en los Cielos, de forma que esté a tu lado siempre y te sirva como una luz en tu camino.
Nuestro Padre Bondadoso es el único que jamás nos abandona, es un padre bueno que nos orienta. Ese fue el motivo por el cual nos brindó su palabra que nos orienta y sirve de antorcha en los instantes más oscuros. En el capítulo 26 del Job del Nuevo Testamento hallarás sin lugar a dudas la solución a muchas de las preguntas que de pronto aparecen en la vida. Al principio de tu diálogo con el Padre, leer su palabra escrita en la Biblia, y dominar en profundidad los 14 versículos del capítulo 26 del Job te será de gran ayuda. Así te será posible tener siempre presente en tus plegarias en qué consiste la verdadera palabra de Dios Padre que está en los Cielos.
Y respondió Job, y dijo:.
¿En qué ayudaste al que no tiene fuerza? ¿Has amparado al brazo sin fortaleza?.
¿En qué aconsejaste al que no tiene ciencia, Y mostraste bien sabiduría?.
¿A quién has anunciado palabras, Y cuyo es el espíritu que de ti sale?.
Cosas inanimadas son formadas Debajo de las aguas, y los habitantes de ellas..
El sepulcro es descubierto delante de él, Y el infierno no tiene cobertura..
Extiende el alquilón sobre vacío, Cuelga la tierra sobre nada..
Ata las aguas en sus nubes, Y las nubes no se rompen debajo de ellas..
Él restriñe la faz de su trono, Y sobre él extiende su nube..
Él cercó con término la superficie de las aguas, Hasta el fin de la luz y las tinieblas..
Las columnas del cielo tiemblan, Y se espantan de su reprensión..
Él rompe la mar con su poder, Y con su entendimiento hiere la hinchazón suya..
Su espíritu adornó los cielos; Su mano crió la serpiente tortuosa..
He aquí, estas son partes de sus caminos: ¡Mas cuán poco hemos oído de él! Porque el estruendo de sus fortalezas, ¿quién lo detendrá?.